Ciudad de México, DF., (El Informador).- La situación actual de los indígenas en México se enmarca en un contexto de pobreza, marginación y racismo que impide su integración en el desarrollo nacional, y concentra a los más pobres de los pobres.
El presidente de la Comisión de Desarrollo Rural de la Cámara de Senadores, Heladio Ramírez López, aseveró que en México se reconoce la existencia de 56 pueblos indígenas, 15 de ellos en franco proceso de extinción económica, social y cultural.
Asimismo existen "23 pueblos indios mexicanos cuyos idiomas están considerados por los especialistas en cierto riesgo de extinción", cuando es un deber mantenerlos vivos.
En entrevista aseveró que "todavía hay discriminación y a pesar de los avances en la Constitución, los pueblos indígenas siguen en la misma condición de pobreza; quizá tengan algunas obras de caminos y de infraestructura, pero ello no es suficiente pues no hay un programa integral que logre reivindicarlos plenamente".
Indicó que en América Latina, particularmente, hay una emergencia y protagonismo indígena, lo que se respalda además en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Pueblos Indígenas.
"Esto es importante pero no suficiente en la realidad de su desarrollo, porque las políticas públicas no responden a los apoyos que necesitan", expuso el legislador.
Agregó que en México esos apoyos son insuficientes y muy burocratizados, a veces con reglas de operación insalvables, "entonces tiene que haber un replanteamiento general de las políticas públicas para los pueblos de México".
En el país la población hablante de lenguas indígenas respecto de la población total se redujo, pues mientras en 1930 este sector ocupaba 16 por ciento, con 2.3 millones de hablantes, para 2005 sólo contabilizó 6.6 por ciento, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
A su vez, el coordinador general del Congreso Agrario Permanente (CAP), José Luis González Aguilera, indicó que los indígenas en México siguen en la pobreza y "los que se han enriquecido son los que presumen que los representan".
Los integrantes de los pueblos indígenas siguen marginados y abandonados, dijo, por lo que "hay que trabajar muy fuerte para que realmente se les pueda integrar a lo que es el desarrollo del país".
En entrevista, González Aguilera aseveró que la integración de los pueblos indígenas "sólo se podrá lograr si hay una verdadera política de integración en donde haya un compromiso del gobierno federal y de las organizaciones".
En tanto, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Emilio Alvarez Icaza, indicó que "México sigue siendo presa de un marcado racismo y esencialmente las personas de origen indígena siguen estando en una situación de tremenda desventaja".
Sostuvo que cuando se revisan los indicadores como educación, trabajo, salud e ingreso, ese sector siempre está en desventaja, por lo que se necesita reconocer esa situación para generar las acciones legislativas y de gobierno que permitan gradualmente ir revirtiendo esa problemática.
Refirió que las niñas y niños nativos tienen desventajas muy dramáticas de vida durante su primer año, frente a los infantes de zonas urbanas que tienen cuatro veces más posibilidad de sobrevivir en ese mismo periodo.
Es decir, agregó, hay problemáticas muy severas en la esperanza de vida, en educación, en salud, y los estados con mayor población indígena son los que tienen estos grandes indicadores de marginación y pobreza.
El racismo se ve más en los estados con mayor población indígena como Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Puebla y Tabasco, algunas comunidades indígenas en el norte del país y también en entidades como la ciudad de México que cuenta con una población indígena de más de medio millón de personas.
Según el Conteo de Población y Vivienda 2005 del INEGI, en el país había 24 millones 803 mil 625 hogares, de ellos dos millones 41 mil 203, es decir 8.2 por ciento, son indígenas; en un millón 684 mil 233 el jefe de familia es hombre y en 356 mil 970 es mujer.
De los hogares indígenas 66.9 por ciento son nucleares, es decir están formados por el jefe o jefa de familia y su cónyuge, con o sin hijos, o por una persona con hijos; 25.3 por ciento son ampliados, es decir formados por un grupo nuclear más otros parientes, y 6.1 por ciento está formado por una sola persona.
La población autóctona se ubica principalmente en entidades del sureste y sur del país: 51.6 por ciento de la población de Yucatán forma parte de un hogar indígena; en Oaxaca, 44.3 por ciento; en Quintana Roo, 29.3, y en Chiapas, 29.1 por ciento.
El director de la Red Internacional de Derechos Humanos (RIDH), Ramón Muñoz Castro, aseveró por su parte que el tema de los indígenas es central en México porque esos pueblos en América Latina en general son objeto de discriminación.
Aun cuando sus derechos están consagrados en algunos instrumentos internacionales y en la última Declaración de los Pueblos Indígenas, aprobada por la Asamblea General y el Consejo de Derechos Humanos, hay que aplicarlos y comenzar a trabajarlos de manera clara.
El funcionario destacó que hay que avanzar en la lucha contra la discriminación y reconocer las culturas que existen en México y los derechos que tienen.
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