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23 ago 2008

Cierra PGJEV caso del asesinato de indígena Susana Xocua

Jalapa, Ver., (CIMAC).- A poco más de un mes de la exhumación de la indígena nahua Susana Xocua Tezoco, la Procuraduría General de Justicia en el Estado de Veracruz (PGJEV) declaró que las causas de su muerte fueron naturales, pues fue una pancreatitis lo que le quitó la vida, aseguró el subprocurador de asuntos indígenas en Veracruz, Rubén Darío Mendiola.

El análisis de los resultados obtenidos de la exhumación del cadáver de Susana Xocua, dijo, “muestran las verdaderas causas de su muerte”, versión que ya se había difundido de manera arbitraria por las autoridades cuando fue encontrado su cuerpo el pasado 25 de mayo en un maizal del municipio de Zongolica, donde aproximadamente 250 habitantes de la comunidad afirmaron que mostraba signos de violencia sexual y tortura.

En conferencia de prensa, el funcionario estatal informó que la familia de Susana Xocua tiene 10 días hábiles, a partir del anuncio del dictamen, para presentar alguna inconformidad con el Poder Judicial, en caso de no estar de acuerdo con esta resolución y solicitar así el uso de un recurso de revisión.

No obstante, comentó, desde su punto de vista, el caso ya puede considerarse como cerrado, pues el resultado de la necropsia realizada por la PGJEV, en colaboración con peritos del Distrito Federal, “muestran claramente que no murió por tortura y mucho menos por violación”.

Sin embargo, apenas el pasado mes, el secretario de Asuntos Indígenas del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Juan Carlos Mezhua Campos, denunció la desaparición de las muestras tomadas por la PGJEV, e informó de un comunicado que recibió por parte de Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), donde se deslindaba de su participación en la exhumación del cadáver.

Esta es la segunda vez que la muerte de una mujer indígena de Zongolica, ocurrida en condiciones extrañas, quedará sin una resolución que convenza a los deudos, a la comunidad nahua a la que pertenecía y a diversos organismos de la sociedad civil, como sucedió con la adulta mayor Ernestina Ascencio cuya muerte, que a más de un año de haber sido encontrada también en la misma zona con claras muestras de violación sexual y tortura su muerte, fue declarada por causas naturales, a pesar de que ella declaró en su idioma que había sido atacada por militares.

EL PROCESO DE EXHUMACIÓN

El 11 de mayo, Cimacnoticias informó sobre la preocupación de la familia de la señora Susana Xocua en el sentido de que se repitiera con ella el caso de la indígena Ernestina Ascencio, razón por la cual solicitaron que expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y no la Procuraduría General de Justicia de Veracruz, fueran quienes analizaran y dictaminaran en la necropsia de su familiar.

En aquella ocasión, los familiares informaron que la PGJEV solicitó exhumar el cuerpo de la señora Susana Xocua y practicar la necropsia que no hicieran al momento de encontrar su cuerpo, para comprobar que su muerte no se debió a la tortura y violación, como afirmaba la comunidad.

Fueron los antecedentes del caso de Ernestina Ascencio los que motivaron a la familia de Susana Xocua para solicitar entonces la participación de especialistas de la UNAM en este proceso, con el objetivo de evitar que se cometiera una injusticia en contra de la mujer que casi 250 testigos aseguraron que la vieron muerta en el maizal con señales de violación sexual y tortura.

Ante los reclamos de familiares y vecinos de la señora Susana Xocua, la PGJEV aceptó continuar con las investigaciones que ya había concluido, luego de declarar que su muerte fue causado por un “estrangulamiento de cistocele”, dictamen que sostuvo a pesar de no haber realizado necropsia alguna hasta ese momento.

A pesar de los esfuerzos de la comunidad y familiares de la mujer fallecida, y de la participación –según dijeron las autoridades judiciales de Veracruz-- de la PGJDF, hoy el dictamen favorece a las autoridades locales que desde un principio descartaron que la muerte de Susana Xocua fuera por tortura y violación.

