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31 ene 2009

Exigirán maestros mayor atención del ISSSTE en Tlaxiaco


Por René López, corresponsal

Tlaxiaco, Oax.-
Ante las irregularidades del ISSSTE de la ciudad de Tlaxiaco, la falta de especialidades y medicamentos, la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en la región Mixteca de Oaxaca, propone una mesa social en demanda de una atención eficaz y oportuna a estas carencias que sufren los derechos habientes.

El hospital del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los trabajadores de la educación que funciona en este distrito, en la actualidad no cuenta con servicios que son necesarios para la comunidad, aquellos que son elementales para la mujer y los niños, como lo es la Ginecología, medicina preventiva y familiar, falta de laboratorio, Pediatría y otras; ante esta situación los trabajadores de la educación, pedirán a los administradores de la salud mayor atención a este descuido, dio a conocer Raúl Hernández Hernández, representante de este sector.

Los maestros ya han puesto en mesa de discusión esta falta de servicios y será en fechas próximas que los trabajadores de la educación discutan esta problemática, ya que no puede ser posible que siendo los mismos impuestos que se paguen; este centro de salud no tenga las condiciones para atender a una mujer que viene de cualquiera de los 36 municipios que pertenecen a este distrito y que luego de caminar más de 50 kilómetros se encuentre con la situación de que no existe ninguna especialidad.

Muchas de las enfermedades y casos de urgencia tan solo son tratadas con un sinfín de trámites y papeleos para que finalmente sean enviados a la ciudad de Huajuapan y de ahí a la ciudad de Oaxaca, situación que hace que los pacientes ya llega en estado de gravedad e incluso en peligro de muerte.

Sólo exigirán que la atención en la salud sea menos burocrática y que los médicos regresen a fin de que la comunidad derechohabientes tengan los mismos derechos que los que viven en zonas más grandes, ya que en la población de la ciudad de Tlaxiaco, los médicos se han yendo después de que piden su cambio y con ello el abandono de estas especialidades.

Esta exigencia primero se planteará a través de una mesa de diálogo pero de manera contundente con el fin de tomar algunos acuerdos en esta demanda sentida de todos los trabajadores del estado.

Raúl Hernández agregó que el caso de este hospital es una tarea y un asunto de prioridad ya que en fechas próximas será retomado para exigir de manera contundente y tomando medidas de presión para que las especialidades regresen y con ello se dé una atención oportuna a las enfermedades de la comunidad.

Respeto a los indígenas

California, Estados Unidos (Oaxacalifornia).- Es muy penoso lo que ha ocurrido en las últimas semanas con el caso del oaxaqueño Triqui, Marcelino de Jesús Martínez al ser acusado de vender a su hija, pero más penoso es la reacción que varios medios, sobre todo en español, tuvieron con respecto a esta historia.

Los indígenas en México siempre hemos sido objeto de burlas, de malos tratos y de discriminación. Mucho trabajo y años de lucha, nos ha llevado en defender nuestra dignidad y ganarnos el respeto de la población en general.

Situaciones como la de Marcelino, nos dejan ver que todavía no se ha avanzado en gran medida y que el trabajo de muchas organizaciones, tanto aquí en Estados Unidos como en México, debe ser doble.

No sólo deben educar a los que, a juzgar por muchos, somos los ignorantes, sino también a los que con su preparación ignoran la historia y las costumbres de su país.

México, como muchos otros países, tiene un régimen patriarcal en donde el hombre ejerce su poder por ser la cabeza de la familia, sin embargo con el paso de tiempo eso se ha transformado porque la mujer cada vez recorre camino en el aspecto de lograr el respeto y la igualdad de derechos. Todavía falta trabajar más.

En Oaxaca existen prácticas ancestrales que prevalecen entre las comunidades y que claro, ante la sociedad actual son vistas como opresivas – porque lo son en muchos casos –. En la comunidad Triqui, en donde los padres hacen acuerdos matrimoniales a través de la dote monetaria para el compromiso de sus hijos. Lo alarmante para quienes ya vivimos en una sociedad más globalizada, es que los acuerdos matrimoniales son con adolescentes entre los 13, 14 o 15 años de edad.

