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18 ene 2009

Documenta libro lo que significa ser joven indígena en esta época

Ciudad de México, DF., (Milenio).- Si bien los jóvenes son un sector al que se han acercado varios especialistas interesados en conocer su forma de organización, sus culturas e identidades, pocos estudios se conocen sobre los adolescentes indígenas de América Latina, lo que motivó el libro "Jóvenes Indígenas y Globalización en América Latina", coordinado por la antropóloga Maya Lorena Pérez Ruiz.

Publicado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el volumen reúne 13 ensayos sobre jóvenes indígenas, rurales y urbanos, de México, Guatemala, Colombia, Ecuador, Bolivia y Chile, que será presentado el próximo 25 de febrero, en el marco de la XXX Feria del Libro del Palacio de Minería.

En entrevista con Notimex, Maya Lorena Pérez Ruiz señaló que los jóvenes indígenas -igual que todos los jóvenes del mundo- son motivo de preocupación para familias y gobiernos, pues se les asocia con violencia, inseguridad, rebeldía y cambio cultural vertiginoso, derivado de la globalización y el consumo indiscriminado promovido por los medios de comunicación masiva.

"Es un reto constatar si lo que se ha escrito sobre los jóvenes no indígenas es aplicable a este sector. Por ejemplo, preguntarse si en ellos es válida la idea de que viven procesos de fuerte trasformación cultural, si están abandonando sus identidades tradicionales y formando identidades híbridas, transnacionalizadas y deslocalizadas, como se ha escrito para muchos otros jóvenes".

La investigadora hizo la acotación de que en ese proceso de criminalización que se hace sobre los jóvenes en general, los indígenas tienen como agregado el estigma de pertenecer a grupos culturales inferiorizados y subordinados, por lo cual son más propicios a ser víctimas de la violencia institucional, discriminación e injusticia.

En la primera parte del libro se narra la situación general de los jóvenes indígenas, en contextos nacionales fuertemente caracterizados por la asimetría y la desigualdad, algunos de los cuales actualmente desarrollan una lucha por el reconocimiento.

Sobre México, Maya Lorena Pérez Ruiz escribe un panorama nacional sobre la situación de los jóvenes indígenas urbanos, y Laura Valladares, discute la situación de las mujeres indígenas frente al reconocimiento de sus derechos humanos y de género.

De la situación en Chile escriben Milka Castro Lucic, Gemma Rojas Roncagliolo y Carlos Ruiz Rodríguez; y sobre Ecuador lo hace Alexis Rivas Toledo, autores que además de señalar las condiciones generales de los jóvenes en sus países, analizan los crecientes procesos políticos en los cuales éstos participan para reivindicar derechos propios e incidir en la vida política nacional.

"Otro aspecto que comparten los jóvenes indígenas es que forman parte ahora de los fuertes procesos migratorios que los llevan fuera de sus comunidades, ya sea por falta de opciones laborales, por su deseo de estudiar, de explorar el mundo y acceder a nuevas pautas de vida y consumo, o porque no encuentran espacios para su desarrollo y participación en el seno de las comunidades de origen", indicó.

En las ciudades, abundó, el arribo de miles de jóvenes indígenas también ha sido motivo de preocupación ya que, además de generar necesidades de escolaridad, servicios, esparcimiento, etcétera.

Su presencia, agregó, ha generado nuevos procesos de identidad y sociabilidad, mismos que se expresan en la formación de nuevos grupos sociales que son portadores de las llamadas identidades y culturas juveniles, muchas de ellas organizadas en bandas incluso delincuenciales y en oposición al sistema establecido.

Otro aspecto que comparten los jóvenes indígenas de América Latina, es el creciente interés que suscitan como sector en el campo de la política, ya sea como nacientes electores, como recurso estratégico para el desarrollo, actores de movimientos sociales y posibles candidatos para engrosar las filas de la guerrilla opositora a los regímenes gubernamentales.

"De allí que cada vez más sean sujetos prioritarios de políticas públicas, pero también de las iglesias y las ONG. Respecto al ámbito político, es importante decir que muchas de las luchas políticas indígenas contemporáneas están también en manos de los jóvenes, de modo que ellos son también el sector de población más activo políticamente dentro de sus colectividades", advirtió.

