Por Carmen González Benicio, corresponsal
Chiepetepec, Tlapa de Comonfort, Gro.- El ritual inicia. Se acaba el hambre y es momento de agradecer a la tierra, a la lluvia y al arcoíris los frutos concedidos: maíz, calabaza y ejotes que habrán de sostener a las familias nahuas de Chiepetepec lo que resta del año porque habrá poca cosecha y no les alcanzará para la otra temporada.
Este 27 de septiembre las familias nahuas de Chiepetepec, a media hora de Tlapa, iniciaron con el ritual de agradecimiento a la Apixtli (hambruna) y a los animales del campo que no se comieron la milpa y por lo cual tendrán cosecha.
Don Bartolo Sánchez Martínez dijo que se le da de comer a la Apixtli para que se llene y no moleste a su cosecha y les rinda el maíz por lo que cada indígena nahua que sembró va a su parcela a rezar, colocar flores en forma de cruz, echar cohetes y recoger la milpa más grande y mejor para ofrendarla.
Don Bartolo y su esposa Rafaela Martínez acudieron este martes 27 de septiembre antes del medio dia a su parcela que tienen alejada del pueblo. Ahí recolectaron flores de pericón amarillas para hacer la cruz, que colocaron después en una milpa, en medio de sembradío para agradecer que se “logró”. Don Bartolo puso en los elotes unos hilos de color blanco.
Después de agradecer con la ofrenda de flores recorrió su parcela en busca de la milpa. Cortó tres milpas que habrá de ofrendar este 28 de septiembre, víspera de San Miguel Arcángel, santo a quien se le conoce como el que mata al malo, al Mayantli y en este caso, es el hambre.
Las ofrendas prehispánicas se mezclan con las de la iglesia católica en acciones llenas de sincretismo.
Antes de dejar su parcela tronó dos cohetes para espantar al Apixtli para que se valla y no moleste a su cosecha “si una persona no hace esto el Apixtli se mete a su casa y el maíz que llegue a sacar no le rinde”, dijo don Bartolo y agregó por eso nosotros hacemos todo “es la creencia que tenemos”.
Al llegar a su vivienda de adobes y lámina recibió a la milpa y sus hojas con copal, para purificarlas y así dejarlas sobre la mesa que será el altar que compondrá en la mañana de este 28, en que colocaran las herramientas usadas en la cosecha: el garabato, el machete, el arado y todo aquello que la familia haya usado en la siembra para agradecerles el trabajo prestado.
Las mujeres de la comunidad se centraran en hacer tamales “nejos” envueltos en hojas de milpa, mole que colocarán en la mesa para dar de comer mientras sus hijas, las niñas participarán en el ritual del Baile de la Milpa que adornaran con pan y velas. Sólo las ancianas y las niñas pueden bailar, dijo.
Agregó que la recolección de la milpa es sólo el inicio del ritual de agradecimiento y despedida del hambre porque en su casa ponen un altar, donde colocan la milpa traída de la parcela, los elotes cortados, los ejotes, las calabazas o lo que hayan sembrado y culminan con el Baile de la milpa, para agradecer la cosecha o termino de la cosecha, este 28 de septiembre, donde danzaran al ritmo de la banda de viento.
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