Queda el testimonio de 250 habitantes de la comunidad donde vivió Xocua --así como el expediente del Programa Oportunidades, donde fue considerada como una persona sana-- quienes la hallaron muerta, 24 horas después de su desaparición, tirada en un maizal, con las piernas abiertas, sangre y claras muestras de tortura.

AVALA DIPUTADA PRIISTA DICTAMEN

Ante el anuncio de la “muerte natural” de Susana Xocua, la diputada Dalia Pérez Castañeda, del Partido Revolucionario Institucional (PRI) e integrante de la Comisión de Equidad, Género y Familia en la entidad, órgano encargado de resguardar, promover y defender los derechos humanos de las mujeres, avaló el dictamen de la Procuraduría estatal.

La legisladora afirmó en entrevista que tanto ella como sus compañeras en la LXI Legislatura, así como integrantes del Instituto Veracruzano de la Mujer tuvieron la oportunidad de cuestionar al procurador general de Justicia, Salvador Mikel Rivera, sobre este resultado.

Afirmó que en la reunión con el Procurador, ofrecieron detalles de la investigación correspondiente al caso de la señora Susana Xocua, proceso en el cual la declaración de sus familiares habría sido pieza clave para llegar al dictamen que la Subprocuraduría de asuntos indígenas diera a conocer horas antes.

Pérez Castañeda dijo también que el Procurador se refirió a la pancreatitis que, según la necropsia de las autoridades, mató a la mujer: “Ellos (la familia) dijeron que la señora Susana se quejaba de dolores abdominales y nunca quiso ir a “checarse” con un médico, lo que es entendible por el uso y costumbres de la región”.

Al cuestionársele sobre las similitudes entre este caso y el de Ernestina Ascencio, indígena muerta en circunstancias parecidas también en la sierra de Zongolica, Pérez Castañeda dijo que no pueden compararse, sobre todo porque en uno los familiares de la fallecida aseguran que hubo declaraciones de la señora antes de morir, en las que señaló a los presuntos responsables, mientras que en el otro es precisamente la familia quien admite del descuido de la señora Susana con su propia salud.

La reiterada incidencia del PRD en este caso, consideró la integrante de la Comisión de Equidad, Género y Familia del Congreso local, no se debe al afán de desprestigiar a las autoridades de Seguridad Pública en el estado, “simplemente era exigir el esclarecimiento a la muerte de la señora Susana Xocua y la impartición de justicia al creer que se trataba de un crimen”.

La diputada priista no descartó la posibilidad de hacer un llamado de Alerta de Género para Zongolica, acción estipulada en la recién aprobada Ley de Acceso de las mujeres a una vida libre de violencia, aunque señaló que los asesinatos de mujeres no se han presentado exclusivamente en esta zona del estado.

Será responsabilidad de las autoridades tomar esta acción, dijo la legisladora priista, mientras tanto, ya se le entregó al Procurador documentos que muestran el índice de violencia en contra de mujeres que prevalece en el estado, entre ellos publicaciones de medios de comunicación que han mostrado de manera oportuna muchos de estos casos.

Pero debido a la falta de datos de todos los estados en cuanto a homicidios de mujeres, puntualizó, no se puede obtener un diagnóstico de Veracruz en ese sentido, concluyó.

Afirma poeta que la literatura indígena está en pleno renacimiento

México, DF., (Notimex).- El poeta nahua Natalio Hernández todavía lo tiene fresco en la memoria: "la revelación poética se me presentó en 1980.

Estamos hablando de hace casi 30 años y fue por una necesidad de sobrevivencia. "Empecé a radicar en la Ciudad de México en 1978, porque fui nombrado subdirector de Educación Indígena de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

Mi residencia permanente en la capital me provocó un conflicto de identidad muy fuerte, el cual se sumó a las presiones de trabajo que tenía como funcionario", añadió.

Y continuó: "venía de un movimiento indígena, en el que había tenido plena libertad para moverme y expresarme.

Pero como funcionario debí ajustarme a ciertas formas de conducción personal que restringían mi conducta habitual.

"Además, el cambio del medio rural al urbano me hacía sentir que estaba muy lejos de mi tierra natal, Lomas del Dorado o Naranjo Dulce, en Ixhuatlán de Madero, en la Huasteca.

