Por Bernardo Caamal Itzá, corresponsal
Peto, Yuc.- La XEPET  “La Voz de los Mayas” transmitió su programa  radiofonico, como homenaje luctuoso al entonces gobernador de Yucatán,  Felipe Carrillo Puerto. 
 “Ya’ax  ich” –ojos verdes-, tal como lo recuerdan quienes lo conocieran en  vida, entregó su vida por Yucatán, por un proyecto que permitiera a los  campesinos mayas, buscar su propio desarrollo y sin perder su identidad  como Mayas.
Conocedor  de la lengua maya y consciente de la situación actual de su pueblo,  fundó la Universidad del Sureste –actualmente Universidad de Yucatán-,  para que estudiaran los suyos, y a la par, generaran la tecnología que  permitiría el desarrollo local, así como acercar a las nuevas  generaciones de mayas su relación con los antiguos centros ceremoniales. 
Construyó  espacios de capacitación ubicándolos en localidades de importancia en  varias regiones de Yucatán, para capacitar a los yucatecos en los  diversos rubros de la producción agropecuaria y de servicios.
En  cuanto al campo, los temas más sobresalientes, destacan en cuanto a la  diversificación de los cultivos, mejoramiento de la fertilidad de  suelos, irrigación, organización, entre otros. En realidad, el proyecto  Carrillísta tuvo sustentó de los Congresos de Motul y de Izamal  realizados años previos a su Gobierno.
A  pesar del tiempo, campesinos de avanzada edad de Yaxcaba, Peto y San  Felipe, lo recuerdan, y con lagrimas en los ojos, relatan de aquel  hombre que lucho hombro a hombro con el hombre del campo.
Felipe Carrillo Puerto, nació  en Motul, Yucatán, el 8 de noviembre de 1872. Sus padres fueron  Justiniano Carrillo Pasos y Adela Puerto. Murió el 3 de enero de 1924. 
Protector  de los indios mayas y luchador por ideales de justicia; a los 18 años  de se opuso a las arbitrariedades de los hacendados del pueblo de Ucí,  fue encarcelado; Más tarde se estableció en Motul y fundó el periódico  "El Heraldo de Motul", por sus ideales en favor de los desprotegidos,  las autoridades y la Casta Divina, dueña de la riqueza henequenera de  Yucatán, lo premiaron con la cárcel y la clausura de su diario. 
Se  exilió en Estados Unidos, al triunfo de los Constitucionalistas regresó  a Yucatán para colaborar con Salvador Alvarado en la realización de  reformas sociales en el estado, fundaron la Unión Obrera de  Ferrocarriles.
Carrillo  Puerto fue diputado local y federal, sus ideas Socialistas se  materializaron cuando fundó el Partido Socialista del Sureste, que  celebró su primer congreso en 1917; ahí encontraron resonancia los  ideales agrarios de Zapata. Propugnó por los mayores adelantos sociales  de la época, como la jornada máxima de trabajo de 8 horas, el  mejoramiento de las condiciones de los trabajadores, la igualdad de  derechos de la mujer; luchó por la instauración de las prácticas  democráticas y contra el analfabetismo y los fanatismos religiosos. 
En  1920 apoyó a Alvaro Obregón. En 1922 llegó a la cima de su carrera  política al tomar las riendas del gobierno de Yucatan, implantó grandes  reformas políticas y sociales: repartió tierras a los indígenas; fomentó  la educación popular y fundó escuelas racionalistas. 
Creó  la Academia Mexicana de la Lengua Maya; creó la Universidad Nacional  del Sureste (Hoy Universidad Autónoma de Yucatán); reconoció los  derechos políticos de la mujer; organizó las Juntas Calificadoras de  Hacienda. 
En  1923 levantó la bandera de la legalidad y la lealtad a las  instituciones ante la rebelión de los Huertistas. La insurrección en el  estado, respaldada por los conservadores de la Casta Divina, fue  encabezada por los dirigentes del Partido Cooperativista, quienes  aprehendieron a Carrillo Puerto y lo fusilaron. 
Por su influencia  sobre los indígenas fue llamado el "Apóstol de la Raza", a él se debe la  traducción a la lengua maya de la Constitución de 1917.
En  su ciudad natal, Motul, un amigo suyo le proporcionó algunos libros que  le permitieron esclarecer y comprender muchos de los problemas que a  causa del sistema económico prevaleciente, originaba la miseria y  explotación de obreros y campesinos. Don Felipe Carrillo Puerto usaba la  tribuna como medio para despertar en los indígenas mayas de Yucatán,  una conciencia cívica que impulsara la transformación del peón hacia una  vida más justa y más digna. 
El  Heraldo de Motul - Yucatán – bisemanario editado y dirigido por  Carrillo Puerto, fue el medio que utilizó para denunciar los abusos de  los hacendados en aquella rica zona henequenera. 
Los  enemigos políticos de Carrillo Puerto, planean su asesinato valiéndose  de Néstor Arjonilla, quien reta y amenaza al líder socialista con una  pistola, Carrillo Puerto disparó contra Arjonilla en defensa propia y a  pesar de dicho atenuante, el incidente sirvió para recluir al primero en  la penitenciaría Juárez de Mérida, Yucatán. 
Estando en prisión,  Carrillo Puerto tradujo la Constitución de la República a la lengua  maya, para poner en manos de los indígenas este documento que les  permitiera conocer sus derechos. 
Don  Felipe Carrillo Puerto luchó en las filas de Emiliano Zapata y formó  parte de la comisión agraria de Cuautla; en marzo de 1917, el líder de  Motul, asumió la presidencia del Partido Socialista del Sureste,  considerado el más combativo y genuino de la Revolución. 
Durante  el gobierno de Carrillo Puerto, las profesoras Rosa Torres y Genoveva  Pérez, fueron las primeras mujeres, en la historia de México, que  ocuparon puestos de elección popular. 
Siendo  gobernador, Carrillo Puerto impulsó la repartición de tierras entre los  indígenas y la educación; promulgó las leyes de previsión social, del  trabajo y de expropiación por utilidad pública. 
La  Trova Yucateca también se vio beneficiada por el gobierno de Carrillo  Puerto, utilizando para su difusión a la radiodifusora " La Voz del Gran  Partido Socialista". 
Enamorado de la norteamericana Alma Reed, se  inmortalizó con la canción “Peregrina” de Rosado Palmerín; a pesar de  que el delahuertismo, a nivel nacional, se encontraba derrotado, en  Yucatán aún mantenía poder, mismo que determinó la salida de Carrillo  Puerto.
Perseguido  por los delahuertistas, Carrillo Puerto intentó huir al extranjero pero  fue apresado en Holbox, Quintana Roo; l gobernador socialista fue  víctima de un cuartelazo que lo condujo, junto con doce de sus  colaboradores más cercanos al paredón, en el Cementerio General de  Mérida. 
Pareciera  que la misma naturaleza llorara la muerte del líder socialista del  sureste, pues aquel 3 de enero de 1924, el día era nublado y lloviznoso;  las últimas palabras del mártir socialista, Felipe Carrillo Puerto, al  momento de ser fusilado fueron: ¡No abandonéis a mis Indios!...
Yucatán,  recuerda de aquél hombre, estadista y político, que creyó en su cultura  y desarrollarla, hoy su nombre brilla más que nunca en el mayab.