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27 oct 2008

Sigue Universidad Indígena de Chiapas sin reconocimiento oficial de autoridades

Rayón, Chis., (La Verdad del Sureste).- A más de cuatro años de su fundación, ni las autoridades federales ni estatales de educación han dado reconocimiento a la Universidad Indígena de Chiapas, sin embargo “está viva”, cuenta con el apoyo del pueblo de Rayón y en junio del año próximo otorgará los primeros títulos profesionales de una universidad municipal a su primera generación.

Declaró totalmente seguro, su rector, el ingeniero Benjamín Cocom Cantú, en entrevista con La Verdad del Sureste, en la que primero habló de las infructuosas gestiones que en este año han realizado profesores y alumnos ante la Secretaría de Educación del estado de Chiapas y la Secretaria de Educación Pública federal.

De la última entrevista con el Subsecretario de Planeación Educativa de ese estado, Alejandro Nava en Tuxtla Gutiérrez el 9 de abril de este año, Cocom Cantú mencionó que el ofrecimiento del funcionario a los alumnos de la UICH fue pagar la terminación de sus estudios en una universidad privada o instalar en rayón una extensión “virtual” del Tecnológico de Tuxtla Gutiérrez.

Los 300 jóvenes que cursan sus estudios -en Derecho, Administración de Empresas, Agrónomo Zootecnista, ingeniería Civil y en sistemas computacionales- en la universidad municipal, dijo, desecharon la posibilidad de concluir sus estudios en una institución particular.

La experiencia es que, teniendo cerca la Universidad Lindavista, nadie estudia ahí por cuestiones económicas, tampoco aceptaron la extensión virtual del Tecnológico de Tuxtla Gutiérrez, afirma Cocom Cantú.

Los primeros alumnos que ingresaron a la UICH ya están en octavo semestre, llevan su seminario de tesis y han realizado su servicio social, a la par que cursan sus últimas materias para hacer sus tesis, así que programaremos el primer examen profesional, los primeros días de julio del 2009 para titularlos desde una universidad municipal.

Será “un caso inédito”, el que por primera vez una universidad municipal, otorgue títulos en el país, lo cual no lograron ni la Universidad Popular de la Chontalpa, ni la de Paraíso, ni la de Jonuta en Tabasco.

“Nosotros aspiramos a llegar a ese punto, a ese punto coyuntural, histórico e inédito”, expresa el rector de la UICH y catedrático de la Universidad Popular de la Chontalpa, uno de los pocos profesores fundadores de ese primer experimento de universidad municipal que lograron quedarse en la UPCH.

Eso si, durante la última entrevista con el Subsecretario de Planeación de la SE de Chiapas, hubo un trato distinto a los anteriores, dice. De nuevo nos pidió algunos documentos relativos a la matricula de la UICH y otros como el acuerdo político que firmó el entonces candidato al gobierno de Chiapas, con la Central Independiente de Obreros y Campesinos (CIOAC).

En ese documento el hoy gobernador de este estado, se comprometió, “a de una vez por todas, instalar una institución de Educación Superior en el municipio de Rayón”, fue una promesa de campaña que no cumplió, lamenta Cocom Cantú.

Anteriormente en febrero de este año, nos pidieron la copia de ese documento, un bosquejo de la universidad municipal, la matrícula y se los entregamos, esperamos que a partir de ahí habría una respuesta, que se generaría un diálogo constante, permanente, pero desde abril, no se ha dado otro acercamiento.

Todo tipo de documentación hemos hecho llegar tanto a la Secretaria de Educación de Chiapas como a la federación y nunca hemos recibido una respuesta oficial, por escrito, siempre ha sido a través de rumores de versiones en la prensa.

Nosotros seguimos trabajando como una universidad municipal, porque como en otra ocasión hemos dicho y lo hemos probado, afirma, la educación superior municipal es posible y es la solución que existe para dar cobertura y calidad a los jóvenes, principalmente a los de escasos recursos, que están solicitando educación superior.

Si las autoridades no nos atienden, nosotros no tenemos temor ni prisa, asegura el joven rector, disponemos de una universidad municipal que se apresta a otorgar sus títulos como tal.

Nuestros jóvenes están convencidos de la calidad de la educación que se imparte aquí, porque tienen comunicación con hermanos, amigos que estudian en otras instituciones de educación superior públicas y conocen sus problemas, las deficiencias, el tráfico de influencias, la corrupción, la manipulación política que impera ahí.