Lejos de poner el acento sólo en el conflicto y el cambio cultural asociado con la globalización y la migración a las ciudades, los autores que participan en el libro se introducen en los complejos procesos de negociación entre el cambio y la continuidad de las culturas y las identidades.

De ese modo es que se matizan, se contextualizan y se discuten nociones como hibridación, desterritorialización, transnacionalización y deslocalización, ampliamente utilizadas para explicar los procesos culturales contemporáneos.

Demandan comunicadores indígenas reserva del espectro radioeléctrico

Oaxaca, Oax., (AIPIN).- La reserva del espectro radioeléctrico, es una de las demandas centrales al ejecutivo federal, de los radialistas indígenas, de Puebla, estado de México, D. F. Michoacán, Oaxaca, Quintana Roo y Chiapas, reunidos en la ciudad de San Cristóbal de las Casas, Chiapas.

En el marco de la tercera sesión de trabajo del Grupo de Trabajo del Programa para el Ejercicio de los Derechos de los Pueblos Indígenas a Administrar, Adquirir y Operar Medios de Comunicación, los periodistas plantearon su interés en que a sus emisoras se les otorguen los permisos correspondientes.

El taller convocado por el grupo Redes, tiene entre otros, el objetivo de revisar y acordar una propuesta de procedimiento para el trámite de permisos de radiodifusión para pueblos y comunidades indígenas.

La exigencia de la reserva del espacio radioeléctrico para las radios, es un resolución del II Congreso Nacional de Comunicación Indígena, realizada en el Palacio Legislativo de San Lázaro, el pasado mes de noviembre.

En ese II CNCI, los comunicadores solicitaron el uno por ciento del presupuesto de Comunicación Social de la Presidencia de la República , como un financiamiento inicial que permita el fortalecimiento de los medios indígenas.

Los asistentes a la reunión en San Cristóbal, reiteraron que el Estado mexicano como rector y administrador de los bienes públicos de la nación, debe ser un árbitro neutral en la repartición del espectro radioeléctrico, haciendo a un lado la complicidad actual en beneficio de cinco familias que ostentan el 90 por ciento de las frecuencias.

Durante el encuentro, los comunicadores insisten en su demanda a la Cámara de Senadores en el sentido de su responsabilidad de efectuar las reformas a la Ley de radio y televisión así como a la de telecomunicaciones, en donde quede incluido el reconocimiento al derecho a la información y comunicación de los pueblos indígenas.

De manera específica, los periodistas reclaman al Estado mexicano las modificaciones al artículo 2º de la Constitución Política , para reconocer a los pueblos indígenas sujetos de derecho público, tal y como se establece en los Acuerdos de San Andrés Larrainzar, firmados el 16 de febrero de 1996, entre el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el gobierno de México.

La reunión concluyó este fin de semana con el arribo de funcionarios de la Secretaría de Gobernación, Cofetel y SCT, ante quien los talleristas expondrán las conclusiones.

Alertan en México sobre necesidad de preservar lenguas autóctonas

Ciudad de México, DF., (Prensa Latina).- Especialistas del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) llamaron a emprender acciones para conservar las lenguas autóctonas de México, donde hoy peligran con la extinción un centenar de dialectos nacionales.

De acuerdo con los expertos de esa insitución, un 30 por ciento de la diversidad lingüística del país corre peligro de perderse para siempre, debido a los pocos parlantes que las practican y la sustitución de esas formas de comunicación por la expansión del español.

Existen algunos de esos dialectos que actualmente sólo lo dominan menos de mil personas, quienes en su mayoría viven en condiciones muy complicadas y se les dificulta la transmisión de sus valores tradicionales a las nuevas generaciones.

El propio director del INALI, Fernando Nava, afirmó que esa institución mantiene una activa acción contra la discriminación frente a quienes hablan alguna de las lenguas prehispánicas y ante el desinterés de integrantes de las propias etnias, debido a la falta de estímulos a sus costumbres.

Las lenguas indígenas, como parte de la diversidad cultural mexicana, tienen una antigüedad milenaria en el entorno nacional y forman parte del espacio sociopolítico e histórico del país, aspecto que no esta presente en la visión de muchas personas, añadió Nava.

Seis millones de mexicanos, entre los más de 100 de habitantes del país, dominan alguno de los idiomas minoritarios de las 364 variantes lingüísticas que existen a lo largo del territorio nacional.

