Ciudad de México, DF., (El Economista).- Los mazahuas del norte del Estado de México tienen la creencia que el Día de Muertos, las almas de sus difuntos regresan en forma de mariposa monarca o tismu ùen su lengua maternaù, para disfrutar de las ofrendas que los deudos colocan en altares, y que consisten principalmente en frutas y panes con forma de animales.
Este año, el Museo Nacional de Antropología (MNA) instalará la ofrenda denominada Las almas monarcas, con la participación de miembros de esta comunidad indígena.
Abarcará 50 metros cuadrados en los que además se recrearán un panteón, una iglesia y una casa que servirán para representar la procesión que los mazahuas acostumbran hacer para “encaminar el alma” de sus muertos.
Alejandro González Villarruel, subdirector de Etnografía del MNA, informó que la ofrenda estará montada en el patio central del recinto y será presentada al público este sábado 30 de octubre a las 13:00 horas, con la presencia de mazahuas de las poblaciones de San Simón y San Antonio de La Laguna, quienes también harán la representación de la peregrinación.
En dichas localidades, dijo, se tiene la creencia de que el espíritu de los niños difuntos llega el 31 de octubre a la una de la tarde, se pasean durante un día por los hogares donde les ofrendan algo, y se van el 1 de noviembre a la misma hora, para dar paso a la visita del alma de los muertos adultos.
Para darle la bienvenida, los mazahuas acostumbran hacer una procesión desde la iglesia hasta el panteón para “encaminar el alma” o recibirlos, en tanto que para despedirlos la peregrinación se hace a la inversa.
La procesión es encabeza con la imagen del santo patrono de cada comunidad ùSan Simón o San Antonioù, y es seguida por los habitantes, quienes llevan a cuestas un arco hecho con carrizos y adornado con flores de cempasúchil, así como dulces, comida, bebidas y música, “todo lo necesario para recibir y festejar a los muertos”, detalló el investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
González Villarruel explicó que como ya es tradición, en el Museo de Antropología cada año se invita a un grupo étnico para instalar la ofrenda de Día de Muertos, “este año tocó el turno a la comunidad mazahua del Estado de México y para el próximo le corresponderá a los nahuas de Veracruz”.
En el altar mazahua de este año, abundó, se recrearán los sitios principales donde esta comunidad rinde culto a sus muertos: el panteón, la iglesia y la casa.
El antropólogo refirió que esta ofrenda se presentará un día antes a la fecha que los mazahuas acostumbran ponerla, es decir, se realizará el 30 y no el 31, “porque la gente que va a participar en esta representación tiene que regresar a su comunidad a esperar a sus difuntos.
Pues tienen la creencia de que si no atienden a sus muertos en estos días pueden sufrir represalias por parte de éstos, las cuales se manifiestan en malas cosechas, enfermedades e incluso la muerte”.
El altar denominado Las almas monarcas, responde a la creencia de las poblaciones que habitan en la zona montañosa del Estado de México, colindante con el Michoacán, quienes señalan que el alma de sus muertos regresa en forma de mariposa monarca, idea que sustentan en la migración que este insecto hace cada año desde el noroeste de Estados Unidos y suroeste de Canadá, hasta esta parte de México.
La fuente detalló que el altar de muertos de los mazahuas se compone principalmente por frutos que se dan en la región, como plátanos, manzanas y naranjas, así como comida, entre la que destacan los panes con figuras de mariposas, perros, conejos y palomas, entre otros, además de bebidas alcohólicas, principalmente pulque, aguardiente y zende (licor de maíz fermentado).
Estas ofrendas son adornadas con flores de cempasúchil, cañas de azúcar y carrizos en forma de arco que rodean todo el altar, añadió.
Así mismo, son decoradas con mazorcas que se colocan en cada una de las esquinas del altar, y que tienen como finalidad agradecer a los difuntos, quienes ùsegún la cosmogonía mazahuaù trabajan la milpa, motivo por el cual se obtiene una buena cosecha.
Además de la ofrenda y la procesión, este sábado 30 y domingo 31 de octubre, el Museo Nacional de Antropología ofrecerá talleres de calaveras literarias y de cartón, así como un concierto de música tradicional mazahua, dedicada a los fieles difuntos, finalizó el antropólogo del INAH.
La ofrenda permanecerá hasta el 7 de noviembre en el patio central del Museo de Antropología, en esta capital.
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