San Juan Cópala, Oax., (Mixteca Hoy).- “Hacemos un llamado al pueblo indígena en general para que no se deje amedrentar o engañar por quienes dicen estar a favor de las comunidades y solo buscan su beneficio personal o de grupo, los acontecimientos de la comunidad de San Miguel Cópala son hechos que lamentamos y que evidencian al Estado en su política represora, parapolicial y paramilitar, haciendo de recursos a grupos y organización que solo buscan fortalecer su visión o confrontar al pueblo para sus intereses propios” así lo dio a conocer en entrevista José Ramírez Flores, presidente del municipio autónomo de san Juan Cópala.
Señaló el indígena con voz casi cortante, por no poder hablar español, que el Municipio Autónomo de San Juan Cópala manifiesta que desde su salida pública, hace dos años, su compromiso ha sido de lucha, “es y será por buscar la justicia, la autonomía, la autodeterminación de nuestros pueblos, en contra de los malos gobiernos, que buscan minar el derecho que como pueblos tenemos y que se valen de todo tipo de artimañas para desmantelar la organización social, comunitaria y política de las comunidades, con la finalidad de controlar, electoralmente o políticamente a las comunidades de la Región Triqui y de la Mixteca, así como de México entero”.
Dijo que sólo la unidad es la única vía para luchar contra los verdaderos enemigos que son los grandes empresarios, las corporaciones trasnacionales, las mineras y todos los proyectos que el gobierno federal promueve, para despojar de sus territorios a los pueblos indígenas, sumiéndoles más en la pobreza y la marginación.
Mencionó que “de igual manera quieren” decir al Pueblo de San Miguel Cópala que para tener o lograr la paz, el único camino es buscar su propia autonomía, por lo que expresó su solidaridad con su pueblo y haciendo un llamado a las comunidades, para estar atentos y organizados.
Finalmente se pronunció a favor del respeto y el derecho de las comunidades a la autodeterminación, exigiendo castigo a los asesinos materiales, intelectuales de Teresa y Felicitas, locutoras comunitarias, pues a un año de su muerte no hay castigo para los responsables de este cobarde asesinato.
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