Esto se presta a muchas malas interepretaciones si no se conoce el aspecto cultural que hay de fondo. Esta práctica no es meramente de los indígenas oaxaqueños, en otras culturas como la china, la indú o la arábica se dan casos como este, aunque en forma distinta.

Es claro que cuando uno emigra a otro país debe respetar las leyes que ahí se rigen y tratar de adaptarse a ellas, eso es indiscutible. Aquí en Estados Unidos, aunque las comunidades de indígenas sean grandes no funcionan las leyes de Usos y Costumbres que en muchos pueblos de Oaxaca aún se implementan, y es de entender que “desaparecer” ciertas actitudes de un momento a otro porque hemos cambiado de residencia, no es una tarea fácil.

El caso de Marcelino no sólo ha sido objeto de “exhibición” de los medios de comunicación amarillistas y sensacionalistas. Se puede entender esa reacción de los medios en inglés que no conocen mucho a nuestra comunidad, pero de los medios en español no tanto porque diversas organizaciones han estado, constantemente explicando los aspectos culturales de estos grupos.

Aprovechando el tan sonado caso que acaparó la atención nacional e internacional, el programa de Eddie Sotelo “El Piolín”, quien se dice defensor de la comunidad inmigrante y que está hombro con hombro con los inmigrantes, no podía pasar por desapercibido tal hecho.

“El Piolín”, locutor con más audiencia en toda la nación, utilizó el caso sólo para burlarse de la situación.

Con engaños, el equipo de producción del elogiado locutor logró hablar con la familia. La hija de 14 años de Marcelino, que apenas habla el español porque su primer lengua es Triqui, tomó la llamada para responder a las preguntas de “El Piolín”.

Mientras la pequeña contestaba a las interrogantes, las burlas tanto de la audiencia como de la cabina, no se hicieron esperar.

Es indignante que un locutor como “El Piolín”, quien defiende a la comunidad inmigrante, utilice su poder para humillar y burlarse de la tragedia como la que está viviendo la familia Martínez.

Lo más lamentable es que ni siquiera por equivocación, se le ocurrió llamar alguna organización de oaxaqueños – que bien conoce – para hablar del caso y tratar de informar a su audiencia sobre esta situación.

Mucho más hubiera enriquecido a su público si en lugar de sólo burlarse de la joven, hubiera explicado lo que hay detrás de toda esa situación.

Sin importar cuál sea el formato de su programa, claro que el locutor puede decir lo que quiera o lo que sus ejecutivos le permitan, hay una palabra que define a quienes trabajamos en un medio de comunicación y se llama, ética.

Para conseguir información y entrevistas, hay que utilizar con frecuencia esta palabra y nunca engañar a nuestros entrevistados. No importa que “El Piolín” no sea periodista y nunca haya estudiado en una universidad, con sus años de experiencia, esto debió aprenderlo en el oficio.

Que pena que su programa sólo lo utilice para darse fama de benefactor y de defensor de los migrantes, y no para informar a la audiencia sobre temas que realmente merecen explicación.

Biotecnología apoya comunidades indígenas

Ciudad de México, DF., (ID).- A pesar de la milenaria riqueza cultural con la que cuentan, las comunidades indígenas han sobrevivido con el lastre de la pobreza. La deficiencia de los programas gubernamentales puede ser una de las razones del estancamiento de esta población, que representa más del 10 por ciento del total del país, pero antes que señalar las causas, un grupo de investigadores se han empeñado en buscar las posibles soluciones, y han encontrado en la biotecnología una opción de desarrollo.

