¡Búscanos en las redes sociales!

Síguenos en Twitter.com/c_indigenas o como @c_indigenas.
Búscanos en Facebook como Corresponsales Indígenas y hazte fan

23 sep 2008

Más prisión por robar ganado que por matar a una esposa infiel

Madrid, España (Agencia EFE).- Catorce estados de México consideran un atenuante de homicidio la infidelidad conyugal de la esposa y su asesinato está penado en los estados de Michoacán, Campeche y Tamaulipas con menos cárcel que el robo de una cabeza de ganado.

Además, en 19 de los 32 estados mexicanos el "rapto" de una mujer soltera está eximido de pena si el que lo comete acepta casarse con la víctima, lo que también es aplicable al delito de "estupro", calificado así en el país cuando la menor, de entre 12 y 18 años, consiente las relaciones sexuales con el adulto.

Pablo Navarrete, coordinador jurídico del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), órgano dependiente del gobierno mexicano, afirmó hoy que los obsoletos códigos penales de algunos estados revelan la "estructura machista y misógina" que aún pervive en México y que se escuda en normas de competencia estatal.

México afronta actualmente la revisión de todas estas leyes gracias a la entrada en vigor, en febrero de 2007, de la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, que ha permitido iniciar la revisión del marco jurídico en el país, explicó Navarrete.

Los códigos penales vigentes en los estados de Campeche (sureste) y Tamaulipas (norte) establecen penas de entre tres días a tres años por el homicidio de la esposa si hay infidelidad conyugal, caso que en Michoacán se castiga con un máximo de 5 años de cárcel.

Los códigos penales de estos tres estados coinciden además en imponer estas penas "al que sorprendiendo a su cónyuge en el acto carnal o inmediato a la consumación, prive de la vida o lesione a cualquiera de los culpables o a ambos".

Con ello, se da el atenuante también a aquel que haya tenido la sospecha de la infidelidad aunque ésta no haya llegado a consumarse, explicó Navarrete.

En estos mismos estados, el robo de una cabeza de ganado está castigado con penas de cárcel que duplican a las impuestas por el homicidio de la esposa en caso de que el honor (del marido) haya sido afectado.

En Campeche la sustracción de ganado está penada con 3 a 5 años de cárcel, en Tamaulipas las leyes imponen entre 3 a 12 años, mientras que en Michoacán pueden ser de entre 6 a 12 años.

El llamado "homicidio en razón del honor" no funciona de la misma manera en caso de que la homicida sea la mujer ya que entonces se le aplican agravantes como la alevosía o la premeditación por lo que en la práctica sufren condenas por homicidio calificado, dijo el coordinador jurídico de Inmujeres.

La venta de niñas

Además de los códigos penales, muchas comunidades indígenas del país recurren a las leyes de usos y costumbres como pretexto para violar los derechos de las mujeres y toleran, por ejemplo, la venta de niñas para el matrimonio o el trabajo, denunció Navarrete.

Un caso que dio la vuelta al mundo fue el de Eufrosina Cruz, una indígena zapoteca de Oaxaca a quien la autoridad municipal anuló los votos que recibió en 2007 en la contienda por la alcaldía de su pueblo, donde las leyes de usos y costumbres prohíben a las mujeres presentarse como candidatas.

Para Navarrete, todas estas normas incentivan la violencia de género y premian a los delincuentes en un país donde los crímenes contra las mujeres han conmocionado a la sociedad, como en Ciudad Juárez donde desde 1993 a enero de 2008 han sido asesinadas 423 mujeres, según cifras del Defensor del Pueblo de México.

Inmujeres prevé que las leyes sobre el homicidio en caso de honor queden ya derogadas en los estados de Michoacán, Campeche y Tamaulipas el próximo año y trabaja con otros congresos locales para que otras normativas contrarias a los derechos de las mujeres queden extinguidas de las leyes mexicanas en 2012.

Navarrete cree que la tarea no será sencilla ya que se trata de modificar patrones culturales, políticos y sociales muy arraigados y que han mantenido al margen las necesidades de las niñas y mujeres del país.

No hay comentarios.: