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3 oct 2011

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Concluyó la fiesta de la cosecha entre nahuas de Guerrero

Carmen González Benicio, corresponsal

Chiepetepec, Tlapa, Gro.-
La fiesta de agradecimiento a la cosecha de los indígenas nahuas concluyó con el Baile de la Milpa y  una ofrenda a los dioses de la lluvia y el aire, a media noche y frente al cerro Chiepetzin, donde se inició la temporada de siembra con la petición de lluvia, en abril.

El ritual ancestral de  agradecimiento de la cosecha, se enmarca en  la festividad católica a San Miguel que la iglesia refuerza con misas y procesiones de la imagen en bulto de madera del santo que recorre las calles.

En tanto, las ancianas y niñas llevan su milpa entre sus brazos para sujetar su peso, ya que llevan los elotes pegados, adornados con pan colorado, en forma de rueda, ejotes y velas. Salen de la iglesia para llegar a la colonia San Miguel, donde está la planicie que usan para bailar desde “que abrieron los ojos”.

La imagen de San Miguel es colocada en la pequeña iglesia construida en el lugar, en tanto, ancianas y niñas esperan al Tlamanque, quien reza a los dioses y agradece la cosecha obtenida encendiendo velas sobre una cama de tlaxca (una especie de pino). Lo acompaña el comisario municipal.

El cohete suena en el aire. El Tlamanque toma una olla con agua de maíz molido y mete una flor; rocía con ella a las presentes, recorre de derecha a izquierda hasta culminar, unas gotas resbalan sobre las milpas que las mujeres sostienen entrelazadas con sus rebozos.

La banda de viento empieza tocar el primer son, de cuatro y uno de despedida. Dos a la izquierda y dos a la derecha que simbolizan el movimiento del universo. En tanto, las decenas de mujeres se mueven en derredor de la capilla, sus rostros sudorosos, pues es el medio día.

Al centro, frente a la capilla. Las ancianas elegidas para representar el arcoíris, la nube, la lluvia y el viento bailan, sin moverse del lugar, mientras el resto pasa una y otra vez hasta que cesa la música y el último cohete. Empiezan el regreso a la capilla, al centro del poblado para dejar a San Miguel.
Ahí las indígenas expresan la importancia de la lluvia, porque “nos da de comer y nos ponemos tristes si no llega”, comentan al sacerdote.

Después de la iglesia las indígenas se dirigen a sus casas donde colocarán su milpa en la ofrenda puesta, el 28 de septiembre en la mañana. Donde ponen el arado, el machete, el garabato y toda la herramienta usada en la siembra. Ponen tamales nejos acompañados con mole rojo, de pollo o puerco. Símbolo de abundancia, de saciar el hambre.

El pueblo se queda en calma. La fiesta no concluyó con el baile sino con la última ofrenda que se da a las doce de la noche, en la comisaria a los dioses.

De la iglesia parte una procesión con un cuadro, de la imagen de San Miguel a la comisaría municipal. Ahí la colocan en el escritorio. Permanece hasta la una de mañana.

La mesa es sacada a la calle. Un espacio neutral, a un lado de la comisaría y de la iglesia y frente al cerro Chiepetzín donde cinco meses atrás acudieron a pedir la lluvia para tener buena cosecha. Se colocan velas alrededor de la mesa, se encienden por el Tlamanque y el comisario.

El Tlamanque reza. Después purifica la mesa con el copal. Se pone agua, mezcal, café, pan y finalmente el caldo de chivo que sacrificaron en la tarde para la ofrenda y que tres mujeres prepararon celosamente. Se cierra el ritual con la colocación de la cabeza del chivo, que primero fue hervida y después asada.

El Tlamanque se despide. Las mujeres encargadas empiezan a compartir los presentes con los escasos asistentes, en su mayoría estudiantes, porque el resto de la población dormía. Eran las tres de la mañana. A los hombres del lugar el alcohol los habían vencido.

Amenazan a mujeres para que abandonen un terreno

Por René López, corresponsal

Tlaxiaco, Oax.- Diversas amenazas de muerte han recibido dos mujeres indígenas de la región Mixteca, en la comunidad de Sabinillo Ñumi por parte de sus autoridades a fin de que estas dejen un terreno del que argumentan son legitimas propietarias.
Perfecta Cruz José, denunció que ella y su hermana poseedoras de un predio, desde hace  ocho meses son amenazadas de despojo por parte del agente, Leopoldo Reyes José, pero ahora tienen mayor temor porque han recibido tres cartas anónimas donde son amenazadas que las van matar si no dejan estas tierras.

Los anónimos fueron enviados con sus familiares, entre ellos a Manuel Cruz, hijo de una de las dueñas del predio, donde le dicen “pobrecito, tu el pasado 3 de julio de salvaste, te iban a meter un balazo en la cabeza, no tienes la culpa de que tu madre no quiera dejar ese terreno”.

Los escritos están a lápiz en una hoja de libreta a rayas, donde algunas líneas destacan las amenazas de muerte, “tu mama y a tu tía, tarde o temprano las van a tirotear, y van a estar tres metros bajo tierra y entonces todo el pueblo va estar feliz.

Apenas entendible en su español, las mujeres recalcaron que desde hace 8 meses, este agente de nombre Leopoldo y el líder, Fidel Cruz y su sobrino, constantemente han pedido que dejen este terreno que se ubica a orilla de la carretera, ya que esta hectárea servirá para la construcción de una cancha de futbol.

Zoila Cruz, en entrevista dio a conocer que estas autoridades de su pueblo, lo último que dijeron es que mediante asamblea general, les pedirán que dejen el terreno.

Son múltiples las amenazas que han recibido en una ocasión, llegaron a su casa más  de veinte personas, pisando sus calabacitas y diciendo que desocupen lo más rápido posible, si no querían ir a la cárcel, además se acompañaron de estudiantes de la telesecundaria y otros vecinos.
Hoy continúan las exigencias de las autoridades de Sabinillo y con estas cartas anónimas existe temor de que sean asesinadas.

Con amenazas de muerte mediante tres cartas anónimas, estas dos mujeres indígenas Mixtecas, denuncian que les quieren quitar su terreno, por lo que pidieron la intervención del gobierno estatal para que las dejen vivir en paz, y no porque las ven solas las estén amenazando.

El lugar donde se ubica el terreno se llama Ndooyo Kava, y según acta pertenece a doña Zoila y Perfecta de apellido Cruz José, firmada en el año 2004 por las autoridades comunales en turno, Rodrigo Santos González, Tomas José González,  y la autoridad municipal del lugar Epifanio Ventura Cruz.

Documento realizado de audiencia conciliatorio que da posesión a sus actuales dueñas, realizado en las oficinas de la residencia de la procuraduría agraria ubicada en la calle los pinos numero 22 de la ciudad de Tlaxiaco, donde también firman personas caracterizadas del lugar, los señores, Gilberto Reyes José, Reynaldo Ventura Guzmán Leopoldo Reyes José, entre otros, firmando el visitador agrario, José Alfredo Hernández Jiménez.

Perfecta Cruz José, añade que en el archivo del pueblo existen documentos que dan a conocer que este terreno fue dividido y donado por su papá, persona que ahora se encuentra en los Estados Unidos, quedado de la siguiente manera, el lado de arriba ahora es del pueblo y lo de abajo es de ellas, estando de por medio la carretera, situación que no entiende el agente municipal, ya que les dice que ellas no tienen derecho de reclamar porque son mujeres, además el terreno lo deben dejar lo más pronto posible porque este servirá para que los niños jueguen futbol.