La doctora Rosa Martínez Ruiz encabeza este esfuerzo en la Universidad Autónoma Indígena de México (UAIM), en El Fuerte, Sinaloa, donde desde el 2002 se estableció la carrera de Ingeniería Forestal con especialidad en Biotecnología Forestal y Silvicultura, y hace tres años cuentan con la carrera y posgrado en Desarrollo Sustentable, que entre otros objetivos pretenden impulsar el desarrollo de las comunidades indígenas a través de la ciencia y la tecnología.

“Si bien la mejora genética, en su forma más básica, ha sido utilizada por este grupo social desde hace siglos para mejorar los cultivos o en la producción de alimentos, la biotecnología moderna dista de ser un factor de desarrollo en esta población. Los esfuerzos de la UAIM están enfocados en revertir esa situación", comentó en entrevista la investigadora.

Para ello cuentan con un par de estrategias. La primera es la inclusión de jóvenes indígenas en carreras y posgrados orientados en el aprovechamiento de los recursos con importancia económica o ambiental, del que destacan proyectos de investigación como la propagación in vitro de la orquídea conocida como “zapatilla de color dorado” (Cyperidium irapeanum), la producción de biocombustible a partir de la higuera y jatrofa, así como los protocolos de micropropagación de cedro rojo, teca, caoba y eucalipto, entre otros proyectos.

La segunda estrategia está orientada a la información de los beneficios que conlleva el empleo de la biotecnología por parte de los campesinos, pues de acuerdo con la investigadora, en ocasiones son ellos mismos los que rechazan el uso de nuevas tecnologías como parte de una deficiencia en términos informativos. De manera que se pretende involucrar a los estudiantes en la difusión de las investigaciones en su comunidad, además de acercarse a otros niveles educativos para hablar al respecto.

A decir de la doctora Martínez Ruiz, el modelo de desarrollo sustentable por medio de la biotecnología que se pretende implementar en las comunidades indígenas estará basado en investigaciones realizadas por los estudiantes de la propia población, a través de mecanismos de transferencia específicos.

Además, se realizará de tal forma que no represente amenaza para la sobrevivencia de las comunidades, salvaguarde los cultivos alimenticios que actualmente poseen y promuevan la defensa de los saberes ancestrales indígenas, la cultura popular y los derechos de los agricultores.

Finalmente, recordó que la línea de desarrollo por la que se debe optar para las comunidades indígenas de México, debe combinar el fortalecimiento cultural con estrategias modernas de crecimiento.

“La reivindicación de las etnias sobre sus territorios adquiere otro aspecto si se considera que muchos de ellos se encuentran en zonas de alta biodiversidad, por ello, es importante que los beneficios de su aprovechamiento lleguen a sus habitantes, y ese es un reto no sólo científico-tecnológico, sino legal y político”, puntualizó.

Yo’o intandoso, La flor que habla bonito, vínculo de los na’savi con lo sagrado

Taxco, Gro., (La Jornada Guerrero).- Para los indígenas na’savi no es necesario ser chamán, curandero oficial o un erudito en la ciencia del conocimiento de las plantas y la curandería. Tienen como parte de su vida a la planta sagrada yo’o itandoso, un bejuco con propiedades enteógenas que los indígenas de aquella zona utilizan para conocer cual es su mal y las causas del mismo.

La yo’o itandoso es una planta sagrada a la cual hay que pedirle permiso antes de preguntarle y llevar a cabo un ritual específico. Estos datos los expusieron etnólogos investigadores en Guerrero, en la décima reunión nacional del proyecto Etnografía de las regiones indígenas de México en el nuevo milenio.

Dentro de los avances de los trabajos de investigación del equipo de Guerrero constituido por Samuel Villela, Valentina Glockner Fragetti, Esmeralda Belén Hernández Rodríguez y Natalia Gabayet González, se presentó el que se refiere a la capacidad de establecer “comunicación con lo sagrado”, la cual, dijeron los ponentes, “no es exclusiva de los chamanes o na’tuva.

Una fotografía de la planta en mención muestra que tiene una forma parecida a un higo, de hecho, seccionado a la mitad tiene una estructura parecida a éste pero con menos semillas.