Todo esto me provocó un conflicto emocional muy fuerte y la poesía se me ofreció como el espacio idóneo para expresarme libremente", señaló.

Recordó que entonces comenzó a escribir ensayos muy cortos para presentarlos en foros académicos; "el primero, que resultó muy difícil para mí porque no había escrito ninguna ponencia, `Los maestros indígenas para la educación bilingüe y cultural", me permitió confrontarme conmigo mismo en el rol de maestro bilingüe y dirigente, y me obligó a pensar, lo cual resultó muy interesante y alentador".

Fue a partir de entonces, en 1978, cuando empezó a escribir en prosa, específicamente para la reflexión, y dos años después emergió la poesía, abundó el escritor, en quien es evidente el uso exacto del español.

Dijo que la poesía es el espacio donde se descargan las neurosis, las tensiones, "ayuda mucho para que la gente pueda salir de esa situación.

En mi caso, y en el de otros escritores, la poesía actúa como una terapia y ayuda a superar las tensiones".

En la poesía de Natalio Hernández son recurrentes los temas de la naturaleza, que apuntan a la herencia de la poesía náhuatl e indígena.

"Si revisamos la poesía antigua o clásica náhuatl, hay una relación estrecha entre el hombre y la naturaleza, entre el hombre y el cosmos, y el hombre y su entorno social.

Eso me marcó, pero también me marcó la vida cotidiana contemporánea, especialmente lo que viví en mi infancia".

Natalio Hernández relata que hace 50 o 60 años la Huasteca era un vergel, "un lugar en donde la naturaleza estaba fuertemente ligada a la gente y a la vida cotidiana de la población.

Ese fue mi caso, porque crecí en un ambiente de ceremonias y ofrendas al maíz, a los dioses del cerro, donde las flores y los cantos estaban presentes.

"Eso influyó mucho en la escritura de mis primeros poemas. Tal fue el caso de `Cempoalxóchitl" (Veinte flores: una sola flor), de 1987, que me publicó el Instituto de Investigaciones Históricas (IIH) de la UNAM, gracias a la generosidad de don Miguel León-Portilla, mi maestro desde hace 30 años".

El poemario está dedicado a la "flor de muertos", que es un símbolo que conjunta a los vivos con los que se han ido, a los que regresan cada año.

Cempoalxóchitl es flor de vida y de muerte y representa el ciclo vida-muerte que para los nahuas es uno mismo e indisoluble.
"Más tarde publiqué `Ijkon ontlajtoj aueuetl" (Así habló el ahuehuete), editado por la Universidad Veracruzana.

En este texto el árbol toma la palabra para proponer la recuperación del acervo literario náhuatl y el de las otras lenguas indígenas.

A la fecha, Natalio Hernández cuenta con dos publicaciones de ensayos, uno de 1978 cuyo título fue sugerido por el maestro León-Portilla: "In tlahtoli, in ohtli" (La palabra, el camino: Memoria y destino de los pueblos indígenas).

"En él recogí trabajos de 20 años. Me ayudó mucho entender mi papel personal como escritor y como dirigente para reivindicar los derechos culturales, educativos y lingüísticos de nuestros pueblos".

El otro libro de ensayos, "Queman tlachixque totlahtolhuan" (El despertar de nuestros lenguas), publicado en 2002, está enfocado al movimiento a favor de las lenguas y las literaturas indígenas, y en él plantea que éstas están despertando y renaciendo.

El primero de los poemarios de Hernández se titula "Xochikoskatl" (Collar de flores), de 1985, "es un libro fundacional para mí y para el movimiento de reivindicación de las lenguas indígenas de México.

Lo escribí convencido de que éstas renacerían y hoy estamos en pleno renacimiento, en el inicio del siglo XXI, y de la diversidad cultural en México y el mundo".

Actualmente el bardo nahua está comprometido con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, a través del Sistema Nacional de Creadores de Arte, para entregar tres obras en el próximo trienio.

El primer año concluirá el poemario "El vuelo del colibrí", el cual se refiere a esta ave como un personaje que encarna la cultura nahua y que al momento de morir encarga a aquel la conservación de sus lenguas, tradiciones, costumbres y cosmovisiones.

Indicó que el segundo libro estará dedicado a todos los niños mexicanos e incluirá relatos muy cortos para que éstos se enamoren de la cultura de origen indígena.

Refirió que el tercero será una novela que desde hace 10 años ha pensado escribir, a la que titulará "Yohualichan" (La casa de la noche), a la que ubicará en Lomas del Dorado, donde radican sus padres y otros familiares.

Esta obra, anotó, retrata la vida cotidiana de la comunidad con sus problemas y conflictos, "y voy a tratar de sugerir cómo trascender esta situación conflictiva hacia la alegría y al optimismo, porque Yohualichan simbolizará a México en la novela".

Comentó que en el renacimiento actual de las literaturas indígenas mexicanas resalta la actividad de la Organización de Profesionistas Indígenas Nahuas, A.C., fundada en 1973, cuyo nombre en náhuatl es "Nechicolistli tlen nahuatlhtohua maseltlamachtianen", que surgió como una expresión del despertar de los maestros bilingües.

"El organismo nació con tres objetivos fundamentales: saber y escribir en nuestra propia lengua; conocer la gramática de nuestra lengua y el tercer gran objetivo consistía en desarrollar un pensamiento indígena contemporáneo creado por nosotros mismos.

Los dos primeros objetivos que nos planteamos hace cerca de 40 a;os se han cumplido con creces, porque ahora, a principios del siglo XXI, estamos hablando ya de una literatura o varias literaturas indígenas".

Al respecto, comentó que "hay estudios lingüísticos y gramaticales en muchas lenguas, aunque hay que reconocer que muchos de estos textos fueron elaborados en los siglos XVI y XVII y que muchas de las nuevas gramáticas se apoyan en esos estudios.

"De modo que lo que soñamos en 1973, hace más de 30 años, hoy es un hecho y porque nuestras lenguas están resurgiendo y floreciendo.

Esto me da mucho gusto, porque yo fui el primer presidente de la Asociación de Profesionistas Indígenas Nahuas", concluyó.

Natalio Hernández Hernández nació en Ixhuatlán de Madero, Veracruz, en 1947. Es poeta, ensayista, ex maestro bilingüe y ex funcionario público; actualmente es secretario de Organización y Relaciones del consejo directivo de la Asociación Civil Escritores en Lenguas Indígenas y becario del Sistema Nacional de Creadores del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca).

Contrario a lo que se piensa, los ‘mexicanísimos’ matachines tienen sus raíces en el medioevo europeo

México, DF., (Revista México Desconocido).- Surgida gracias al mestizaje, la danza de los matachines se ha extendido desde hace cientos de años por todo el territorio nacional y cada región ha adoptado su propia versión de este baile que se realiza en agradecimiento a los favores recibidos o como pago de una manda hecha a los santos. Algunos ejemplos permiten constatar que esta danza es un elemento cultural que sobrepasó las fronteras étnicas, pues se lleva a cabo en varias comunidades mestizas del norte de México.

Pero desde la edad media los matachines ya existían en distintas regiones europeas, El origen de las danzas matachines y de otros bailes asociados a éstas –conocidos como “Danzas de Conquista” o de “Moros y Cristianos” –, es bastante evidente. En las cortes del “Viejo Mundo” se presentaban las actuaciones de los “mattachins” en Francia, los “matacinio”en Italia y los “moriskentänzer” en Alemania.

Aunque la palabra árabe “mudawajjihen”, que significa “los que se ponen cara” –tal vez en referencia al uso de máscaras– podría sugerir un origen arábigo de la danza. Las descripciones de aquella época presentan a los matachines como bufones que actuaban en los entremeses cortesanos. Se trataba generalmente de hombres que bailaban en círculo dando saltos y simulando combates con espadas fingidas; llevaban cascos y cascabeles y seguían el ritmo marcado por una flauta.

Los dramas coreográficos y rituales que conforman las “Danzas de Conquista”, fueron introducidos en México por los misioneros católicos, quienes los usaron como un recurso para reforzar sus tareas evangelizadoras, al darse cuenta del gran apego que los indígenas tenían hacia la danza, el canto y la música.

