Ciudad de México, DF., (El Universal).- La situación de marginación de los indígenas de México es de mucha gravedad, dijo el Comisionado para los Pueblos Indígenas, Luis H. Álvarez, y señaló que es responsabilidad de quienes han tenido oportunidades de desarrollo personal, aportar para corregir la desigualdad que padecen los grupos étnicos.
Luis H. Álvarez, quien fue el primer presidente de la Cocopa en 1995, acudió a la Cámara de Diputados y, ante especialistas en el conflicto de Chiapas, dijo que así como la población oportunidad de reclamar respecto a sus derechos, para superar la marginación indígena, es necesario que la sociedad cumpla su obligación incumplida hacia los pueblos originales del país.
Por su parte, el presidente de la Comisión de Concordia y Pacificación, el diputado panista Francisco Fraile García (PAN), señaló que la paz en Chiapas pende de un hilo, pero esa tranquilidad frágil también se encuentra en los estados donde hay regiones indígenas, como pueden serlo Tabasco, Oaxaca, Puebla.
Tan sólo Chiapas, agregó Fraile, "es una olla de presión que puede estallar", porque para los indígenas no ha habido justicia, sobre todo en forma de mejores condiciones de vida.
El comisionado para los Pueblos Indígenas visitó el Palacio Legislativo, con motivo de la presentación de la investigación "Chiapas después de la Tormenta", que consta de varios estudios sobre economía, sociedad y política, y que coordinó Marco Estrada Saavedra.
En ese marco, Luis H. Álvarez, ante los estudiosos del conflicto de Chiapas, dijo que los indígenas de Chiapas tuvieron razón de haberse rebelado en 1994, como reacción a las condiciones de vida injustas a que están condenados.
"Si yo hubiera sido indígena, muy probablemente hubiera sido parte del movimiento zapatista", comentó el funcionario federal, quien dirigió la Cocopa cuando fue legislador.
Dijo que a los indígenas se les han negado oportunidades de desarrollo, a pesar de que ellos son los dueños originarios de México. En ese sentido, es obligación del país dar satisfacción a sus necesidades.
A los que se preocupan por impulsar el desarrollo social de las comunidades indígenas, el panista recomendó que tengan en cuenta que las soluciones para el norte no pueden ser las mismas que se apliquen en el sur.
A su vez, Fraile García afirmó que en Chiapas hay 19 mil comunidades indígenas, y esa dispersión, en la complicada orografía de las regiones del estado, dificultan la atención de parte de las instituciones federales y estatales.
Subrayó que cada vez es menos frecuente la renuencia a recibir los apoyos de las autoridades gubernamentales, como ocurrió en los años siguientes al alzamiento zapatista.
Propuso que en la siguiente Legislatura, los nuevos diputados refrenden la operación de la Cocopa, como instancia de atención a los severos problemas que se sufren en los territorios del conflicto indígena.
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