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3 jun 2010

Los mayas y el chak íik’al



Los mayas le llaman al ciclón, Chak iik’al y lo relacionan con un cielo semirojizo, intensos vientos y lluvias incesantes

Por Bernardo Caamal Itzá, corresponsal

Mérida, Yuc.-
Los mayas de Yucatán le llaman Chak íik’al al ciclón que comúnmente hace acto de presencia durante el lapso de junio a noviembre en esta región del sureste mexicano, y tiene como característica de presentarse con un cielo semirojizo, intensos vientos y lluvias incesantes en el transcurso de varios días.

Ciclones y la milpa maya. Por tanto, la península de Yucatán al ser bañada anualmente por las lluvias que acompañan a los ciclones tropicales, y hacen de ella un lugar propicio para seguir cultivando el maíz, el frijol y las calabazas en la milpa, su escasez, hacen que no crezcan los cultivos de temporal, y sobre todo si consideramos el pequeño espesor de los suelos yucatecos, y de la gran cantidad de piedras que existen, hacen que continuamente los productores busquen estrategias para seguir cultivándolo.

Los ciclones que han impactado la región han generado múltiples experiencias, lo cierto es que hasta estas fechas existen evidencias cómo los Mayas con el simple hecho de conocer su entorno, ponen en práctica sus conocimientos que les permite cultivar la tierra o sobrevivir ante el embate de este tipo de fenómenos climáticos.

Entonces, entre las lluvias que generan los ciclones y los suelos pedregosos, la cultura maya generó la tecnología apropiada para la práctica de la agricultura.
Trabajar la tierra, significa entonces desarrollar una vasta creatividad para el campesino maya para trabajar bajo éstas condiciones de suelo y de clima, de ello existen vastas referencias, por ejemplo en Dzidzantún, Yucatán, la gente al sembrar su semilla de papaya, le pone una pequeña piedra encima, y éste sólo permanecerá unos cuantos días, más adelante lo irá quitando prácticamente al emerger dicha plántula.

¿No es desventajoso entonces cultivar entre piedras? La gente sabe que “hay de piedras a piedras”, porque algunas acumulan más humedad que otras; luego entre ellas es posible encontrar fracturas y en estos espacios se acumulan es posible encontrar suelos fértiles, y la gente los usa para cultivar sus plantas, como los ciruelos, naranjas, entre otras. Es curioso ver las plantas cultivadas en los huertos familiares y sobre todo que se encuentren encima de los pequeños lomeríos.

Suelos y sequías. El uso de estos conocimientos milenarios, se evidencia con la llegada de la sequía, porque fácilmente es posible hacer las comparaciones, con las plantas que se encuentran cultivadas en las planadas y cuyos suelos son de tipo K’ankab -suelos rojos con abundante rendzina-, prácticamente fenecen en estos tiempos y mientras las que se encuentran en los lomeríos, se mantienen vivas.

Lo cierto es que la gran mayoría del suelo peninsular es de poca profundidad, y las raíces de los innumerables árboles de la flora yucateca, prácticamente buscan las oquedades y grietas de las piedras en busca del agua, alimento y sostén; pero en muchos de los casos, la raíz principal al no encontrar la forma de profundizarse, terminan ramificándose en la los primeros 20 a 30 centímetros de la capa de suelo.

Esto al final de cuentas los hace vulnerables a las rachas de vientos ciclónicos y ante las incesantes lluvias, terminan sucumbiendo, y de esa forma el ciclón termina “haciendo su propia milpa”.

Una de las características de la zona impactada por el ciclón, es encontrar muchos árboles derribados, y mientras los que no cayeron, están totalmente defoliados, y las pocas hojas que le quedaron, terminan secándose debido al impacto del viento y de la sal que se lleva consigo el chak íik’al, y de esta forma, se imagina ¿Cuántas hojas encontrara en la parte baja de los árboles?

Ahora con el simple hecho de que la península de Yucatán ha sido frecuentando por los ciclones tropicales, esto generó experiencias que sin duda alguna enseñan a la gente. Antes del huracán “Isidoro” -2002-, mucha gente hacia sus casas en los lugares bajos, y al construir, casi no lo “subían de nivel” -objetando a los fuertes gastos que erogaban para tal fin-, y fueron los primeros en ser afectados al caer la lluvia, lo que ha hecho que ahora muchas casas son construidas considerado a las inundaciones que provocan los ciclones.

Lluvias que traen regocijo entre los productores. Para los agricultores mayas, las lluvias que caen durante el temporal lluvioso ocasionado por los ciclones que se forman en los mares cercanos al ecuador, misma que al caer trae elegía entre la gente, porque cuando ven llover afirman, “Cuando cae la lluvia, en realidad nos caen millones de pesos...”, la lluvia al caer, no sólo limpia y humedece el ambiente, sino que al precipitarse recoge el nitrógeno que está en la atmósfera, y de ese modo fertiliza la tierra.

Cambio en la estacionalidad de las lluvias. Los labriegos del sur de Yucatán, cuentan que los primeros indicios de estos cambios fue en el año de 1961, y fue en la década de los 70’s cuando más se acentuó esta situación; mientras que en cuanto a los ciclones que han asolado la península de Yucatán, relatan que de antes el periodo en que los llegan se da entre los meses de septiembre a noviembre –aunque se sabe que el periodo ciclónico inicia el primero de junio y termina el 30 de noviembre-, y pero fue en año 2007, cuando el ciclón “Dean” se presentó el martes 21 de agosto y de acuerdo a esta fecha, fue atípico.

Los campesinos aclaran que el clima cambio totalmente hace más de 5 décadas y eso impacto en la forma y en los tiempos de cultivar la milpa, “de antes las lluvias caían a mediados del mes de abril y en esos tiempos sembramos los primeros cultivos en la milpa, haciendo el “tikin muk” (siembra en seco) a las calabazas “Xtop”, makal (nañe), is (camote), Dziín (Yuca), pepino blanco y los maíces de ciclo corto”, nos comparten estos productores.

Entonces, quienes viven por estos lugares, deben observar y registrar todo lo que sucede en su entorno, tal como lo han hecho los mayas desde hace cientos de años, sobre todo saber interpretar las señales de la naturaleza, como el hecho de que si las primeras hojas de los platanares, “emergen enroscados” o notar que sus plantas de maíz que tienen en la milpa, si en este tiempo se le observa más raíces en la parte superficial de la planta o el canto de algunas aves como la chachalaca cerca del amanecer o la forma y el tamaño del nido de la yuya –calandria-, seguro que todo esto evidencian la proximidad de algunos fenómenos relacionados con el clima, y entre ellos tal vez el chak íik’al o la sequía.

Denuncian abandono en Peto, Yucatán


Por Valerio Chan Chi, corresponsal

Peto, Yuc.-
A menos de un mes de que concluya la actual administración municipal, la mayoría de las calles están llenas de baches; los habitantes señalan que es realmente una pena sortear los baches en los cuatro puntos cardinales de la localidad.

También ya empezaron a quedar varias cuadras sin alumbrado. La administración que aún encabeza José Vicente Domínguez Canto, empezó a atravesar por una crítica situación después de un año y medio de funcionar.

A lo que hasta por estos días en que finaliza no se la ha vuelto a ver al primer edil en la oficina de la presidencia, señalaron vecinos que acuden por realizar tramites.

Vecinos denunciaron que la repavimentación de callea ha durado más de tres meses y ya concluido pero de mala calidad.