Desde luego, los indígenas empezaron a añadir elementos autóctonos tanto a la danza como al acompañamiento musical. La aceptación de éstas fue tal, que las autoridades virreinales prohibieron su ejecución en el interior de los templos o en el atrio de las iglesias, por temor a que se suscitaran revueltas y porque consideraban paganas algunas de esas manifestaciones; sin embargo, este tipo de medidas represivas sólo consiguió que las danzas se ejecutaran a una distancia más prudente del poder español, por ejemplo, en las casas de los indios principales.

Este hecho favoreció aún más el sincretismo con la adición de nuevos elementos pertenecientes a la cultura de los nativos. En el caso de los matachines, el significado original enseñado por los misioneros franciscanos y jesuitas terminó por desaparecer entre los indígenas del noroeste.

Los elementos de la parafernalia y la vestimenta también sufrieron transformaciones para adaptarse a los gustos y motivos más celebrados por los indígenas. La danza de matachines se convirtió así en una manifestación cultural propia de los pueblos indígenas del noroeste mexicano y en un motivo más de festejo popular.

Presentan compilación de textos de Floriberto Díaz

México, DF., (La Jornada).- A más de una década de su deceso, la obra de Floriberto Díaz Gómez, antropólogo mixe y luchador social, no sólo sigue vigente, sino que revela la “brillantez y profundidad del pensamiento de los pueblos indígenas con una enorme visión de universalidad”, afirmó Héctor Díaz Polanco, catedrático del Centro de Investigaciones y Estudios en Antropología Social (CIESAS).

En la presentación de la primera compilación de textos del pensador indígena, que reúne sus planteamientos filosóficos y políticos, recolectados por especialistas del Programa Universitario México Nación Multicultural (PUMC) de la Universidad Nacinal Autónoma de México, Díaz Polanco destacó la “profundidad e inteligencia de sus reflexiones, que aún hoy son de total actualidad, y que nos permiten al mismo tiempo reconstruir cómo se fue dando el proceso de discusión de lo que llamamos autonomía”.

Ante Magdalena Gómez, ex rectora de la Universidad Pedagógica Nacional; José del Val, etnólogo y director del programa universitario, y Elia Avendaño, especialista en derecho constitucional y pueblos indígenas, el también catedrático de El Colegio de México, afirmó que a diferencia de “muchos pensadores que llegan a estudiar a la universidad y se pierden para sus comunidades, sin volver más a su lugar de origen, Floriberto Díaz, continúo con la reflexión de los pueblos indígenas desde su propia realidad; fue constante en la defensa de la comunidad, pero mantuvo siempre una visión autocrítica”.

Asimismo, antropológos y especialistas reunidos en el auditorio Arturo Warman del PUMC destacaron la trayectoria de Floriberto Díaz Gómez, considerado uno de los pensadores y activistas indígenas más importantes de su generación, tanto por sus aportaciones a la discusión y análisis de la autonomía y la vida comunitaria, como por la defensa de los derechos de los pueblos indios, en particular, de las comunidades mixes.

En un breve análisis de sus principales teorías y propuestas, Elia Avendaño destacó sus reflexiones y aportaciones sobre el reconocimiento jurídico de los pueblos indígenas y la defensa de sus derechos y garantías, en la construcción de un espacio de libertad y autonomía.

La vida y obra de Floriberto Díaz, afirmó Elia Avendaño, no sólo “enriqueció el debate sobre el futuro de las comunidades indígenas en México –que en el primer lustro de los años 90 vivían un proceso muy complejo– y en cuyos temas ya había profundizado, como la propia interpretación de aquéllas sobre la autonomía”.

El extinto especialista logró construir una visión universal, desde la realidad indígena, sin renunciar nunca a su sabiduría, como tampoco a la existencia y a los retos cotidianos de los pueblos mexicanos, lo que hace de su obra un “material indispensable para conocer a uno de los más grandes pensadores de su generación, y que nos lleva a conocer de manera profunda la realidad indígena”, concluyó la experta.