San Cristóbal de las Casas, Chis., (La Jornada).- Los asistentes al Encuentro de los Pueblos Originarios de México, que se efectuó en esta ciudad con la presencia de representantes de 14 lenguas, exigieron al Estado mexicano el cumplimiento y aplicación de los acuerdos de San Andrés, firmados en febrero de 1996 por el gobierno federal y el Ejército Zapatista de Liberación Ncional (EZLN), y convocaron a los pueblos indígenas a sumarse a la construcción y el ejercicio de sus autonomías.
En la declaratoria final de la reunión que concluyó la noche del viernes, los participantes, provenientes de 15 estados del país, demandaron reorientar los modelos educativos y mejorar los servicios que brinda la Dirección General de Educación Indígena, para que se cumplan las exigencias de los pueblos originarios de México y que se garantice que el sistema de educación indígena cumpla con el fortalecimiento y revitalización de las lenguas autóctonas.
También exigieron el cese de la violencia, la represión, la militarización y paramilitarización de sus pueblos y de la criminalización de los movimientos de los pueblos originarios, al tiempo que se solidarizaron con la lucha del pueblo triqui del municipio autónomo de San Juan Copala, Oaxaca.
Después de cuatro días de trabajos, los aproximadamente cien representantes de 14 lenguas autóctonas manifestaron que la celebración del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución “resulta ajena a nuestros pueblos, ya que sólo rememora parcialmente acontecimientos de hace 200 y 100 años, cuando nosotros ya habitábamos estas tierras”, por lo que “el Estado mexicano está en deuda histórica con nosotros”.
Dijeron que la Independencia “orquestada por un sector de la sociedad, obedeció a los intereses de los criollos, hijos de españoles para adueñarse de nuestras tierras y recursos naturales desde adentro, así como reproducir un colonialismo interno que favorecieron una vez más la explotación, opresión y desconocimiento de los saberes de nuestros pueblos”.
“En la Revolución tampoco cambiaron las cosas, pues nuestros abuelos y abuelas de los pueblos originarios sólo sirvieron como carne de cañón”, agregaron.
Después de analizar y discutir diferentes temas en mesas de trabajo, concluyeron: “Queremos decir de manera enfática que estamos vivos y nuestra cultura milenaria existe. Para nosotros, los pueblos originarios, nuestra lucha y resistencia inició desde hace 518 años, cuando nuestros territorios ancestrales fueron invadidos”.
Por ello, subrayaron, “consideramos que la lucha por la justicia social, el ejercicio de la libre autodeterminación y autonomía es responsabilidad de las mujeres y hombres de nuestros pueblos para construir una sociedad más justa y equitativa respetando nuestra diversidad”.
El encuentro fue organizado por el Consejo Estatal para las Culturas y las Artes, cuya directora, Marvin Lorena Arriaga Córdova, clausuró los trabajos.
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