Querétaro, Qro., (La Jornada).- Cincuenta por ciento de los otomíes que viven en los municipios de Amealco de Bonfil y Tolimán “consumen de manera frecuente bebidas embriagantes”; además, en el municipio de Cadereyta aún se desteta a niños con pulque por falta de agua potable, informó el delegado de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas en Querétaro y Guanajuato, Aurelio Sigala Páez.
El funcionario indicó que 60 por ciento de la población indígena de Querétaro sufre violencia intrafamiliar relacionada con alcoholismo.
Sigala explicó que en Amealco de Bonfil y Tolimán se aplicaron encuestas a 800 personas, 50 por ciento de las cuales reconocieron ser consumidoras frecuentes o adictas a las bebidas alcohólicas.
El delegado comentó el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia ha realizado campañas para orientar a las mujeres indígenas sobre los riesgos que implica usar pulque en lugar de fórmulas lácteas para el destete de los infantes, pero esta práctica persiste debido a la carencia de agua potable.
Agregó que una de las principales causas del alcoholismo en las comunidades indígenas de Querétaro es la disponibilidad de bebidas baratas “de muy mala calidad”.
Los resultados de la encuesta fueron entregados a la Secretaría de Salud de Querétaro y al Consejo Estatal contra las Adicciones, para que diseñen programas de prevención y control.
En Querétaro hay 47 mil indígenas, que suman 3.4 por ciento de los habitantes del estado. Los otomíes queretanos son el tercer grupo más numeroso de hablantes de esa lengua en el país.
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