Ciudad de México, DF., (ADN).- Aún cuando existen avances en la ley para garantizar la asistencia de un intérprete o traductor en cualquier procedimiento judicial, en la práctica prevalece la violación de los derechos procesales de los indígenas, por esta razón, el Senador Adolfo Toledo Infanzón presentó un punto de acuerdo para exhortar al Ejecutivo Federal a garantizar éste derecho constitucional a ésta parte de la población a ser asistido por defensores y traductores.
De lo contrario, expresó el Senador por Oaxaca, “se mantendría la transgresión a la garantía constitucional de procesos justos, dada la carencia de defensores de oficio y traductores que asesoren en su propio idioma a los indígenas, además de que existe desconocimiento de las costumbres jurídicas de éstos grupos por parte de ministerios públicos y jueces”.
Lo anterior, se hace indispensable ya que según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) se reconocen en nuestro país alrededor de 10 millones de personas hablantes de al menos 61 lenguas indígenas; 16 de ellas se utilizan en el Estado de Oaxaca, señaló el senador Toledo Infanzón, “todas las entidades federativas cuentan con población indígena, y Oaxaca es el estado que registra el mayor número de hablantes”, por lo que recalcó la necesidad de lograr estos objetivos en beneficio de los indígenas.
Toledo Infanzón subrayó, que “se percibe un nocivo actuar de la autoridad, puesto que sólo se procuran traductores cuando existe una dificultad evidente de comunicación. Comprender castellano, puntualizó, no significa entenderlo plenamente, menos aún en juicios, querellas y declaraciones ministeriales que están cargados de formalismos y tecnicismos”.
Esto contradice a la Ley Federal de Defensoría Pública, la cual exige que las autoridades penales cuenten con traductores en casos donde estén involucradas personas que hablen una lengua indígena, acciones que perjudican a gran parte de la población, como ocurre en Oaxaca.
Asimismo, el Instituto Federal de Defensoría Pública (IFDO) cuenta con poco más de una veintena de defensores legales expertos en 20 lenguas indígenas, “lo que a todas luces es una cifra insuficiente para toda la población indígena”, mencionó el Senador por Oaxaca.
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22 oct 2009
Los indígenas mexicanos fortalecen su presencia en el sector turístico
Ciudad de México, DF., (EFE).- La primera Feria Nacional de Turismo Indígena fue inaugurada hoy en la capital mexicana con la intención de posicionar a las comunidades autóctonas dentro la industria turística de México, el segundo sector económico del país.
"Nosotros queremos dejar de ser esa parte soterrada de un México que nos ha rechazado y nos ha empobrecido", dijo en declaraciones a Efe el geógrafo Cecilio Solís Librado, presidente de la Red de Turismo Indígena de México (Rita), organismo organizador de la Feria.
"Hace no mucho tiempo nosotros no éramos más que jardineros en nuestro propio jardín, y eso si bien nos iba", enfatizó Solís.
La feria, denominada Corazón Indígena de México, es la primera especializada en turismo autóctono que se realiza en el país, y fue inaugurada en el Antiguo Palacio de Medicina de la capital con la realización de un ritual de la etnia mazahua para agradecer a la tierra por "sus bondades".
Durante el encuentro, que se celebrará hasta el próximo día 24, se llevarán a cabo mesas de debate y de negocios, exposiciones, y venta de artesanías y de servicios turísticos ofrecidos por comunidades indígenas.
Un total de 70 empresas indígenas provenientes de quince estados mexicanos participan en la Feria, considerada por sus participantes como un importante logro para el beneficio de las comunidades originarias de México.
El sector turístico mexicano ha estado tradicionalmente enfocado a los destinos de playa, pero desde hace algunos años las autoridades han intentado diversificar la oferta del país, para incluir sus riquezas arqueológicas, coloniales y naturales.
La industria está dominada por empresarios estadounidenses y españoles, y representa la segunda fuente de divisas del país, detrás del petróleo.
Los grupos indígenas mexicanos ofrecen en sus comunidades turismo de aventura y ecológico, medicina tradicional, la posibilidad de probar platillos típicos, y hospedaje en hoteles operados por ellos mismos, entre otras cosas.
Durante la inauguración de la reunión turística, Mario de Jesús Pascual, un representante indígena mazahua, una etnia originaria del Estado de México y Michoacán, señaló que la feria servirá para revalorizar la cultura de las comunidades indígenas, conservar los recursos naturales provenientes de sus territorios y crear nuevas empresas ecoturísticas.
