Pavencul, Chis., (Notimex).- Aunque no se ha podido precisar en donde inició el cultivo del chayote, los estudios más recientes señalan que es nativo de Chiapas y de alguna región cercana en Guatemala.
Lo cierto es que era muy consumido por los aztecas y los mayas antes de la llegada de los españoles, quienes después lo llevarían a Costa Rica y a Europa.
Se conocen 11 variedades del chayote y es la Sechium Edule la más cultivada en el mundo de la que se adjudican ser los pioneros, aunque -en la mayoría de los casos- los investigadores coinciden en que pudo haber tenido su origen en tierras chiapanecas.
Es utilizado como un excelente alimento para el ganado y sus tallos son aprovechados para hacer sombreros, artesanías y recipientes.
Costa Rica, Guatemala y México son los principales productores en el mundo, utilizando para ello una diversidad de híbridos.
A su vez, el chayote es incluido en casi todas las dietas, en virtud de que el fruto contiene mucha agua, pocas calorías, así como grandes cantidades de potasio y además es diurético, mientras que su alto contenido de hidratos de carbono provoca la sensación de estar “llenos” durante mucho tiempo del día.
También es utilizado para eliminar las toxinas del organismo y por lo tanto ayuda a controlar algunas anomalías metabólicas, como la artritis reumatoide, artrosis, gota y acné.
Además, es utilizado también, por sus aminoácidos para evitar la caída del cabello, la generación de anticuerpos, problemas de cansancio, infertilidad, protección de uñas y piel.
Controla los niveles de colesterol, la depresión, el insomnio, es antioxidante, además presenta siete de los nueve aminoácidos esenciales para la producción de proteínas.
Por esta razón, en algunos países europeos y Estados Unidos se han iniciado investigaciones con miras a emplear estas propiedades en fármacos y en la industria de la cosmetología.
A pesar de que Chiapas podría ser el origen del Chayote en el mundo, según cifras de la Secretaría de Agricultura, Ganadería Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), los principales estados productores de ese cultivo en México son Veracruz, Michoacán, Jalisco, San Luis Potosí y Guanajuato.
Sin embargo, ahora Chiapas retoma el liderato luego de que indígenas mam de la sierra han encontrado otra alternativa productiva, económica y social en el cultivo del chayote orgánico.
Y a casi tres años de iniciado un proyecto de desarrollo de esa actividad, cuentan con más de 60 módulos en producción y la cosecha es comercializada localmente, aunque su meta es exportar hacia Estados Unidos.
El presidente de la Organización Desarrollo Integral del Pueblo Mam (DIPM), Paulino Morales López, explicó que los productores han logrado sacar sus cosechas hacia diversos mercados de Chiapas, entre ellos los de Motozintla y Tapachula.
“Hemos recibido ofertas de compra pero nos exigen estándares de calidad y por ello trabajamos, a fin de cumplir con esos objetivos”, agregó.
“Los 280 socios de esta organización queremos convertir al chayote en una de sus principales fuentes productivas después del café y cambiar la cultura del maíz de autoconsumo, para evitar dañar al medio ambiente”, comentó.
La mayoría de los productores de esa región no saben leer ni escribir, incluso muchos de ellos no saben hablar español, pero conjugan esfuerzos para producir un fruto que pese entre los 350 y 450 gramos, de acuerdo a la Norma Oficial Mexicana para la Producción del Chayote.
Lo llaman “Chayote Mame” e independientemente de que le han descubierto otras grandes propiedades al tomar de la tierra del Soconusco sus atributos, cuenta con un sabor y color intenso.
Las muestras han permitido que la empresa distribuidora y comercializadora “Del Cabo”, una de las más grandes de los Estados Unidos, se interese en adquirirlo.
Además, la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) les otorgó apoyo económico para sacar adelante el proyecto bajo la asesoría del Centro de Agroecología San Francisco de Asis (CASFA) y ya se tienen los primeros resultados.
El atractivo adicional del chayote de Chiapas con los del resto del mundo son, por un lado, que es orgánico y criollo, pero también porque supera ampliamente a sus competidores en sabor, calidad y propiedades medicinales.
Es cultivado con un sistema que algunos consideran rudimentario pero otros lo califican como protector del medio ambiente, en donde se utilizan sistemas de riego por canales y tapescos, en los cuales podrían alcanzar hasta 80 toneladas por hectárea anuales en cuatro ciclos, lo que no sucede con otros cultivos.
El chayote orgánico de Chiapas se cultiva actualmente en las partes serranas de los municipios de Escuintla, Tuzantán y Cacahoatán, donde existen parcelas demostrativas, aunque es en Pavencul, en la zona más alta de Tapachula, donde los avances son más significativos y ya lo comercializan.
A finales del año pasado, la existencia de diversas variedades de chayote quedó asegurada con la inauguración del Bangese (Banco Nacional de Germoplasma del Sechium edule, nombre científico de este vegetal), en el Centro Regional Universitario Oriente (CRUO) de la Universidad Autónoma Chapingo (UACH) ubicado en Huatusco, Veracruz.
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