México, DF., (Milenio).- Aunque la desigualdad en el ingreso en México se ha reducido drásticamente en los últimos diez años, nuestro país sigue siendo, por mucho, el país de la OCDE con más desigualdad social y también el país con mayor índice de pobreza de la agrupación.
El informe Crecimiento y desigualdad, elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, dijo que la pobreza y la desigualdad de ingresos en México superan en más de 50 por ciento la media de la OCDE y equivalen al doble de los valores en países igualitarios como Dinamarca.
El segundo país más desigual de la lista es Turquía, con casi 10 por ciento de diferencia respecto a México. En tercer y cuarto lugares aparecen Portugal y Estados Unidos, distantes de México casi un 20 por ciento.
El estudio, que por primera vez incluye estadísticas de los 30 países miembros, reconoce que México y Bélgica son las únicas naciones en las que desde mediados de la década de 1980 se ha reducido el conteo de pobres, definidos como las personas que tienen ingresos inferiores a la mitad del ingreso promedio nacional.
Sin embargo, México sigue teniendo una proporción de pobres mayor que cualquier país de la OCDE. Cerca de 18.5 por ciento de los mexicanos están en este nivel, aunque debe admitirse que hace una década eran 21 por ciento.
Otros países con porcentajes altos de pobreza son Turquía, con 17.5 por ciento; y Estados Unidos, con 17 por ciento. La media para la OCDE es 11 por ciento, y las naciones más diferentes son Dinamarca y Suecia, donde sólo 5.5 por ciento de los habitantes se clasifican como pobres.
Para la OCDE, la redistribución de riqueza que imparte el gobierno vía beneficios monetarios tiene escaso efecto reduciendo la desigualdad y la pobreza. Esta distribución, calificada como la “menos progresiva” de los países de la OCDE, representa para los hogares beneficiados menos de seis por ciento de los ingresos disponibles. Sólo en Corea la proporción es menor.
Un dato tajante: el diez por ciento más pobre de la población mexicana tiene un ingreso medio inferior a mil dólares, la cifra más baja de todo el mundo desarrollado. En contraste, la diferencia entre el ingreso de la clase media y el que percibe el sector más rico es mayor que la de cualquier otro miembro de la OCDE.
Para los autores del estudio, en México, Irlanda y Turquía la reducción de las desigualdades de la última década se debió sobre todo a que cayeron los ingresos del 20 por ciento más rico. Sin embargo, para los más desfavorecidos, midiendo los datos en pesos constantes de 1995, la pobreza se redujo en 50 por ciento.
El informe dice que esta tendencia favoreció a todos los grupos de edad, pero se notó más en los mayores de 75 años, cuyo índice de pobreza bajó de casi 40 a casi 30 por ciento.
“Sin embargo, 22% de niños y cerca de 30% de la gente mayor de 65 años de edad vive en hogares con un ingreso inferior al de la línea de pobreza. Además, para uno de cada cuatro hogares con un jefe de familia en edad de trabajar, tener una persona asalariada en el hogar no es suficiente para escapar de la pobreza”.
Un consuelo: el informe declara que en México “los servicios públicos proporcionados en los sectores de salud, educación, y vivienda reducen la desigualdad del ingreso más que en cualquier otro país de la OCDE”.
Conclusiones
Para la OCDE, los países desarrollados deben hacer un mejor trabajo persuadiendo a la gente a que trabaje, en vez de atenerse a beneficios, como seguro de desempleo o incapacidades.
Los países donde la actividad profesional de las mujeres es más alta tuvieron una tasa más baja de pobreza infantil, algo clave para pronosticar el éxito más adelante.
Además de recomendar más inversiones en salud y educación para abatir las disparidades, la OCDE sentencia que “lo que importa no es la igualdad de situaciones, sino la igualdad de oportunidades”.
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