Carmen González Benicio, corresponsal
Ixcateopan, Alpoyeca, Gro.- En Ixcateopan se festejó la 61 feria religiosa en honor a San Lucas Evangelista, el médico, el querido como lo conocen los fieles católicos de la zona, en especial los nahuas que acuden en mayoría, aunque en la población ya no se hable la lengua materna.
A San Lucas se le asocia con los atributos del Ternero o buey, por ser el animal del sacrificio, por eso la imagen lo tiene bajo sus pies. Importante para los habitantes de La Montaña y Cañada por sus características rurales de siembra y cuidado de animales como una forma de sobrevivencia al abandono y la marginación.
A San Lucas, los fieles le piden que los auxilie con ganado o aves, por eso como parte de las peticiones y ofrendas llegan durante su celebración personas con chivos, jalando bueyes o vacas, cargando pollos, guajolotes, cerdos y otros animales que quieren que se les multipliquen “por eso se los ofrecen a San Luquitas”, comentó un pedidor que se encontraba en la iglesia.
La tradición dice que los animales que se le han ofrendado se rehúsan a ser llevados por sus dueños, se muestran inquietos por las calles, negándose a caminar, pero con sólo llegar al atrio de la iglesia se tranquilizan y conforme avanzan en el interior de ella se vuelven mansos, se tranquilizan y terminan echándose frente a la imagen de San Lucas, “bendecidos por su gracia”, comentó el pedidor, el que realiza las oraciones por la familia que ofrenda animales, dinero velas o flores a la imagen.
Un gallo, un guajolote, un pollito y un chivo fueron ofrecidos a San Lucas al término de la misa de la entrada de los cirios. A nombre de quien preguntó el responsable y luego hizo un pequeña oración mientras alzaba al animal ofrecido sea porque la persona necesita que se le multipliquen o no se enferme o porque ya el año pasado la imagen “le hizo el milagro y logró duplicar y mantener sanos a sus animales”, explicaron.
Los animales ofrendados pasan a ser parte de las “riquezas del santo” quien llega a tener muchos animales que se duplican según los cuidados, pero que en los últimos años han disminuido porque “ya no todos llevan, ya no creen en eso, además de algunas cosas vergonzosas, pro ciertas como el que algunos padres acabaron con el ganado del santo”, se lamentó una persona.
La población na savi y me’phaa también llegan al lugar por la fiesta, sin embargo los lazos de etnia corresponden a los nahuas, porque según versiones de algunos pobladores la comunidad de formó de pueblos del municipio de Tlapa, como Chiepetlán, Tlatzala, Tenango, entre otros de origen nahua, pero ya no se habla en Ixcateopan. Además de su antigüedad como pueblo en que se asentaron los primeros grupos religiosos como los Agustinos.
En la tarde de la víspera, el 17 de octubre, los fieles llevan en peregrinación a la iglesia los cirios, velas de gran tamaño, hechos por integrantes de la Junta Católica que encienden durante la realización de la misa y que se usarán nuevamente en la procesión del 18, a las 12 del día, en que la imagen de San Lucas recorre las principales calles del poblado.
En los datos históricos se habla que San Lucas nació en Antoquía y falleció a los 84 años en Beocia, Grecia, aunque los pobladores mencionan que murió martirizado en Acaya y colgado de un árbol, según una antigua tradición. Es venerado o es el santo de los pintores, doctores, cirujanos, solteros, carniceros, encuadernadores, cerveceros y notarios.
La población lleva ofrendas a San Lucas durante 19 días y acuden las autoridades como el comisario municipal y los principales; el comisariado y su gabinete; los migrantes y familiares, los comerciantes y los distintos barrios de la localidad.
La Junta Católica, el párroco, Miguel Oyorzabal López y el Comisario municipal, Tomás Gómez Rodríguez son los organizadores de la festividad representativa para las comunidades que encuentran en la zona conocida como La Cañada, por sus amplios valles y zonas de riego y su cercanía con el estado de Puebla.
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