San pedro Molinos, Oaxaca.- Ofrendas, baile, música y maromeros fueron depositados en la cueva donde nace un rio, como un agradecimiento a la fortuna de tener agua en suficiencia, donde habitantes reconocieron este lugar como una de las grandes reservas ante calentamiento global.
El desmedido crecimiento de la población humana y la contaminación que provocan, resultando el calentamiento global; es ahora un privilegio contar con la cueva mágica de donde nace un rio que rodea a la población y da alimentación a sus habitantes, además a su abundante agua que se esparce en cascadas y que tienen como escenario, la exuberante vegetación, dio a conocer en sus palabras, el presidente municipal, Alfonso Juárez Ortiz.
Dijo que la celebración es también motivo de reflexión para los ciudadanos para que en estos tiempos se contamine a lo mínimo y será una contribución milésima para que no caigamos en el vacío.
Dio la bienvenida a todas las personas llagadas desde diversas comunidades que mantienen viva esta tradición, a los niños, músicos y a los maromeros que siempre se hacen presentes para hacer sonreír con sus travesuras a través este circo antiguo que los Mixtecos conservan.
Desde las 9 de la mañana los habitantes de San Pedro Molinos, realizaron un rosario en la iglesia, acompañados de la música de viento, rezos y cantos caminaron seis kilómetros, llegaron a la cueva y filas los llagados de las varias poblaciones depositaron sus ofrendas.
El rezo se repetía con eco en la cueva, los niños depositaban sus flores, las señoras entre las aguas nacientes hacia oraciones en agradecimiento al agua que disfrutan sus habitantes, también pedían por las buenas cosechas.
A las afueras de la cueva, entre el arbolado y las pequeñas cascadas, los músicos de cuerdas y de viento tocaban lo mejor de su repertorio, los maromeros ofrecían lo mejor de su espectáculo quienes acompañados de los payasos hacían del momento el disfrute.
Todos disfrutaban de un pozole con mole y agua fresca que los mayordomos repartían sin distinción, había también los diversos antojitos, pláticas y risas entre los que convivían.
Efrén Torres, originario de San Pedro Molinos, dio a conocer que la congregación de mucha gente provenientes de seis localidades entre ellas, Santa María Yosoyua, San Mateo Peñasco, Santa Catarina Ticua, entre otras, es una convivencia por una tradición que han conservado por más de cien años de manera constante.
Desde la el centro de la población con rumbo a este lugar, se viene agradeciendo hasta llegar al rio rodeado de arboles, donde también se pide por las lluvias y las buenas cosechas.
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