La tradición de utilizar la flor que habla bonito no sólo es exclusiva de los na’savi –especificaron–, sino también la utilizan los habitantes del Alto Balsas.

La finalidad de utilizarla, según expusieron los investigadores “es revelar el futuro, la naturaleza y causa de la enfermedad, desgracias y otras dificultades”.

Para poder acceder al mundo del yo’ o itandoso “se solicita permiso poniendo una ofrenda al pie del bejuco, la cual consiste en una tortilla partida en siete pedazos, y siete chiles; después se platica con la planta y se le explica para qué se busca su auxilio”.

La planta también se usa en baño de temazacal para auxiliar en problemas de dolor de huesos, enfriamientos y para desinchamiento de las mujeres puérperas.

Para acceder a los secretos de la flor que habla bonito el bejuco se muele en el metate y “se le platica qué es lo que se quiere saber. El polvo se disuelve en agua y se ingiere solamente después de haberle preguntado, todo en un lugar silencioso, y quien lo bebe debe estar acompañado solamente de dos testigos quienes recojerán las palabras que diga quien está en trance y los movimientos que haga, porque después no recordará nada”.

Según los investigadores, los testimonios de quienes han usado la planta apuntan a que “se tienen visiones y se ve al responsable del robo o la enfermedad en cuestión”.

Asismismo, las mujeres na’savi que fueron entrevistadas tienen la creencia que el yo’o itandoso tiene una esencia “anímica y se refiere al paciente en tercera persona. Una de las mujeres explicó que “la flor habla como nosotras las mujeres”.

Un indígena na’tuva, refirió, según lo expuesto, que al estar bajo los efectos de la planta “se aperecen niñitos cachetones y rosados, para decirte que son parte de la planta, que son el aroma de ella”.

Un hecho que los indígenas reportan es que con el bejuco se puede ver a los muertos , en las fiestas en su honor, ya sea bailando o conviviendo entre sí, pero “cuando se ve un vivo conviviendo con los fallecidos, significa que su muerte está cerca”.

Para conrarrestar los efectos de la yo’o itandoso quienes la usen deberán bañarse cuatro días seguidos con flor de Italanco, “se debe fortar los ojos con ella para limpiarlos y volver a abrirlos ya sin el efectos del yo’ o itandoso.

Através de esta planta los pueblos mixtecos “acceden a ese mundo; es una actividad que no es dificil de manejar”.

Podrían revertir el decomiso del equipo electrónico de la radio comunitaria Eiámpiti

Morelia, Mic., (La Jornada Michoacán).- El decomiso de aparatos electrónicos utilizados por la radio comunitaria Eiámpiti, en la comunidad de San Juan Nuevo, no contiene ilegalidades en su ejecución por parte de la Agencia Federal de Investigación (AFI), y podría revertirse cuando los comunicadores comprueben que su permiso de transmisión se encuentra en trámite ante la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), según uno de los principales promotores de la estación radial, José Valencia Oseguera, aunque el operativo de desmantelamiento hace recordar las quejas de especialistas sobre una represión institucional que atenta contra la diversidad cultural y la focalización de problemas específicos.

Activistas independientes de la radio comunitaria en México e investigadores del tema, como la integrante de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias de México (AMARC-México), Aleida Calleja, subrayan que el papel que desarrolla una radio comunitaria no sólo se concentra en la reafirmación de una postura política grupal, sino que también abarca al tema educativo, como en la comunidad de Valle de Mezquital, Hidalgo, donde se implantó el modelo de Escuela Radiofónica, aunque esa aportación social no libera a las estaciones del peligro de desaparecer, pues su propia normativa legal les exige abstenerse del lucro y eso impide su modernización técnica y mantenimiento financiero.

En la publicación electrónica Revista Mexicana de Comunicación, Calleja escribió: e_SDLqLa radio comunitaria busca mostrar la diversidad y la riqueza de los diferentes sectores y movimientos sociales, defender la legalidad democrática propiciando la focalización de problemáticas específicas, y erigirse como tribuna abierta para toda sociedad. En suma: se dirige a sectores concretos de la población: mujeres, niños, campesinos, indígenas, organizaciones populares, ambientalistas, jóvenes, sectores barriales, entre otros. Su principal sello es el servicio público sin fines de lucro”.

