Ciudad de México, DF., (Notimex).- La pobreza extrema afecta a 25 por ciento de la población rural del país, lo que significa que ese fenómeno se triplica en comparación con las zonas urbanas, donde sólo alcanza siete por ciento, aseguró Heladio Ramírez López.
En un análisis sobre la pobreza, el presidente de la Comisión de Desarrollo Rural de la Cámara de Senadores sostuvo que el crecimiento integral de ese sector es vital para abatir los elevados índices nacionales en la materia, "pues en esa realidad es donde se vive la expresión más cruda del subdesarrollo".
Al referirse a la población del campo, explicó que tomando en cuenta sólo a las localidades de hasta dos mil 500 habitantes en el medio rural existen 196 mil y su población es de 24.3 millones de personas.
Sin embargo, las diferentes formas de vida rural se extienden más allá de esas poblaciones altamente dispersas, ya que las localidades menores a 15 mil personas tienen características mucho más rurales que urbanas.
El legislador de la Confederación Nacional Campesina (CNC) añadió que considerando esos factores la población rural asciende a 38.4 millones de personas, que representan 37 por ciento del total nacional y que incluyen a 10 millones de indígenas.
Mencionó que la agricultura y la ganadería son una parte esencial de la economía rural, pero las actividades productivas en el campo incluyen además rubros de comercio, extractivas, turismo, servicios, artesanías y trabajo asalariado en diversas modalidades y ramas económicas.
El también presidente del Frente Nacional de Legisladores del Sector Rural resaltó que en México existen 4.5 millones de unidades de producción agraria, de las cuales 3.5 pertenecen a ejidatarios y comuneros, y el resto a la pequeña y mediana propiedad privada.
De ese conjunto, detalló, sólo siete por ciento son agricultores exitosos, mientras que 75 por ciento "está atrapado en la inviabilidad, en el atraso y la escasa competitividad".
Por último, Ramírez López consideró que la persistencia de la pobreza en el campo mexicano es la expresión concreta de fallas estructurales, de políticas públicas mal enfocadas y de la injusta distribución de la riqueza, de los bienes sociales y del poder.
"No se ha querido entender que los problemas de pobreza no son sólo de la economía sino esencialmente de la política", concluyó el legislador priista.
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