Entre las organizaciones que apoyan el evento se cuentan el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España, y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
"Nosotros queremos dejar de ser esa parte soterrada de un México que nos ha rechazado y nos ha empobrecido", dijo en declaraciones a Efe el geógrafo Cecilio Solís Librado, presidente de la Red de Turismo Indígena de México (Rita), organismo organizador de la Feria.
"Hace no mucho tiempo nosotros no éramos más que jardineros en nuestro propio jardín, y eso si bien nos iba", enfatizó Solís.
La feria, denominada Corazón Indígena de México, es la primera especializada en turismo autóctono que se realiza en el país, y fue inaugurada en el Antiguo Palacio de Medicina de la capital con la realización de un ritual de la etnia mazahua para agradecer a la tierra por "sus bondades".
Durante el encuentro, que se celebrará hasta el próximo día 24, se llevarán a cabo mesas de debate y de negocios, exposiciones, y venta de artesanías y de servicios turísticos ofrecidos por comunidades indígenas.
Un total de 70 empresas indígenas provenientes de quince estados mexicanos participan en la Feria, considerada por sus participantes como un importante logro para el beneficio de las comunidades originarias de México.
El sector turístico mexicano ha estado tradicionalmente enfocado a los destinos de playa, pero desde hace algunos años las autoridades han intentado diversificar la oferta del país, para incluir sus riquezas arqueológicas, coloniales y naturales.
La industria está dominada por empresarios estadounidenses y españoles, y representa la segunda fuente de divisas del país, detrás del petróleo.
Los grupos indígenas mexicanos ofrecen en sus comunidades turismo de aventura y ecológico, medicina tradicional, la posibilidad de probar platillos típicos, y hospedaje en hoteles operados por ellos mismos, entre otras cosas.
Durante la inauguración de la reunión turística, Mario de Jesús Pascual, un representante indígena mazahua, una etnia originaria del Estado de México y Michoacán, señaló que la feria servirá para revalorizar la cultura de las comunidades indígenas, conservar los recursos naturales provenientes de sus territorios y crear nuevas empresas ecoturísticas.
Entre las organizaciones que apoyan el evento se cuentan el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España, y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
Para el gobierno, los indígenas son sólo "los pobres del país", advierte investigadora
Ciudad de México, DF., (La Jornada).- El gobierno del Partido Acción Nacional (PAN) carece de una política indígena clara, pues no hay rumbo y cada vez se amplía más la brecha entre indígenas y mestizos, expuso Natividad Gutiérrez, del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La autora del libro Estados y autonomía en democracias contemporáneas, comentó que el actual gobierno ignora a los indígenas, sólo los mira como "los pobres" del país y sigue sin aplicar el artículo 2 de la Constitución, el cual es letra muerta, pues la mayoría de las comunidades siguen sin una representatividad política.
La traducción de la Constitución y el Himno Nacional a las lenguas indígenas y las medidas preventivas de salud, acerca de la presencia del virus A/H1N1, son estrategias incompletas para reconocer comunidades indígenas.
Hoy las nuevas generaciones tratan de recuperar su etnicidad pero ya no con la vestimenta ni con la lengua sino con una forma innovadora, utilizando las herramientas tecnológicas y con otros alcances para redescubrirse, asentó.
Además, hay un activismo político y un ciberactivismo que utilizan para defender sus recursos naturales y sus derechos sociales, pero "lamentablemente estos no es suficiente porque no hay liderazgos locales".
Con el libro, dijo, la pretensión es poner a discusión la autonomía de las comunidades indígenas para garantizar su coexistencia frente a una mayoría dominante. Algunos no han comprendido que los indígenas "no buscan la balcanización" ni hay indicios de que eso pueda ocurrir, sino que quieren construir un futuro diferente.
Algunos consideran que la autonomía es "un acto de desobediencia y rebeldía. Para mí es un asunto de Estado, porque se deben crear las condiciones para formar autogobiernos. No considero que mi propuesta sea una utopía".
La autonomía es flexible, "no es una sola fórmula ni receta, se adopta pero tiene que ser una política de Estado, pues no se otorga a personas sino a territorios, lo que evita la ruptura".
En el país, la elite política desconoce qué es la autonomía; tendrían mayor claridad si propiciaran diálogos, mostraran interés por información adecuada y evaluaran las ventajas y beneficios de los autogobiernos.
La autora del libro Estados y autonomía en democracias contemporáneas, comentó que el actual gobierno ignora a los indígenas, sólo los mira como "los pobres" del país y sigue sin aplicar el artículo 2 de la Constitución, el cual es letra muerta, pues la mayoría de las comunidades siguen sin una representatividad política.