Entonces comparan y están contentos, ya no piensan en irse, como sucedió en universidades municipales, piensan terminar aquí, titularse; en cuanto a la cédula profesional, sería cosa de irnos a una controversia.

Tenemos el apoyo del pueblo de Rayón, de los presidentes municipales que al principio nos respaldaron no, hace tiempo nos lo retiraron, menciona.

Finalmente, como hemos dicho en otra ocasión, ésta es una lucha social que sentó sus bases en la comunidad, en la ciudadanía, y por ello, los presidentes municipales pueden estar o no de acuerdo, participar o no, o aportar o no, lo que gusten, y no pasa nada.

La UICH “está viva”, porque esta sustentada en el pueblo, el pueblo esta ahí, vigilante, contento y apoyando, puntualiza Cocom Cantú.

En uno de esos periódicos que salen de vez en cuando, se publicó que le Gobernador Sabines declaró en Tapilula que instalaría ahí una Universidad Tecnológica de la Selva, si es verdad, en primer lugar sería una injusticia, un engaño, porque esa comunidad está a 10 kilómetros de Rayón.

Y si se trata de una universidad tecnológica como la que existe en otro municipio, los jóvenes solo podrán cursar carreras de técnicos superiores, sin opción para terminar una licenciatura, si lo quieren hacer tendrán que salir a otros lugares, y se repite el mismo problema.

Ese “borregazo”, lo único que ha logrado es cohesionar al pueblo de Rayón que históricamente se siente robado siente robado históricamente, porque le prometieron un hospital y lo construyeron en Tapilula y ahora considera que le quieren quitar su universidad.

Eso cohesiona, reitera, porque hasta la gente que no estaba de acuerdo con la UICH ahora se une a nosotros.

Hemos recibido la invitación del presidente de la Comisión Nacional para los Pueblos Indígenas, Luis H. Alvarez, para platicar en la última semana de octubre, hemos reunido 5 mil firmas de apoyo de habitantes de Rayón, Patepec, Tapalapa, Pueblo Nuevo y Totol para que se den cuenta que es algo que el pueblo demanda y que está consciente de su necesidad.

Esos pueblos han hecho suyo la Universidad Indígena de Chiapas, ya no podrían vivir sin ella, saben que es el futuro de sus hijos, que no luchar por ella, sería dejarla ir, sin derecho a quejarse toda la vida, en el momento en que cada uno de sus hijos.

La UICH, que el año próximo entra a su quinto año de existencia, destaca Benjamin Cocom, en una zona dividida por cuestiones religiosas, políticas, de partido, de clases, de étnias y hasta geográficamente, hasta contraponer a sus habitantes, dentro, ha mantenido relaciones de amistad, de entendimiento, acuerdos y diálogo.

Es ya parte representativa de la sociedad de estos pueblos, y dentro se encuentran los mismos sectores que están afuera, pero ahí se llevan bien.

La reubicación para los jóvenes que ahí estudian no es una opción, todos tienen problemas económicos como para estudiar en San Cristóbal de las Casas o en Tuxtla Gutiérrez y sin que les otorguen becas para su manutención durante todo el tiempo que estudien y se titulen, pero además ya no creen las promesas de las autoridades, de los gobiernos, saben que no hay garantías para el cumplimiento.

Dicen: “me lo prometes y cómo se que me vas a cumplir, mejor termino aquí”.

Los muchachos, afirma el rector de la UICH, han hablado claro, se lo hicieron ver al Subsecretario de Planeación Educativa, en el sentido de que su oportunidad de estudiar está en Rayón, en la UICH, que van a terminar ahí y se van a titular y que lucharán por la cédula profesional.

“No tienen otra opción, no hay de otra, por eso la UICH no morirá, y esos jóvenes ahí conseguirán lo que quieren, de nada servirán entonces promesas, ni invitaciones, ni que les bajen el cielo y la estrellas”.

De esa manera se ha logrado que esos 300 jóvenes se mantengan unidos, son muchachos a los que no se puede comprar, que ya no se dejan intimidar, que no tienen miedo y eso a fortalecido a la UICH.

A lo mejor los gobiernos ya lo entendieron y por eso la invitación a México, a unos días de cumplir cuatro años de labores docentes y entramos al quinto, afirma.

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