Los pueblos indígenas siguen en el abandono, Catarino Torres Pereda

Ciudad de México, DF., (La Jornada).- Pese a lo que se diga en los discursos los pueblos indígenas del país, siguen en el “abandono”, particularmente los campesinos, los que enfrentan políticas sociales y agrarias “discriminatorias”, por lo cual con este sector el gobierno continúa “en deuda”, planteó Catarino Torres Pereda, integrante de la comisión política nacional del Comité de Defensa Ciudadana (Codeci), quien anunció que a raíz de esta situación más de 10 mil campesinos indígenas se movilizarán hacia el Distrito Federal en lo que se denominará la Marcha Indígena Nacional por la Dignidad y Contra el Hambre.

En entrevista Torres Pereda puntualizó que lo anterior fue acordado por la Asamblea Nacional del Codeci, organización campesina e indígena con presencia en Veracruz, Oaxaca, Hidalgo, Tlaxcala, Chiapas y Tabasco y precisó que a esta reunión acudieron más de 40 dirigentes estatales y se contó con la presencia de 300 delegados.

Esta marcha, que partirá desde Puebla hacia Los Pinos, participarán principalmente indígenas chinantecos, zapotecos, mixtecos, huaves, cuicatecos, mazatecos, nahualts, totonacos, huastecos, tzotsiles, mixes, los cuales “están dispuestos a caminar más de 100 kilómetros para llamar la atención del pueblo de México respecto a la gran deuda que se tiene con los pueblos indios, y para hacer patente que la reforma a la Constitución en materia de derechos y cultura indígena es letra muerta, así como la transformación del Instituto Nacional Indigenista han sido solo la continuidad de un engaño permanente por parte del gobierno mexicano”.

Dicha manifestación se efectuará el próximo 26 de enero, indicó el dirigente, quien hizo hincapié en que lo que demandan es una “transformación de la política social y agraria; que el presupuesto agropecuario se reparta de manera equitativa.

En suma que el gobierno volteé hacia los pueblos indios, porque si el campesinado nacional sufre problemas, el sector indígena los padece al doble o triple”.

Tras confiar que una comisión será recibida por el presidente Felipe Calderón, Torres Pereda insistió en que “las causas que determinaron el levantamiento armado en Chiapas siguen vigentes” y apuntó que los pueblos indígenas participantes en la marcha “venimos decididos a ser escuchados”.

Añadió que lo que buscan es que las secretarías de Agricultura, Salud, Desarrollo Social, Conagua y la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) reestructuren sus programas sociales y reglas de operación de estos esquemas, porque actualmente éstas no permiten que los recursos lleguen como deben a las comunidades indígenas” y expuso que es urgente una repartición más equitativa de los recursos destinados al campo.

“En el Programa Especial Concurrente del agro sólo alrededor de 5 por ciento de sus recursos se destinan a comunidades indígenas, esto quiere decir que hay una discriminación total y además de que nos dan pocos recursos, instancias como la CDI en 2008 tuvo un subejercicio promedio de 2 mil millones de pesos de los 7 mil que tenía que ejerce, y ese dinero que no utilizó fue reetiquetado para otras dependencias que no aplicaron los recursos en las áreas indígenas”, comentó.

Comentó que la Asamblea Nacional del Codeci determinó que las políticas del gobierno hacia el sector “en nada han incidido en el desarrollo de los pueblos indios, pues estos siguen igual que hace 500 años” y por ello los pueblos representados en dicha asamblea señalaron que “lo correcto no es quedarse cruzados de brazos y ver como el hambre, la migración, el desempleo, la corrupción y la inequidad del gobierno arrase con sus familias, por ello tomamos la decisión de exigir a Calderón a que nos escuche”.

Leña a cambio de alimentos, el trueque entre indígenas mexicanos


Foto de Andrés A. Solis

Santiago Tianguistenco, Méx., (Univisión).- En el mercado mexicano de Santiago Tianguistenco, a unos 60 kilómetros de la capital y habitado principalmente por indígenas de escasos recursos, la moneda de cambio es la leña y el trueque se hace con "palitos" por alimentos, jabón, ropa y juguetes.

"Desde que estaba chiquita ya existía el mercado. Venimos cada semana por comida, ropa, por nuestras cositas", dice una mujer indígena que carga un montón de leños en una larga fila para cambiarlos por manitas de cerdo cocidas, un suculento platillo mexicano.