La traducción de la Constitución y el Himno Nacional a las lenguas indígenas y las medidas preventivas de salud, acerca de la presencia del virus A/H1N1, son estrategias incompletas para reconocer comunidades indígenas.
Hoy las nuevas generaciones tratan de recuperar su etnicidad pero ya no con la vestimenta ni con la lengua sino con una forma innovadora, utilizando las herramientas tecnológicas y con otros alcances para redescubrirse, asentó.
Además, hay un activismo político y un ciberactivismo que utilizan para defender sus recursos naturales y sus derechos sociales, pero "lamentablemente estos no es suficiente porque no hay liderazgos locales".
Con el libro, dijo, la pretensión es poner a discusión la autonomía de las comunidades indígenas para garantizar su coexistencia frente a una mayoría dominante. Algunos no han comprendido que los indígenas "no buscan la balcanización" ni hay indicios de que eso pueda ocurrir, sino que quieren construir un futuro diferente.
Algunos consideran que la autonomía es "un acto de desobediencia y rebeldía. Para mí es un asunto de Estado, porque se deben crear las condiciones para formar autogobiernos. No considero que mi propuesta sea una utopía".
La autonomía es flexible, "no es una sola fórmula ni receta, se adopta pero tiene que ser una política de Estado, pues no se otorga a personas sino a territorios, lo que evita la ruptura".
En el país, la elite política desconoce qué es la autonomía; tendrían mayor claridad si propiciaran diálogos, mostraran interés por información adecuada y evaluaran las ventajas y beneficios de los autogobiernos.
Indígenas toman oficinas de la CDI en Chilpancingo; exigen carretera
Chilpancingo, Gro., (La Jornada).- Un centenar de indígenas se apoderaron de la delegación de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) en esta capital, para exigir que se construya una carretera de casi 200 kilómetros que comunique a 67 comunidades de las regiones de la Montaña y la Costa Chica.
"Esta demanda se viene haciendo desde hace 50 años, y el gobierno federal nunca ha cumplido su promesa. Apenas liberó 27 de 57 millones de pesos para la construcción de una primera etapa", afirmó Crisóforo García Rodríguez, uno de los promotores de la obra.
Entrevistado este miércoles ante las instalaciones de la CDI, que los inconformes tomaron la noche del martes, indicó que en el movimiento participan indígenas nahuas, mixtecos, tlapanecos y amuzgos.
"Planteamos cuatro ejes carreteros a los gobiernos federal y estatal, y en una primera etapa, iniciada hace nueve años, diversas instancias del gobierno federal, entre ellas la CDI y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, autorizaron 57 millones de pesos, pero solamente nos entregaron 27 millones."
Dijo que las comunidades indígenas solicitan a ambos niveles de gobierno que se liberen los 30 millones de pesos faltantes para continuar con la obra. "Pedimos la intervención de los diputados locales el 5 de octubre."
La carretera que comunicará la Montaña y la Costa Chica parte del entronque que va de Tlapa a Marquelia para terminar en Ayutla de los Libres, explicó Crisóforo García.
García Rodríguez destacó que la semana pasada diputados estatales prometieron a los indígenas que alquilarían un autobús para que la comisión negociadora se trasladara a la ciudad de México, "pero nos dejaron plantados".
Otro eje carretero que no se ha concluido comienza en el municipio de Ayutla de los Libres, atraviesa Tecoanapa y llega hasta San Marcos, explicó García Rodríguez.
Por otro lado, los indígenas se quejaron de que la carretera que comunica el municipio de Xochistlahuaca con Ometepec es "de pésima calidad", pero "el gobierno no nos dice nada" al respecto.
Crisóforo García advirtió que los inconformes "no nos vamos a ir de las instalaciones de la CDI en Chilpancingo hasta que se dé respuesta a nuestras demandas".
"Esta demanda se viene haciendo desde hace 50 años, y el gobierno federal nunca ha cumplido su promesa. Apenas liberó 27 de 57 millones de pesos para la construcción de una primera etapa", afirmó Crisóforo García Rodríguez, uno de los promotores de la obra.
Entrevistado este miércoles ante las instalaciones de la CDI, que los inconformes tomaron la noche del martes, indicó que en el movimiento participan indígenas nahuas, mixtecos, tlapanecos y amuzgos.
"Planteamos cuatro ejes carreteros a los gobiernos federal y estatal, y en una primera etapa, iniciada hace nueve años, diversas instancias del gobierno federal, entre ellas la CDI y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, autorizaron 57 millones de pesos, pero solamente nos entregaron 27 millones."
Dijo que las comunidades indígenas solicitan a ambos niveles de gobierno que se liberen los 30 millones de pesos faltantes para continuar con la obra. "Pedimos la intervención de los diputados locales el 5 de octubre."