Sin embargo, activistas como Carlos Saldívar Alvarado y Rosa Carranza, integrantes de la asociación civil Mezomaya, alertaron también sobre el peligro que representa para las radios comunitarias la voracidad empresarial de los grandes consorcios televisivos en México, quienes al promover la llamada ley Televisa buscaron agregar nuevos servicios, como la Televisión Digital Terrestre (TDT), sin someterse a un proceso de licitación y sin renunciar al uso de los canales analógicos, lo que a la larga redunda en un mayor poderío para ellas en detrimento de las restantes empresas comunicadoras.

Fuerza pública

Un comparativo sobre los operativos de clausura contra distintas radios comunitarias en los últimos años ilustra el papel que desarrollan las llamadas fuerzas del orden en esas acciones, entre ellas el Ejército Mexicano junto a diferentes cuerpos de policía y agentes investigadores del Ministerio Público.

La propia AMARC reseñó que el desmembramiento de una radio comunitaria en San Juan Nuevo cuenta con algunos intentos previos, como el suscitado en el mes de febrero de 2003, cuando Ramón Calvo Gil y Ricardo Flores Martínez, cabo y cabo de infantería respectivamente adscritos a la base militar de Uruapan, solicitaron información sobre la estación comunitaria, el nombre de su dueño, locutores y personal de apoyo.

Los castrenses se identificaron por medio de credenciales ante el abogado Juan Salvador Gutiérrez Constantino, trabajador al servicio del ayuntamiento en ese momento, sin embargo, Gutiérrez se negó a proporcionar información más allá de lo general, pues los militares vestidos de civil carecían de un oficio de comisión. La discusión, aunque amigable, atrajo la atención de los pobladores, quienes rodearon a los militares y los obligaron a retirarse del lugar: Fuenteovejuna defendió lo suyo.

Ante eso, la AMARC manifestó su preocupación porque “se han recibido informaciones acerca del creciente involucramiento del Ejército en estas cuestiones. Por ejemplo, un oficio de la Secretaría de Comunicaciones da cuenta de algunas acciones contra radios indígenas en Oaxaca que tienen como origen investigaciones y denuncias del Ejército.e_SFlbMás precisamente, la radio del pueblo mixe fue cerrada el 7 de agosto de 2002 a partir de gestiones del general de brigada Javier del Real Magallanes, subjefe operativo del Estado Mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional (oficio 36712 del 31 de mayo), quien da cuenta de la existencia de cuatro emisoras clandestinas en Oaxaca.

“Si bien no participaron efectivos militares en el cierre, sí lo hizo un fuerte contingente de policías de distintas reparticiones, quienes entraron en forma violenta y sin autorización de la autoridad municipal responsable del local desde donde transmitía la radio indígena”.

La Policía Federal Preventiva (PFP), por su parte, encabezó la clausura de la radio comunitaria Tierra y Libertad, el pasado 6 de junio en Monterrey, Nuevo León, cuando un centenar de elementos apoyados con armas largas incautó el equipo de transmisión e intentaron detener a Héctor Camero, responsable de la estación.

Tierra y Libertad cuenta con un vatio de potencia, equivalente a un alcance de cuatro kilómetros a la redonda, y aunque eso se considera una distancia corta, fue lo suficiente para que acudieran alrededor de 200 personas a impedir al arresto del activista y enfrentar al Ministerio Público que encabezó la acción, quien argumentó que esa estación no cuenta con los permisos legales para transmitir (estaban en trámite), aunque el funcionario tampoco portaba la orden judicial para realizar el cateo a las instalaciones.

