Ciudad de México, DF., (El Universal).- Las continuas expresiones racistas e intolerantes por parte de líderes políticos, religiosos y el medio del espectáculo generan brotes de odio, fractura social e incluso actos violencia.
Ricardo Bucio Mújica, presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), advierte que de no frenar este tipo de manifestaciones se corre el riesgo de una ruptura en el tejido social, "de por sí tan vulnerable".
Las víctimas: homosexuales, discapacitados, indígenas, mujeres, adultos mayores, migrantes, trabajadoras del hogar y jornaleros, todos ellos considerados grupos vulnerables y, en la mayoría de los casos, "minorías" que son amenazadas por actos de discriminación recurrentes en México.
"Con este tipo de discursos lanzados al aire por líderes de opinión se parece que se hace un llamado a la estigmatización y consolidación de estereotipos y prejuicios".
¿Cuáles son los riesgos para la sociedad mexicana al convivir continuamente con expresiones y actos discriminatorios?
Se puede afectar el tejido social, la trama se rompe y las personas nos empezamos a ver de manera sospechosa, nos van cambiando las ideas sobre ciertos grupos y ahora ya no te veo como persona, sino como homosexual o como alguien que tiene una opinión política distinta a la mía, situación que vivimos muy fuertemente la sociedad en el proceso electoral de 2006.
En el peor de los escenarios, ¿qué podría pasarle al pueblo de México de continuar con pugnas discriminatorias que en algunos casos van al alza?
Se puede llegar muy fácilmente a la violencia porque, además del tema central de la discriminación, tenemos una serie de inquietudes por la situación económica, los niveles de seguridad, tanto pública como personal, y cuando metemos factores adicionales de diferenciación entre los grupos la posibilidad de la violencia entre los diversos actores siempre crece.
ACCIONES SOCIALES
¿Cuáles son las medidas de contención para evitar el aumento de estas expresiones? ¿Quiénes deben actuar para frenarlas y cómo?
Tiene que haber un esfuerzo colectivo de no aceptar lo que pasa, pero también de tener formas de tolerancia y de no generar las mismas actitudes que se están rechazando. La clase política del país tiene una especial responsabilidad, porque está generando muchos mecanismos de división y agresión a lo interno que se van reproduciendo entre los diferentes sectores sociales.
¿Se refiere a actos de división que se reproducen desde los institutos políticos?
Es algo como lo que vemos en las canchas de futbol: cuando hay agresión entre los equipos se traslada a las tribunas, y quienes pagan las consecuencias son los aficionados. Lo mismo pasa en política, las agresiones de intolerancia, la violencia verbal que hay entre la clase política y que no había hace unos años, eso se traslada hacia la sociedad, que es quien paga los costos.
¿Estas manifestaciones son muestra de un pueblo que se caracteriza por discriminar?
Son una muestra de que estamos viviendo un cambio social en la perspectiva de los derechos humanos que no habíamos experimentado antes. Es un cambio social que genera modificaciones de conducta, actitudes y posiciones distintas frente a la realidad social presente. Hay una serie de cuestiones que están pasando hoy en día que tienen que ver con la diversidad y la riqueza de la pluralidad nacional que no teníamos que enfrentar antes y a las que hoy tenemos que hacer frente para convivir en armonía. Todos los integrantes de la sociedad tenemos que hacer nuestra tarea para evitar mayores daños.
¿Cuáles son los costos sociales que deja a su paso la discriminación?
Impide y obstaculiza el ejercicio de derechos y libertades, además de que minimiza el nivel de protección del Estado desde que un sujeto nace hasta que se muere. Debe existir un reconocimiento del papel negativo que tiene la discriminación en la consolidación del sistema democrático en el país, porque lo que está pervirtiendo es la posibilidad de la igualdad.
¿Cuáles serían algunas de las afectaciones que vive alguien en su vida diaria al ser privado o discriminado de acceder a un derecho, servicio o bien jurídico?
No tener posibilidades de gozar con un nivel de vida adecuado, en principio. Si yo no puedo estudiar ni trabajar, eso está comprometiendo mi futuro. El hecho de no encontrar trabajo tiene un impacto sicológico en la vida de las personas, eso puede tener como consecuencia el fortalecimiento de los esquemas informales de empleo, donde se ponderá la posibilidad de acceder a los grupos de la delincuencia. La informalidad tiene una serie de situaciones que afectan la vida de las personas. Hace que no haya posibilidad de seguridad social, no se puede trabajar desde inicio para asegurar pensión y jubilación a largo plazo.
¿Qué tan asimilado está entre la población mexicana el concepto de discriminación?
