Los Ángeles, Estados Unidos (La Opinión).- Las cortes y los hospitales de California continúan recibiendo casos a diario: inmigrantes indígenas que requieren servicios de salud, atención legal y orientación, pero no hablan inglés ni español. La ayuda no llega, y la condición de quienes de por sí viven en la pobreza, falta de vivienda digna y acceso a la salud empeora.
Aunque esto existe dese hace ya casi dos décadas, hay pocos estudios sobre este grupo demográfico. La publicación del Estudio de los Trabajadores Agrícolas Indígenas (ETAI), por Asistencia Legal Rural de California (CRLA), ayuda a comprender la situación de miles de campesinos indígenas mexicanos.
El reporte estima que en el área rural de California existen 120,000 indígenas adultos provenientes de México; incluyendo a los niños, suben a 165,000.
Estos grupos, aunque se asentaron desde hace varios años en la zona, no logran los niveles de bienestar que consiguen migrantes mexicanos no indígenas tras algún tiempo de haber llegado al país.
En materia de vivienda, del total de los campesinos indígenas mexicanos encuestados sólo un 11% dijo ser propietario. Menos de la tercera parte de ellos vive en una casa; lo que la mayoría posee son trailers.
Los otros rentan espacios que con frecuencia comparten con otra familia. Los niveles de hacinamiento van de 1.5 a 3 personas por habitación, y 20% de los encuestados duermen en un sofá o un garaje.
La mayor parte vive bajo la línea de pobreza. Los salarios que perciben los indígenas campesinos en California oscilan entre $10,000 al año para quienes acaban de llegar a $20,000 para quienes ya tienen varios años aquí.
Los recién llegados perciben un promedio de $7.50 por hora, y si han estado aquí por más tiempo, hasta $9 la hora. El trabajo en el campo no es estable y depende de las temporadas; los niveles de pobreza tienen que ver con la cantidad de horas que se trabaja por año, más que por el ingreso por hora.
El reporte muestra que los indígenas en el campo cuentan con menos bienes que los inmigrantes no indígenas. Sólo el 30% de quienes tienen ocho años o menos en el país son propietarios de un auto, herramienta fundamental para los que trabajan en cultivos de temporada. Una de las razones para ello es que la mayoría de los indígenas mantienen una cercanía mas estrecha con sus lugares de origen y tienden más a ser la fuente que sostiene al resto del familia.
En materia de la cobertura de salud, sólo el 24% de los hombres campesinos indígenas y el 68% de las mujeres realizaron una visita al médico durante los dos años previos a la encuesta. Sólo el 9% de los hombres y el 19% de sus parejas tienen seguro de salud.
"Este reporte reafirma lo que ya sabíamos", comenta Rufino Domínguez, dirigente del Centro Binacional para el Desarrollo Indígena Oaxaqueño (CBDIO). "Lo importante es que constituye un respaldo para nosotros, para decir que la ley se debe aplicar y que se debe tomar en serio el tema de los intérpretes indígenas en cortes y hospitales; todas las instituciones lo deben hacer".
Domínguez señaló que un error muy común en las agencias gubernamentales es asumir que todos los mexicanos hablan español. De los encuestados, la mitad habla el idioma mixteco, 26% zapoteco yel 9% triqui. El chatino y náhuatl, grupos de reciente migración, ocupan el 2%; sólo 7% provienen de lugares donde se hablan otras lenguas.
Más del 80% de los campesinos indígenas de California provienen de Oaxaca; un 9% de Guerrero, 2% de Puebla y 1% de Michoacán; sólo el 4% proviene de otros estados mexicanos. La presencia de indígenas de otros países es casi nula.
"Esta población va a seguir creciendo; comunidades como los chatinos y tal vez otras que nunca han migrado lo van a empezar a hacer porque la situación en México, particularmente en Oaxaca no ha cambiado", dijo Domínguez. "Mientras no haya trabajo allá la gente seguirá buscando aquí. Este estudio nos ayuda a seguir buscando la forma de desarrollar proyectos para esta comunidad".
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