Pero uno de los casos más emblemáticos es el que sucedió en Veracruz en marzo 1995, cuando Radio Huayacocotla abrió su espacio a organizaciones defensoras de los derechos y cultura indígenas y campesinas. La SCT encontró en ello un claro intento de disolución social, pues argumentó que la estación transmitía mensajes en clave que incitaban a la movilización violenta y de apoyo al movimiento zapatista en Chiapas, a lo que añadió que la radio comunitaria no contaba con los requisitos legales mínimos.

Luego de meses de protestas masivas y de publicaciones promovidas por el sector indígena en rechazo a la postura del gobierno federal, se demostró que los supuestos mensajes cifrados no eran otra cosa que discursos en lengua náhuatl, otomí y tepehua.

Esta suerte de guerra que mantiene la libre expresión contra la represión oficial alcanzó nombres y apellidos después del asesinato de las activistas oaxaqueñas Felícitas Martínez y Teresa Bautista, locutoras de la radio comunitaria La Voz que Rompe el Silencio, ultimadas el 7 de abril del año anterior, pues la ya citada Aleida Calleja, vicepresidenta de AMARC, exigió el esclarecimiento del atentado a la Subprocuraduría de Derechos Humanos y Atención a Víctimas en la PGR, y a la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos contra Periodistas, a cargo de Juan de Dios Castro y Octavio Orellana, respectivamente.

La fiscalía a cargo de Orellana respondió que estaba imposibilitada para intervenir en el asunto, pues las locutoras “ni siquiera eran periodistas”, según relataron sus familiares, mientras que Juan de Dios Castro calificó a Aleida Calleja como “enemiga del estado”, palabras que en sí mismas reflejarían la manera en que son observados los activistas radiofónicos independientes por parte de un sistema regodeado en su burocracia.

Aluxes residen en la zona arqueológica de Xcambó

Mérida, Yuc., (Diario de Yucatán).- Para los mayas contemporáneos de la Península de Yucatán, los aluxes o “duendes” cuidadores de los terrenos, son residentes de las zonas arqueológicas que hay en la región, a quienes los investigadores antes de explorar estos sitios, deben solicitar permiso mediante ceremonias que realizan junto con los trabajadores del proyecto.

En el sito de Xcambó, en la costa del estado de Yucatán, se encontraron ofrendas contemporáneas que podrían aludir al culto de estos pequeños seres, los que pueden ser representados mediante figuritas de 5 a 20 centímetros de altura, hechas de barro, cera, piedra, madera, tela u hoja de elote, además de nueve gotas de sangre del dedo pequeño del campesino, quien se convertirá en su amo.

De acuerdo con la antropóloga Ella Quintal Avilés, coordinadora del equipo Península de Yucatán del Proyecto Etnografía de las Regiones Indígenas de México, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), algunos de estos depósitos contenían (dentro de frascos) tres muñecos de cera.

“La pregunta está ahí, es posible que sean aluxes, aunque cabe mencionar que dos de esas figuras estaban juntas y bien podría tratarse de un ‘amarre’ de tipo amoroso. Lo cierto es que los aluxes son considerados habitantes de las zonas arqueológicas del área”.

Estas ofrendas fueron presentadas en el marco de la Décima Reunión Nacional del Proyecto Etnografía de las Regiones Indígenas de México, que se realiza esta semana en la ciudad de Taxco, Guerrero, con el tema: Chamanismo y nagualismo.

Quintal Avilés detalló que dichas ofrendas se localizaron en 1996, año en que se emprendió el proyecto arqueológico de Xcambó y en el que participó como antropóloga social, toda vez que este sitio es motivo de peregrinación pues allí se ubica una capilla dedicada, precisamente, a la Virgen de Xcambó.

El equipo Península de Yucatán, registró como parte de la línea de investigación dedicada a Chamanismo y Nagualismo, las funciones que se les atribuyen a estos “duendecitos” y los territorios que habitan. Para los mayas contemporáneos estas entidades representan los hombres primigenios, aquellos que construyeron las grandes ciudades como Uxmal.