Socialmente el término va cobrando un espacio en la agenda pública, aunque hay una enorme ignorancia sobre los efectos reales de la discriminación, hay mucha banalización. Se ubica a la discriminación en el término de las expresiones inadecuadas o de desigualdad de trato y no se vislumbran todos los afectos negativos que puede causar a las personas.
¿Los mexicanos comprendemos y sabemos convivir con el término tolerancia?
No tenemos una buena comprensión ni una buena convivencia con ese concepto. Falta la perspectiva de que la tolerancia es una posición activa de respeto a los derechos humanos de los demás, y lo que prevalece es que es una actitud pasiva de aguantar todo aquello con lo que no estoy de acuerdo. Pareciera que cuando toleramos tenemos, de alguna manera, que ceder posiciones o convicciones frente a aquello con lo cual no estamos de acuerdo. Algo clave es que el concepto tolerancia no implica aminorar, atemperar o modificar las propias convicciones, sino respetar las de otros.
¿Históricamente los mexicanos hemos asumido actitudes intolerantes?
Hubo diferencias en el proceso histórico, pero no creo que sea un factor que se haya alejado o eliminado en algún momento de la cultura mexicana. Tampoco creo que haya registros de que en algún momento la discriminación fuera más fuerte hacia ciertos sectores de la población, creo que son conductas persistentes.
INTOLERANCIA HISTÓRICA
¿Actitudes o acciones que surgieron del Estado que hayan propiciado el incremento o promoción de ideas intolerantes o de marginación hacia algún grupo social?
Dos formas de institucionalización que ha habido desde el Estado son el hecho de haber tardado más de cien años en dar la posibilidad de voto a las mujeres y la otra, lo que se vivió durante la Guerra Cristera, donde se dio un acto de parte del poder constituido para restringir el derecho a la libertad de culto, pero no ha habido muchos otros en donde haya una acción explícita del Estado.
¿Qué hacer cuando el que discrimina no recibe un castigo público y el impacto social es recurrente con estas acciones?
Hay que tener la posibilidad de dejar lo más claro posible los momentos y acciones cuando se presenta un acto de discriminación o cuando hay un factor estructural que produce o incentiva un acto de discriminación.
Además, debemos tener la posibilidad de sancionar y no creo que deba ser solamente una posibilidad de la Ley Federal para Prevenir y Erradicar la Discriminación. La discriminación que existe, por ejemplo, en el sistema de salud o en el sistema educativo, o en la regulación de las relaciones obrero-patronales, debería ser conocida, detectada y regulada por los mecanismos internos de estos sistemas.
¿Cuál es el grupo social más castigado por la discriminación?
La manera más generalizada que tiene este país para discriminar es por género, las mujeres están en todos los ámbitos y podemos medir a través de los indicadores en una situación de desventaja ante los hombres. Si pertenecen además a un grupo de población en situación de vulnerabilidad esto se agrava; si son mujeres migrantes, indígenas, con discapacidad, adultas mayores o lesbianas, la situación es mucho peor.
GRUPOS VULNERABLES
¿Qué otros sectores se ven afectados por la exclusión que provocan estas actitudes?
Están los pueblos y comunidades indígenas, porque en este caso tiene que ver con una mayor restricción de acceso a derechos básicamente económicos, sociales y culturales. También la que puede tener más que ver con la posibilidad de ejercer adecuadamente el derecho a una vida libre de violencia y a una inclusión social es el grupo de población lésbico, gay, bisexual y transgénero (LGBT), que es donde se pueden ver más afectados sus derechos, incluso hasta el extremo que que se producen crímenes de odio en su contra, sin olvidar a las personas que sufren discapacidad, los adultos mayores, trabajadoras del hogar, jornaleros, jóvenes y niños.
¿Qué necesitamos jurídicamente para que estos actos no queden impunes y se paguen los costos específicos que la discriminación deja en las víctimas?
Que la ley pueda permitir que se apliquen sanciones para quien discrimina, ya que hoy podemos tener medidas administrativas pero no podemos sancionar. El problema de las medidas administrativas es que se aplican a quien acepta que cometió un acto de discriminación, pero para quien no acepta, no hay manera. Además, que funcionen los recursos jurisdiccionales: tiene que haber manera de que cuando la discriminación tenga un peso específico, que incluso ponga en riesgo la vida de las personas, ésta pueda ser sancionada penalmente, de manera directa o como un agravante.
¿Qué tan factible es llegar a una evolución positiva en la materia?
El problema es que tenemos 13 códigos penales en todo el país en donde nunca se ha considerado una sentencia por discriminación. Es uno de los temas que es muy difícil trabajar judicialmente, como la tortura, ya que nunca hemos tenido una sentencia por tortura en México.
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