Al frente de la línea, varias mujeres regatean buscando el mejor trato y llevarse al menos dos manitas de cerdo, humeantes aún en la fría mañana, por una docena de leños.

"¿Quiere puros buenos? Pues están buenos, ya los traigo limpiecitos", dice una mujer al defender la calidad de su leños o "palitos", como les dicen los indígenas que, todos los martes, día de mercado, inician la jornada desde la madrugada para subir a recoger leña a los montes cercanos.

En otros puestos, improvisados en camionetas o plásticos colocados sobre la tierra, cambian dos palitos por una naranja o diez por tres cucharones de arroz ya cocinado o guisos de nopal, puerco o huevo.

Otros artículos comerciados mediante el trueque son el jabón para ropa de medio kilo a 25 palos, un kilo de frijol, sal o azúcar por 50, un litro de aceite por 100, ropa usada a 10 por prenda, muñecas o peluches viejos por cinco, entre otros.

Pero las mujeres, de las etnias náhuatl, otomí y tlahuica, que llevan la leña rehúsan dar su nombre y huyen de la cámara fotográfica. "¿Para qué quiere mi nombre? Ya sé luego pa' que lo usan", alega una.

"Hace cuatro años vino la policía y se los llevó a todos, como a 300. Los acusaron de tala clandestina y por eso tienen miedo", explica a la AFP Ernestina Ortiz, del Consejo Indígena del Trueque, organización que agrupa a integrantes del mercado.

La tala ilegal de los bosques es un delito que se castiga con cárcel y los taladores clandestinos abundan en el Estado de México (centro), vecino de la capital del país y conocido por sus zonas boscosas.

"Pero no talan el monte, recogen los árboles que están ya caídos. Viven del monte, es cierto, pero también lo alimentan, lo limpian de madera muerta y plantan árboles", añade Ortiz.

Este mercado de trueque que se erige en las afueras de Santiago es más antiguo que la fundación del poblado, en 1820, y da nombre a la comunidad ya que "Tianguistenco" significa en náhuatl "a la orilla del mercado".

"El trueque de leña es parte de la cultura del pueblo. Vienen más de 300 indígenas de las comunidades más pobres y si no los dejan traer su madera, no comerían", explica Ortiz.

El trueque tiene sus reglas: los maderos miden tres palmas de la mano de largo, un puño de circunferencia y dos unidades equivalen a un "cambio". Un montón de leños de aproximadamente un metro de largo por 0,50 de alto forma una "carga", que puede dar de comer por una semana a tres personas.

Las autoridades y el Consejo Indígena del Trueque han establecido una tregua y el mercado ya no es acechado por la autoridad, aunque no faltan policías que sobornen a los indígenas.

Los vendedores de las comunidades vecinas que cambian productos por leña se muestran menos reticentes, pues ellos no son los que traen la madera y, aunque la reciben, gran parte la vuelven a cambiar.

"Yo traigo nopales, habas, pescaditos guisados y a mí me dan palos que ocupo para mi lumbre porque el gas está muy caro. Algunos palos los cambio por sal, azúcar, sopita de pasta y jabón", explica Julia Mejía, de 62 años.

Otros afirman que acuden sólo por preservar la tradición del trueque como Arturo Rosales, de 60 años, que semanalmente monta un puesto de ropa usada, muñecas, peluches, frascos de vidrio y jabón, entre otros artículos.

"Compro, cambio y vendo de todo. Lo que se trata es de convivir, de hacer feliz a la gente, que se lleve unas cositas. Si esto fuera negocio, no sobrevivimos. Tengo cositas que ya no uso y las traigo. Las cambio por unos palos y la gente sonríe", explica.

A punto de desaparecer el lenguaje Ayapaneco

Villahermosa, Tab., (La Verdad del Sureste).- El ayapaneco, lengua indígena de la comunidad Ayapa en Jalpa de Méndez, Tabasco, está a punto de desaparecer, solo la conservan dos personas; en el país es el la que presenta el mayor peligro de extinción, después siguen, dentro del grupo de lenguas yumanas, el quiligua de Baja California y el ixcateco de Oaxaca, con alrededor de diez hablantes.

Dio a conocer ayer lo anterior, el doctor Nava López, director general del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, maestro en Lingúistica y doctor en antropología, investigador de la especialidad de Lingüistica del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM del Instituto Nacional de Bellas Artes y del Colegio de México.

