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11 ene 2011

Inician trabajos para restaurar imágenes religiosas dañadas por incendio

Por René López, corresponsal
 
Santo Domingo Huendio, Oax.- A raíz de un incendio, tres piezas que significan historia y belleza, el Cristo, señor de los milagros, la Virgen del Rosario y un Exvoto;  son parte de trabajos restauración que iniciaron en la iglesia del siglo XVI de la población de Santo Domingo Huendio, Tlaxiaco, Oaxaca, por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia y la fundación Harp Helú.

Es recuperar a un ancianito con sus mismos años y características, no se trata de cambiar nada, ni ponerle brillo a las imágenes católicas que existen en esta iglesia, pero sí de conservar su historia, dio a conocer, Luis Huidobro Salas, Coordinador de Restauración del INAH, quien dijo que estos se realizan a interés de la comunidad en la conservación de su patrimonio.

Una largo procesión de gestión, un planteamiento de conservación, no la reparación o remodelación de las obras, sino realmente recuperar el pasado histórico a través de la recuperación de su patrimonio cultural, lo que también implica dar vida a sus bienes monumentales, como sus templo, la cueva santuario de la Virgen de Guadalupe, entre otros.

A raíz del incendio que según cuenta la gente sucedió en los años 40s se están conservando estas tres imágenes importantes, pegando los elementos desprendidos, dedos, pintura, y otros fragmentos.

Se está dando mayor presentación en las exfoliaciones de la capa dorada, no se están pintan totalmente o poniendo nuevos, sino conservar la esencia del pasado a través de los materiales que utilizaron los artistas del pasado, como el oro, carbonato de calcio.

Se está tratando que la intervención a los monumentos sea notoria, reversible y no la falsificación con lo que también se interviene un exvoto donde hay un pequeño Cristo, único en la región Mixteca, es una ofrenda que los gentiles hacían a sus Dioses, las que se depositaban en los santuarios o lugares de culto.

Para recuperar el pasado histórico, en la iglesia del siglo XVI de Santo Domingo Huendio, iniciaron los trabajos restauración con una inversión de más de cien mil pesos, cooperando, la fundación Harp Helú, el ayuntamiento de Tlaxiaco y la comunidad.

Esta iglesia formó parte de una capilla abierta, el techo era de madera, pero a raíz de un incendio se perdieron retablos, abombamientos, custodias, cupones entre otros objetos existentes en este templo del siglo XVI.

La gente cuenta que algunas otras obras importantes también se fueron perdiendo, una  historia que se repite como en otros lugares, donde hay gente malintencionada que les cambiaron sus imágenes por otras de yeso o fibra de vidrio. 

Así tres imágenes católicas importantes y únicas, viejitas con sus historias conservaran su mayor valor, entre ellas al santo patrón, señor milagroso de los trabajos, exvoto donde hay un pequeño Cristo, piezas únicas por su belleza.

Desaparecen lentamente popolucas en Veracruz

Xalapa, Ver., (Imagen del Golfo).- El Atlas de los Pueblos Indígenas de México de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) admitió la precariedad en que viven los Popolucas de Veracruz, donde se concentra el 96 por ciento de esta etnia: se ha reducido la producción maicera en favor de los cultivos forrajeros y comerciales; se han visto obligados a rentar sus tierras a los ganaderos particulares, por lo que muchos de ellos dependen, a través del sistema de aparcería, de los ganaderos y “caciques” locales. Es más, su vestimenta prácticamente se ha perdido.

El texto describe que los popolucas se consideran a sí mismos como los hijos de homshuk, el dios del maíz, y se identifican más con el vocablo popolucas, que por los términos nativos de núntaha’yi, tuncapxe, yaac avu, nuntajuyi o el de anmati, palabras que denotan su filiación lingüística. También han sido llamados olmecas, zoque-popolucas y mixe popolucas.


Explica que la lengua popoluca deriva del tronco mixe-zoque; el popoluca de la sierra y de texistepec tienen más cercanía con el zoque, en tanto que el popoluca de Sayula y de Oluta con el mixe.


Añade que el XII Censo General de Población y Vivienda (2000) registró 38 mil 139 hablantes de popoluca en el país, siendo Veracruz su más importante asiento con 36 mil 643 personas hablantes de esa lengua, es decir, el 96 por ciento del total nacional.


LA GEOGRAFÍA


La región istmeña de Veracruz –explica el texto- se caracteriza por ser un espacio relativamente plano, que comienza a ser interrumpido por las estribaciones serranas que corresponden al Sistema Montañoso de los Tuxtlas y se asigna como su punto más alto el volcán de San Martín con una altitud de mil 764 metros sobre el nivel del mar.


La franja montañosa ocupada por los popolucas es conocida como la sierra de Santa Martha, en ella se ubica de manera destacada la población de Soteapan a 499 metros sobre el nivel del mar. Por su lado, Sayula se ubica en la zona más plana a 138 metros de altitud.


LAS CARENCIAS


“Debido a un proceso de transformación de la actividad productiva, que pasó de la agricultura a la ganadería en el istmo veracruzano, el espacio popoluca también se ha transformado; se ha reducido la producción maicera en favor de los cultivos forrajeros y comerciales. Los ejidatarios popolucas se han visto obligados a rentar sus tierras a los ganaderos particulares o a los mestizos que no se dan abasto con sus superficies de pastura, por lo que muchos de ellos dependen, a través del sistema de aparcería, de los ganaderos y caciques locales”, subrayó.


LAS PÉRDIDAS 


El Atlas de los Pueblos Indígenas de México de la CDI menciona además que la vestimenta tradicional que consistía en una manta tejida de algodón que se enrollaba en la cintura, sujetada con una faja que también era tejida, quedando el torso desnudo, se ha perdido.


“En nuestros días, prácticamente ha desaparecido entre las mujeres popolucas este tipo de indumentaria, conservándola sólo las mujeres nahuas de la región”.


Ahora usan vestidos de faldas amplias y de colores intensos de confección casera, delantal y rebozo. Pocos hombres usan el típico calzón de manta, aunque todavía calzan huaraches tanto hombres como mujeres.


Finalmente menciona que además de la religión católica, los popolucas conservan algunas ceremonias de origen prehispánico, con relación a las actividades agrícolas, la caza y la pesca, venerando al huracán, dios del viento y a homshuk, el dios del maíz entre otras deidades menores.