Ciudad de México, DF., (Notimex).- Obras de compositores de la talla de José Pablo Mancayo, Alvaro Carrillo y Dámaso Pérez Prado integran "Sones de Tierra y Nube", de la Banda Filarmónica del Centro de Capacitación Musical y Desarrollo de la Cultura Mixe, de Santa María Tlahuiltoltepec, Oaxaca.
Se trata del segundo material discográfico de esta agrupación integrada por 52 infantes mixes, el cual será presentado los días 20 y 21 de junio en la explanada de Centro Cultural Jaime Torres Bodet del IPN, y en la Sala Netzahualcóyotl del Centro Cultural Universitario, respectivamente.
En rueda de prensa, Susana Harp, directora de la Asociación Cultural Xquenda, afirmó que este grupo de jóvenes de la escuela del Cecam tocan diversos instrumentos europeos que llegaron a México principalmente durante la época de Porfirio Díaz.
"Todos son alumnos avanzados de dicha institución y tienen 30 años de haber sido fundada, siendo la propia comunidad del lugar la que día a día sostiene este proyecto", comentó.
"Es la única escuela en esa comunidad que inició como un proyecto sexenal, pero que al término de éste, la comunidad decidió apropiarse de él", explicó.
Asimismo indicó que en este segundo material se encuentran extraordinarios músicos, y que ninguno de ellos, está cobrando por ello.
Afirmó que para continuar con este proyecto, se realizarán las presentaciones antes mencionadas con la participación de Horacio Franco, flauta; Fernando de la Mora, tenor; Héctor Infanzón, piano; y ella (Harp) en la voz.
Precisó que las ganancias obtenidas del concierto de la Sala Netzahualcóyotl y de las ventas del referido material discográfico, el cual incluye 12 temas de música tradicional mexicana, serán para apoyar los proyectos del Cecam.
"La idea es que el Cecam pueda continuar con esta labor de calidad, con esa educación de buen nivel para que los muchachos oaxaqueños no tengan que emigrar ni para trabajar ni para estudiar, sino que puedan continuar dentro de sus comunidades", explicó.
"Y que tengan una escuela, una dignidad y un alto nivel académico para poder seguir preparando músicos", subrayó.
Al respecto, el pianista Héctor Infanzón, arreglista del material, expresó su beneplácito y afirmó que se trata de un proyecto importante dado que con ello se están formando músicos profesionales.
Por su parte, el tenor Fernando de la Mora dio la bienvenida a este material y señaló que es un proyecto "hermoso que ayuda a los artistas a involucrarse con la cultura mexicana".
Indicó que el sencillo es un material que se compromete con las tradiciones y música de México.
El cantante pidió el apoyo de los medios para la difusión del material, pues "los discos hoy son una carta de presentación y no un negocio".
"Si el disco se vende es doble éxito, pero el verdadero éxito es que esto se realice y para que estos chamacos del Cecam se sigan promoviendo y continúen adelante", dijo.
En su oportunidad, Fernando Hijar, titular de Promoción a la Creación Musical del Conaculta, destacó que tras la producción del sencillo, la cultura Mixe está más viva que nunca.
"Demuestra una cuestión fundamental en torno al patrimonio musical de los pueblos originarios. Es decir, que el patrimonio de la cultura Mixe en este momento está vivo, vigente y se fortalece cada día", acotó.
Estimó, asimismo, "que si bien es cierto que hay una tendencia de que la música tradicional está en riesgo de desaparecer en algunas regiones del país, hay manifestaciones fortalecidas en sus lugares de origen y una de ellas es la Mixe".
Para el flautista Horacio Franco, "Sones de Tierra y Nube" envuelve el amor hacia la comunidad y sus raíces.
Denunció que en la actualidad existe discriminación hacia ciertas comunidades indígenas en el país.
"Mucho de ello se genera en la televisión, se dictan los cánones de belleza. Sin embargo, una banda de Santa María Tlahuiltoltepec, Oaxaca, es una banda que debería dictar cánones de belleza, de ese orden indígena que tiene", opinó.
Banda e intérpretes invitados, en perfecta conjunción, unen su talento para ofrecer música de compositores mexicanos y en especial, de autores oaxaqueños.
El viento metamorfoseado en son; las nubes como voces singulares; el fuego sensible de la instrumentación y la tierra como base, como la raigambre étnica que genera la interpretación musical.
Sones de Tierra y Nube resume esa fuerza germinal de la cultura mixe, el eje donde los cuatro elementos y el corazón del mundo oaxaqueño se condensan.
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