El doctor Nava López y el abogado Fabricio Julián Gaxiola Moraila, ofrecieron ayer, sendas conferencias en relación a las lenguas indígenas, el derecho a las lenguas indígenas y su relación con las políticas públicas, a la que asistieron funcionarios, jueces y magistrados del Tribunal Superior de Justicia y profesores y funcionarios de la Secretaria de Educación Pública.

Durante su conferencia, el especialista habló de la necesidad, urgente, de implementar políticas, no solo para conservar nuestras lenguas como parte de nuestro patrimonio cultural, sino para las actividades cotidianas dentro de los espacios de la educación, la salud y la justicia

Si no alcanzamos la madurez institucional de atender a nuestra población, la incomprensión lingüística, lleva a la pérdida de vidas, en una relación médico-paciente; en el ámbito de la justicia, si no avanzamos en nuestros aparatos de impartición de justicia, se pueden tener inocentes en las cárceles y culpables en la calle.

También si no fortalecemos nuestros esquemas de educación, haciendo uso de las lenguas indígenas, no se estará impulsando el desarrollo intelectual de los niños y estaremos vulnerando a las poblaciones, reproduciendo un esquema de asimetría sociocultural, aseguró durante la entrevista que permitió al término de su exposición.

La perdida de lenguas indígenas es un fenómeno mundial afirmó el especialista, lo importante es que México es de los países que tiene la legislación más avanzada para reconocer y defender las lenguas indígenas.

-¿Se aplica la ley? Se preguntó

Como no, nosotros tenemos la práctica gubernamental de atención a las lenguas indígenas con más historia institucional, hay avances en el ámbito de la educación, de la salud y la justicia con un enfoque intercultural que favorece la conservación de las lenguas y la diversidad cultural en general.

-Cuáles son las lenguas que más hablantes tiene en el país?

La maya, lengua hermana de las que se hablan en Tabasco como el chontal y el chol; algunas variantes del náhuatl le siguen en número, como las que se hablan en la Huasteca de Veracruz, San Luis Potosí e Hidalgo y también, de la familia maya, las que se hablan en Chiapas: el tzeltal, tzolzil y el tojolabal.

De esas siguen otras de la familia otomangue: el mixteco, y el zapoteco en algunas de sus variantes y el purépecha de Michoacán, es de los grupos que tiene más d 100 mil hablantes.

Por el lado de las lenguas que están con pocos hablantes, tenemos que en Tabasco el ayapaneco de la familia mixe-zoque es de las que tiene menos número de hablantes (2).

Nosotros como Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, contamos con un comité consultivo para la atención de las lenguas indígenas en riesgo de desaparición y estamos en la idea de poder contar con mucha voluntades para que el ayapaneco pudiera subsistir.

-¡Que tantas posibilidades hay para recuperar esa lengua?

Primero necesitamos conocer la voluntad de los últimos hablantes para que, con su participación pudiera haber algún programa, por lo pronto trabajamos con ellos en el desarrollo de la documentación para el caso de que estas personas tuvieran la

Lo que tenemos ahora con ellos, es el desarrollo de la documentación que necesitaríamos en caso de que estas personas tuvieran la disponibilidad de participar en un programa de revitalización.

Mencionó el doctor Nava López que pronto saldrá a la luz un libro de poesía del escritor chontal Alejandro Domingo, como una de las estrategias con las que se puede fortalecer la lengua chontal.

El doctor Enrique Fernando Nava afirmó que aún la lengua maya con el número de hablantes mayor en todo el país, podría desaparecer en dos generaciones más o 50 años, si, tomando en cuenta el censo del año 2000 al 2005, sigue el mismo ritmo de desplazamiento.

Ojalá que los propios mayas, con voluntad, que sabemos que existe, pudieran revertir esa tendencia, dijo.

Explicó que un mayor número de hablantes no es garantía para que una lengua sobreviva y mencionó que idiomas como el seri que hablan menos de mil personas, la hablan todos “hasta que se acabe el sol”.

Lo importante es que las generaciones adultas le hablen a sus hijos y que las condiciones socioculturales favorezcan la transmisión transgeneracional, de las generaciones infantiles para lo cual se necesitan los espacios de desarrollo integral que favorezcan.

-En cuanto a políticas públicas, ¿qué se necesita?

