Tal fue el tema del I Encuentro de Lenguas en Peligro. Ante el quebranto de la diversidad lingüística: el caso de las lenguas indígenas americanas, que se efectuó como parte de las actividades de la XX edición de la Feria del Libro de Antropología e Historia (FLAH) , en el Auditorio Jaime Torres Bodet, del Museo Nacional de Antropología.
En el foro se dieron cita especialistas en la materia -antropólogos, etnólogos, escritores y lingüistas- para debatir el estado actual de las lenguas originarias y los procesos de transmisión y reivindicación por los que atraviesan en este 2008, denominado el Año Internacional de las Lenguas.
Investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia en Sonora, José Luis Moctezuma Zamarrón, presentó la ponencia Mitos y realidades de las lenguas minorizadas de México. Un modelo agotado, en la cual desarrolló algunos de los prejuicios que se tienen hacia los idiomas -como él denominó- minorizados.
"El concepto de lengua minorizada permite reconocer la relación asimétrica que se establece entre las lenguas en conflicto -independientemente del número de hablantes- y el español, lengua dominante en México, que ubica a las lenguas indígenas en un nivel inferior por los estigmas que han sido objeto a lo largo de la historia de este país" , adujo.
Para el autor del libro De pascolas y venados, a partir de estas luchas lingüísticas han surgido siete mitos acerca de las lenguas minorizadas, que durante su intervención trató de desvanecer al mostrar las contradicciones inherentes a dichos postulados.
Dentro de los mitos más importantes mencionó que "todas las políticas tienen que ir encaminadas a los hablantes de las lenguas minorizadas" , lo cual consideró absurdo, porque limita el problema a un grupo.
Para él, las políticas lingüísticas también deben ir orientadas hacia los hablantes del español, ya que son ellos quienes discriminan a quienes hablan otras lenguas.
También rechazó el postulado de que la escuela -y con ello la escritura de las lenguas minorizadas- es el factor más relevante para la conservación de las lenguas indígenas, sobre lo cual, el investigador señaló que es vital retomar la oralidad como principio de la comunicación dentro de las comunidades indígenas y en el entorno social.
Contra la idea de que "todas las lenguas indígenas tienen las mismas características y presentan los mismos problemas" , el especialista en antropología lingüística declaró que todas las culturas muestran características disímiles y situaciones particulares que han sido poco analizadas y tomadas en cuenta para tratar de revertir los procesos de desplazamiento lingüístico.
Además, propone que el trabajo lingüístico tiene que ser la base del acercamiento a las lenguas minorizadas, "pero se requieren estudios sociolingísticos y capacitación en esos temas para quienes elaboran los proyectos de conservación y revitalización de las lenguas".
En entrevista exclusiva, el investigador habló sobre cómo se han ido arraigando estas visiones sobre las lenguas indígenas.
"Los mitos sobre las lenguas minorizadas se han formado sobre todo en la academia, en la cuestión educativa y en las mismas comunidades que son extremadamente puristas, que dan como resultado hacer que los jóvenes no quieran hablarla con los mayores, por temor a burlas" , afirmó Moctezuma Zamarrón.
"Había una señora que decía que su hijo hablaba el mayo como los gringos hablan el español. El nunca hablaba con su mamá en su lengua, conversaba con otras personas en su idioma pero no con su madre" , explicó.
Para el estudioso de las lenguas mayo y yaqui es necesario retomar la tradición oral para transmitir la lengua, "se tiene que manejar a varios niveles: comunitario, espacios públicos y privados".
Moctezuma Zamarrón consideró que para darles vigor a las lenguas mino rizadas es necesario un diagnóstico de su situación específica, "cada una va a tener particularidades que hay que tomar en cuenta para ver de qué manera se pueden revitalizar, e incentivar un programa dirigido a los mestizos que rompa con el esquema de que hablar una lengua indígena es signo de atraso.
"Las lenguas forman parte de los elementos que hacen de una nación como la mexicana -diversa en gastronomía, zonas arqueológicas y artesanías- un mosaico que permite identificarlos", concluyó.
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