“Para los mayas de hoy, la primera humanidad estuvo constituida por enanos que fueron destruidos por un diluvio. La creencia es que la humanidad actual está en su cuarto ciclo pues, la raza primitiva de Yucatán, fue de pequeños hombres sabios que construyeron las grandes ciudades, ahora en ruinas.”

“Estos enanos trabajaban con gran rapidez y hacían su trabajo en la oscuridad porque aún no había aparecido el sol, cuando esto sucedió se volvieron de piedra. Según otro mito, durante este ciclo, las piedras no tenían peso y estos seres diminutos podían moverlas con sólo silbar”, explicó Ella Quintal, investigadora del INAH.

El equipo Península de Yucatán está constituido, a su vez, por los antropólogos y etnógrafos, Patricia Balam, Fidencio Briceño, María Jesús Cen, Jorge Gómez, Martha Medina, Teresa Quiñones, Lourdes Rejón, Alejandro Cabrera e Iván Solís, quienes detallaron que los aluxes protegen las fincas, las quintas, los montes, las milpas, los sembradíos y los pocos henequenales distribuidos en el área.

Sea en una parte recóndita del monte o de la milpa —detalló Patricia Balam—, un Jmeen o “brujo”, es el encargado de la hechura del alux, arux o alux k’ a t, normalmente bajo la petición de algún campesino que necesita de los servicios de cuidador de ese pequeño ser.

“En el proceso de elaboración se le ponen los ojos, las uñas y los dientes (de frijoles), así como un vestido de hoja de maíz, aunque también puede ir desnudo. Después, el Jmeen quema hierbas, prende algunas velas y presenta la figurilla al sol y al dios de la lluvia. Se le agrega sangre y se le vierte un soplido en su espalda, el cual emula el viento, luego el hechicero menciona el nombre del amo”.

De esa manera, el alux asustará con silbidos y pedradas a los ladrones de los productos de la tierra, atacará y castigará a quienes cometen actos “indebidos” en el terreno agrícola, y enviará enfermedades no sólo a los rateros sino también al campesino que se olvida de presentarles ofrendas.

Este “duende” trabaja generalmente en la tarde (cuando el milpero regresa a su casa), lleva encima un sombrero y una escopeta, y se hace acompañar de un perro. No obstante, también descansa martes y viernes, días que se aprovechan para ofrendarle saka (atole de maíz), pues el viento o esencia que el alux lleva en su interior, no afecta a las personas.

En opinión de Patricia Balam, “los mayas pues, piensan al aluxo’ob como un ser consciente, capaz de cumplir sus promesas al milpero, pero también de castigar a los incumplidos y a los transgresores. Se dice de ellos que su espíritu no muere, regresa al lugar de donde vino (monte, gruta, cenote, ruinas)”.

Cuando la relación entre el campesino y el alux debe terminar, en vista de alguna enfermedad, término de la milpa, cambio de dueño del terreno o descontento de su amo por las travesuras que el arux comete, es prudente recurrir al Jmeen para que él le explique las causas de su “despido” y así evitar un daño mayor, ya que estos seres son enviados o creados por las divinidades cristianas.

“Con menor frecuencia, se le considera aliado del diablo, por ello, el campesino debe decidir la conveniencia de tener un alux, si bien éste le dará siete años de buenas cosechas, al término del periodo corre el riesgo de que el “duende” mismo se lo lleve”, relató la antropóloga del INAH.

Una de las particularidades de los aluxo’ob, que merece especial atención, es la facultad de mostrar a los Jmeno’ob a desarrollar el trabajo como especialistas rituales. Los “elegidos” deben aceptar las enseñanzas (diferentes rituales agrícolas y de aflicción), de lo contrario sufren enfermedades o la muerte.

Una vez completado el aprendizaje, el miedo desaparece y los Jmeno’ob reciben tanto conocimiento que muchas veces les resulta inexplicable, pues una amplia variedad de adivinaciones, ofrendas, oraciones y rezos, son asimilados por los hechiceros”, concluyó Patricia Balam.