Hay que afinar nuestras políticas públicas, mejorar lo que hemos hecho en salud, lo que estamos haciendo en justicia y lo que se hace en educación. para lograr mejores condiciones y apoyar el desarrollo intelectual de las comunidades indígenas.

Planteamos medidas urgentes en los espacios de salud, justicia y educación, porque, en el caso de salud, vidas están de por medio, si no se alcanza la madurez institucional, porque si no se atiende a la población con la pertinencia lingüística se pueden perder vidas ante una incomprensión lingüística en la relación médico paciente.

En relación a la justicia, si no avanzamos en nuestros aparatos de impartición y administración de justicia, podremos tener inocentes encarcelados y culpables en la calle, lo cual vulnera a la sociedad.

En el ámbito educativo, si no fortalecemos nuestros esquemas de educación, haciendo uso de las lenguas indígenas, no estaremos fortaleciendo el desarrollo intelectual de los niños y estaremos vulnerando a las poblaciones, reproduciendo un esquema de asimetría sociocultural.

-En la pérdida de las lenguas indígenas ¿Qué papel juegan los medios de comunicación?

La radio y la televisión son espacios donde particularmente son espacios donde generalmente se ha reproducido la inequidad y la discriminación social.

Pensemos, ¿cuántas lenguas indígenas y en qué proporciones se usan todos los días en esos medios? Entonces como ciudadanos, funcionarios, dueños y participantes de estos medios, en la medida de lo posible, tenemos que contribuir a revertir esas tendencias de discriminación.

-¿Son necesario más recursos para conservar nuestras lenguas?

Como tantos funcionarios siempre anhelamos a contar con más recursos, por lo menos los que por ley nos corresponden, siempre los consideramos limitados. En el caso particular de las lenguas indígenas, el INALI se ha visto favorecido con más recursos.

Sin embargo lo que tenemos que tener presente es que además de las instancias federales, necesitamos canalizar recursos para el fortalecimiento de estos aspectos culturales a nivel estatal y a nivel municipal, pero no tenemos en todo el país la misma respuesta.

-Se le preguntó si hay descuido de parte de las autoridades en la educación que se imparte en las comunidades indígenas, con respecto a las lenguas.

No es tanto el descuido, lo que necesitamos es reorientar los esfuerzos, porque tenemos desde hace 30 años un modelos bilingüe que no ha mostrado ser el mejor, en relación a lo que el INALI propone que es un modelo donde se le de mayor importancia a la lengua materna y el español se enseñe como segunda lengua.

En la práctica, lo que hemos tenido es el español siempre por encima de las lenguas indígenas, mientras que nuestra propuesta va en el sentido de que, la lengua indígena sea el vehiculo de instrucción y el español en el esquema de una segunda lengua, solo así mejoraría la situación.

El antrópologo y lingüista afirma que lo que ha hecho la Secretaria de Educación de Michoacán es un ejemplo, ya que casi el cien por ciento de la currícula escolar, es decir casi todos los libros gratuitos de primaria, están escritos en lengua purépecha.

Es el mejor modelo educativo que hay en nuestro país, afirmó, desde el punto de vista del desarrollo intelectual e identidad de ese pueblo indígena.

Hay otras experiencias como la de los totonacos de Puebla en donde hay preocupación de que en la currícula escolar esté presente la lengua materna y el español como segundo idioma.

Que hubiera pasado si a nosotros nos hubieran dado libros en inglés para las matemáticas, para la geografía y un libro en donde hubiera un poquito de español, no fue así, por eso hemos crecido como pueblo, me refiero a los hispanohablantes.

Precisamente bajo esa lógica, nosotros proponemos que los niños sean educados con libros y materiales escritos en su lengua correspondiente, en función también de una integración intercultural con los demás mexicanos con un programa de español como segunda lengua.

Y para los niños hispanohablantes, proponemos también una lengua indígena como segunda lengua. Esto está en nuestro programa institucional y se puede consultar en la página del INALI ( www.inali,gob,mx-)

En esa página se puede rastrear el programa para la revitalización, el fortalecimiento y el desarrollo de las lenguas indígenas nacionales 2008-2012, en el capitulo 4 viene esta propuesta del modelo del multilingüismo.

Tenemos una grave inercia, en el sentido de todavía el español aparece como un idioma superior a las lenguas indígenas, y hay que romperla, si queremos poner en práctica la equidad.