La carretera que comunicará la Montaña y la Costa Chica parte del entronque que va de Tlapa a Marquelia para terminar en Ayutla de los Libres, explicó Crisóforo García.
García Rodríguez destacó que la semana pasada diputados estatales prometieron a los indígenas que alquilarían un autobús para que la comisión negociadora se trasladara a la ciudad de México, "pero nos dejaron plantados".
Otro eje carretero que no se ha concluido comienza en el municipio de Ayutla de los Libres, atraviesa Tecoanapa y llega hasta San Marcos, explicó García Rodríguez.
Por otro lado, los indígenas se quejaron de que la carretera que comunica el municipio de Xochistlahuaca con Ometepec es "de pésima calidad", pero "el gobierno no nos dice nada" al respecto.
Crisóforo García advirtió que los inconformes "no nos vamos a ir de las instalaciones de la CDI en Chilpancingo hasta que se dé respuesta a nuestras demandas".
Buscan rescatar a niños guatemaltecos explotados en Tapachula
Tapachula, Chis., (Prensa Libre).- El Gobierno mexicano pondrá en marcha un programa de sensibilización denominado “Los Hijos del Águila y el Quetzal”, que tiene como objetivo rescatar a niños en riesgo de calle, en su mayoría indígenas guatemaltecos, que son víctimas de explotación laboral y de prostitución en Tapachula, Chiapas.
Moisés Sánchez López, jefe del departamento de Derechos Humanos del Ayuntamiento Municipal de Tapachula, explicó que la primera fase del proyecto consiste en sensibilizar, con mensajes a través de los medios de comunicación, a la ciudadanía que inste a los pobladores a que si brindan dinero a los niños de la calle, el recurso económico tiene como destino las redes criminales que los explotan.
Sánchez agregó que la segunda fase consiste en rescatar a los niños de la calle, para lo cual han solicitado el apoyo de los consulados de Guatemala, Honduras y El Salvador; de la Comisión Nacional de Derechos Humanos; del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur); la Organización Internacional para las Migraciones (OIM); el Instituto Nacional de Migración; la Fiscalía Especial para Atención a Delitos Cometidos contra Migrantes; la Iglesia Católica; Organizaciones No Gubernamentales Defensoras de los Derechos Humanos de los Migrantes y Empresarios.
El encargado de Derechos Humanos del Ayuntamiento Municipal de Tapachula señaló que el programa busca evitar que los pequeños continúen siendo víctimas de la explotación sexual y laboral.
En la citada ciudad fronteriza, decenas de niños, en su mayoría indígenas guatemaltecos son obligados a trabajar en la mendicidad, vendiendo dulces y cigarrillos, lustrando calzado, limpiando parabrisas y como payasitos.
Los menores, que oscilan entre dos y 13 años de edad, laboran hasta 12 horas diarias con sueldos insignificantes, en algunos casos, sin ninguna remuneración; además, viven hacinados y solamente les proporcionan una comida al día.
Según la denuncia de diplomáticos guatemaltecos, la mayoría de los menores residentes en aldeas vecinas con México son vendidos por sus padres para que sean explotados. Además, los pequeños que tienen discapacidad se cotizan a mayor precio, y son llevados a municipios como Tuxtla Gutiérrez, Huixtla y Tapachula.
En el programa “Los Hijos del Águila y el Quetzal” participa el gobierno del estado de Chiapas, a través de la Secretaría de Desarrollo de la Frontera Sur, el ayuntamiento municipal de Tapachula y los sistemas de Desarrollo Integral para la Familia (DIF).
Moisés Sánchez López, jefe del departamento de Derechos Humanos del Ayuntamiento Municipal de Tapachula, explicó que la primera fase del proyecto consiste en sensibilizar, con mensajes a través de los medios de comunicación, a la ciudadanía que inste a los pobladores a que si brindan dinero a los niños de la calle, el recurso económico tiene como destino las redes criminales que los explotan.
Sánchez agregó que la segunda fase consiste en rescatar a los niños de la calle, para lo cual han solicitado el apoyo de los consulados de Guatemala, Honduras y El Salvador; de la Comisión Nacional de Derechos Humanos; del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur); la Organización Internacional para las Migraciones (OIM); el Instituto Nacional de Migración; la Fiscalía Especial para Atención a Delitos Cometidos contra Migrantes; la Iglesia Católica; Organizaciones No Gubernamentales Defensoras de los Derechos Humanos de los Migrantes y Empresarios.
