Ciudad de México, DF., (Excélsior).- La falta de oportunidades y desarrollo económico en poblaciones de alta marginalidad, son factores que aprovechan los cárteles de la droga para reclutar y utilizar a indígenas en sus operaciones ilícitas.
Un informe de la Procuraduría General de la República ( PGR ) señala que, en el Distrito Federal, se encuentran internos 23 ciudadanos mexicanos de las comunidades indígenas náhuatl, otomí, purépecha y zapoteca.
De la población entrevistada se conoció que se trata de indígenas involucrados en delitos contra la salud y violación a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, principalmente por pretender transportar estupefacientes de sus lugares de origen a otras regiones del país, además de portar armas de fuego sin licencia y de uso exclusivo del Ejército.
De los censos realizados se advirtió que los indígenas internos abandonaron sus comunidades por falta de oportunidades para obtener un ingreso digno y cubrir las necesidades básicas de sus familias, señala la comunicación de la PGR.
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