Barcelona, España (Tribuna Latina).- ‘Naco’ en México es el adjetivo peyorativo más utilizado para intentar descalificar a alguien por su origen o gustos “indios”, pero pocas personas saben que viene del gentilicio totonaco, perteneciente a la cultura totonaca. Afortunadamente, al menos dieciséis autores de esta etnia están orgullosos de lo que son, y presentan en Barcelona el libro ‘El arte de ser totonaca’ este 5 de febrero a las 19:30 horas (Museu Barbier-Mueller d’Art Precolombí. C/Montcada, 12-14. Borne).
La obra emprende un viaje hacia las raíces y el misticismo de un pueblo que mantiene viva su lengua y sus tradiciones a pesar de los siglos, y contiene 485 imágenes de la fotógrafa Alejandra Cerdeño, quien capturó con su lente los colores y la fuerza de esta etnia, una de las 56 que sobreviven en México y cuya lengua -el totonaco- es hablada por más de 400 mil personas.
Durante una década, Cerdeño fue testigo de sus costumbres y rituales, entre ellos la espectacular danza de los voladores de Papantla -nominados por la UNESCO Patrimonio Inmaterial de la Humanidad-, prohibida por los españoles durante la Colonia y transmitida en secreto de generación en generación para venerar al sol.
Editado por el Gobierno del estado de Veracruz (Golfo de México), este ejemplar descubre también la exuberante belleza del paisaje veracruzano y contiene un códice moderno que tiene la particularidad de estar escrito por totonacos: abuelos que guardan el conocimiento ancestral y la familia que lo recibe, curanderos, alfareros, tejedores, músicos, danzantes, niños y jóvenes creadores, comparten la tradición oral de la cual son herederos.
Tajín, ciudad sagrada en el Golfo de México
La edición de ‘El arte de ser totonaco’ es fruto de uno de los proyectos más novedosos que se llevan a cabo en Latinoamérica para promover las culturas originarias: el festival Cumbre Tajín (www.cumbretajin.com), que se realiza cada año durante el mes de marzo con el propósito de recibir la primavera en la zona arqueológica del Tajín, ciudad sagrada de los totonacos donde habita el dios Trueno y se levanta la famosa pirámide de los nichos, ejemplo único de arquitectura que ostenta 365 nichos, equivalentes a los días del año.
A un kilómetro del centro ceremonial se creó el Centro de las Artes Indígenas, con la finalidad de generar el desarrollo y la profesionalización de los creadores indígenas, por medio de una constante interacción con creadores no indígenas formados en las academias. Un espacio dedicado al rescate de las tradiciones y la revaloración del conocimiento indígena amenazado diariamente por la globalización.
De esta iniciativa han surgido videoastas cuyos cortometrajes han ganado premios en festivales latinoamericanos -algunos serán proyectados durante la presentación del libro-, un grupo de artes escénicas que recientemente se presentó en el teatro La MaMa de Nueva York con la puesta en escena ‘Vocal Migrations’, y el libro que ahora llega a Barcelona.
El Arte de Ser Totonaca será donado a instituciones educativas y culturales de Cataluña antes de su venta al público, entre ellas el Museu Etnològic, el Centre d’Estudis Precolombins de la Universitat Autònoma de Barcelona y Casa Amèrica Catalunya, donde podrá consultarse.
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