El encargado de Derechos Humanos del Ayuntamiento Municipal de Tapachula señaló que el programa busca evitar que los pequeños continúen siendo víctimas de la explotación sexual y laboral.
En la citada ciudad fronteriza, decenas de niños, en su mayoría indígenas guatemaltecos son obligados a trabajar en la mendicidad, vendiendo dulces y cigarrillos, lustrando calzado, limpiando parabrisas y como payasitos.
Los menores, que oscilan entre dos y 13 años de edad, laboran hasta 12 horas diarias con sueldos insignificantes, en algunos casos, sin ninguna remuneración; además, viven hacinados y solamente les proporcionan una comida al día.
Según la denuncia de diplomáticos guatemaltecos, la mayoría de los menores residentes en aldeas vecinas con México son vendidos por sus padres para que sean explotados. Además, los pequeños que tienen discapacidad se cotizan a mayor precio, y son llevados a municipios como Tuxtla Gutiérrez, Huixtla y Tapachula.
En el programa “Los Hijos del Águila y el Quetzal” participa el gobierno del estado de Chiapas, a través de la Secretaría de Desarrollo de la Frontera Sur, el ayuntamiento municipal de Tapachula y los sistemas de Desarrollo Integral para la Familia (DIF).
Comunidades indígenas integran brigadas para combatir incendios en Oaxaca
Oaxaca, Oax., (Ciudadanía Express).- El coordinador estatal de Incendios Forestales de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), Rubén García Díaz, informó que durante el mes de octubre, un total de siete comunidades formarán sus brigadas de prevención y combate de incendios, con lo que sumarán ya 167 brigadas comunitarias en el estado de Oaxaca.
De los siete nuevos grupos, seis son beneficiarios del ProÁrbol 2009, en el concepto de “Equipamiento de brigadas voluntarias para el combate de incendios forestales”, por lo que recibirán un adiestramiento en sus propias comunidades.
Esta capacitación teórico - práctica está marcada como obligatoria para acceder al monto de 33 mil 976 pesos que otorga la CONAFOR a las brigadas voluntarias, con ese dinero deben adquirir vestuario, prendas de protección y herramientas para 10 integrantes de las brigadas.
La lista de productos que tienen que comprar es la siguiente: pantalones, camisas, botas, paliacates, cascos, cantinploras, guantes, rastrillos, machetes, hachas, limas, mochilas aspersoras, palas y asadones.
Los primeros talleres se dieron del 12 al 14 de octubre en San Bartolomé Loxicha; del 13 al 15 de octubre en San Pedro Teozacoalco; y el resto están programados del 21 al 23 de octubre en San Pedro Sosoltepec; del 24 al 26 de octubre en San Pedro Tepalcatepec; del 26 al 28 de octubre en San Juan Mixtepec; y del 27 al 29 de octubre en San Juan Lachao.
Cabe señalar que del 19 al 21 de octubre se instruyó también a una brigada comunitaria de Santiago Tilantongo, a petición de las autoridades de ese municipio, ya que desean estar mejor preparados para la prevención y combate de incendios forestales porque este año fallecieron ahí un comunero y dos brigadistas de la CONAFOR, al intentar sofocar el fuego.
De los siete nuevos grupos, seis son beneficiarios del ProÁrbol 2009, en el concepto de “Equipamiento de brigadas voluntarias para el combate de incendios forestales”, por lo que recibirán un adiestramiento en sus propias comunidades.
Esta capacitación teórico - práctica está marcada como obligatoria para acceder al monto de 33 mil 976 pesos que otorga la CONAFOR a las brigadas voluntarias, con ese dinero deben adquirir vestuario, prendas de protección y herramientas para 10 integrantes de las brigadas.
La lista de productos que tienen que comprar es la siguiente: pantalones, camisas, botas, paliacates, cascos, cantinploras, guantes, rastrillos, machetes, hachas, limas, mochilas aspersoras, palas y asadones.
Los primeros talleres se dieron del 12 al 14 de octubre en San Bartolomé Loxicha; del 13 al 15 de octubre en San Pedro Teozacoalco; y el resto están programados del 21 al 23 de octubre en San Pedro Sosoltepec; del 24 al 26 de octubre en San Pedro Tepalcatepec; del 26 al 28 de octubre en San Juan Mixtepec; y del 27 al 29 de octubre en San Juan Lachao.
Cabe señalar que del 19 al 21 de octubre se instruyó también a una brigada comunitaria de Santiago Tilantongo, a petición de las autoridades de ese municipio, ya que desean estar mejor preparados para la prevención y combate de incendios forestales porque este año fallecieron ahí un comunero y dos brigadistas de la CONAFOR, al intentar sofocar el fuego.
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