El vocero de la organización, Jorge García Jiménez, afirmó que el alcalde de Olinalá, Héctor Romeo Torres Ortega, y el comisario Margarito Zeferino Rodríguez, han aprobado estos actos, los cuales, señaló, son una violación a los derechos humanos de ambas familias.
Relató que las familias Cabañas Pérez y Cabañas Reyes han sido acosadas y amenazadas desde 2006, cuando el ex comisario Félix Mancilla Pantaleón les advirtió que los iba encarcelar e incluso expulsar de la comunidad –de la cual son originarios– por profesar la religión cristiana evangélica.
En 2007 el siguiente comisario municipal, Juan Patrono Barrera “los obligaba a cooperar para las fiestas patronales so pena de privarlos del suministro del servicio eléctrico”.
Indicó que hace unas semanas el actual comisario, con personas de la misma población, decidió cortarles ambos servicios públicos y se han negado a reinstalarlos hasta que cumplan con los usos y costumbres de la comunidad, a pesar de que explicaron que su religión se los impide.
Denunció que los pobladores los amenazaron con colgarlos por sus creencias religiosas y si no obedecían los mandatos de las autoridades municipales.
“El presidente municipal Héctor Romeo Torres Ortega tiene conocimiento de estos actos de intolerancia y no ha hecho nada al respecto, incluso el síndico procurador, Julio Jiménez Barrera, favoreció la conducta de los funcionarios”, insistió García Jiménez.
Solicitó la intervención de la Subsecretaría de Asuntos Religiosos y del gobernador Zeferino Torreblanca, pues señaló que este tipo de actos ya han ocurrido con anterioridad en otras partes del estado, como fue en Chiepetlán, Tlapa, hace más de un año.
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