Mina, NL., (Milenio).- Donde no hay nada, en el corazón de la zona desértica, entre los límites de Mina, Villaldama y Bustamante, se ubica uno de los sitios con mayor concentración de pinturas rupestres de México.
Se trata de Chiquihuitillos, un conjunto de varias lomas que contienen una serie de abrigos rocosos donde las tribus antiguas pintaron en la roca impresionantes dibujos donde plasmaron elementos de su cosomovisón.
Para William Breen Murray, el sitio Chiquihuitillos representa uno de los puntos más importantes de manifestaciones rupestres dentro de un contexto regional.
“En primer lugar es una concentración importante de pinturas rupestres y en segundo lugar las manifestaciones muestran semejanzas con una serie de otros sitios que se hallan en una región contigua, por lo que se puede hablar de toda una tradición”, explica el antropólogo, catedrático de la Udem.
Para el entrevistado la zona de pinturas es muy grande, domina gran parte del paisaje en los alrededores del sitio.
En la parte baja de la loma sobresalen miles de rocas con petrograbados.
“Hay petroglifos en la base y en la parte alta de la meseta. No hay semejanza entre las pinturas y los motivos en la roca, más bien podrían pertenecer a tradiciones completamente separadas y en general hablaríamos de que los petroglifos son más antiguos, pero en este caso, las pinturas muestran similitudes específicas con unas manifestaciones que se ubican en el Río Bravo, justo en la desembocadura del Río Pecos.
El especialista comentó que el estilo Pecos esta fechado con cierta precisión y se remonta hacía unos cuatro mil años, antigüedad aproximada de las pinturas.
El estilo Chiquihuitillos se halla ampliamente distribuido en la región, en una zona que se extiende unos 60 kilómetros al norte, en los municipios de Villaldama, Bustamante y Lampazos, llegando hasta Candela en Coahuila.
Hacia el interior abarca Mina, García y lugar ubicado en Ramos Arizpe.
En cuanto a la población que existió en el sitio, el experimentado investigador reconoció que se puede precisar el total de población que ahí vivó.
“No se puede asegurar cuanta gente radicó, ya que no parece ser un sitio de residencia, más bien parece ser un lugar de visitas, no de residencias y actualmente no cuenta con agua en las cercanías y este era uno de los requisitos para mantener una zona habitacional”, recalca Breen Murray.
Arte indio cristiano
El estilo Chiquihuitillos se halla presente en la arquitectura colonial de algunas misiones en la región del norte de Nuevo León, específicamente en Lampazos.
“Se trata de mosaicos, sobre la entrada de lo que era la iglesia colonial y que ahora funciona como el museo del pueblo de Lampazos. Este motivo es el único ejemplo que conocemos de arte indo cristiano en la frontera noreste y aparte muestra motivos semejantes a muchos sitios con pintura rupestre en la zona”.
El estilo Chiquihuitillos se distingue porque sus pinturas son policromas, con colores rojos, blanco, negro, naranja y amarillo.
Por otra parte Murray no descarta que algunas de las pinturas sean motivos astronómicos, pero en su totalidad. El lugar no es definido por la astronomía en su conjunto.
La zona anteriormente fue habitada por los indios Alazapas, quienes a la llegada de los españoles fueron congregados en Villaldama y Bustamante, es muy probable que si no fueron estos, los autores de las pinturas hayan sido un grupo muy emparentado, hablantes de la lengua coahuilteca.
Pero ahora sus pocos habitantes concuerdan en afirmar que la gente de esos lugares, literalmente vive de milagro.
Don Juan Villarreal, quien además es el vigilante de las pinturas, arremete con todo en contra de aquellos que los tienen en el más completo olvido.
La gente se aferra a vivir en una tierra que no da y sólo les quito.
Los viejos ranchos abandonados, son visitados por cazadores de tesoros, en su afán de encontrar riquezas ocultas.
Legado acestral
El sitio Chiquihuitillos representa uno de los puntos más importantes de ese tipo de manifestaciones dentro de un contexto regional en pinturas rupestres, incluso se le dio su nombre a un estilo de petrograbados
El estilo Chiquihuitillos se halla ampliamente distribuido en la región, en una zona que se extiende unos 60 kilómetros al norte en los municipios de Vi-llaldama, Bustamante y Lampazos, llegando hasta Candela en Coahuila. Hacia el interior abarca Mina, García y lugar ubicado en Ramos Arizpe.
La gente se aferra a vivir en una tierra que no da y sólo les quitó. Los viejos ranchos abandonados son visitados por cazadores de tesoros, en su afán de encontrar riquezas ocultas que no son otra cosa que la huella de los grupos de aborígenes.
Al igual que las tribus arcaicas, este puñado de familias vive de manera semejante que los grupos de cazadores recolectores, explotando al máximo los recursos que el medio les brinda para sobrevivir; además padecen la limitación de su edad para intentar encabezar el desarrollo.
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