Papantla, Ver., (La Jornada).- De los 5 mil actos previstos en la 10 edición de Cumbre Tajín, que se realizará del 18 al 22 de marzo, sobresale el espacio Voces de las Etnias, especie de actos circenses que en el Laboratorio de Acrobacia Indígena han aprendido varios grupos de Veracruz, que conforman la Compañía de Circo Indígena, la cual debutará en en esta versión del festival.
Salomón Bazbaz, director del encuentro, calificó a la compañía, integrada por los grupos Voladores y Guaguas (comunidad de Ojital, Papantla), toreadores totonacos (Mecatlán), danzantes tejoneros (Coxquihui), maromeros mecos tének (Chontla, Tantoyuca) y maromeros zapotecos (Santa Teresa, Xochiapa) de "una iniciativa revolucionaria, que reúne disciplinas sociales, artísticas y deportivas, cuya finalidad es estudiar las experiencias acrobáticas indígenas, reforzar la memoria colectiva y la identidad de quienes las realizan. Uno de los propósitos de esta escuela-compañía es mantener viva una tradición y hacerla evolucionar hacia formas más actuales de las artes escénicas, con absoluto respeto a los ritos y ceremonias originales".
Además precisó: "El Circo Indígena no tiene precedente en el país, pues diversas instituciones culturales, sociales y artísticas se congregaron para crear un programa de desarrollo y revaloración de las manifestaciones acrobáticas que se practican en las regiones totonaca, tének y zapoteca de Veracruz, en el que participan la asociación civil Machincuepa Circo Social y el Circo Atayde Hermanos, que presentó a la agrupación, en los festejos de su 120 aniversario".
Bazbaz informó que en esta edición del festival, al que se espera la asistencia de 120 mil personas, la mayoría atraída por los conciertos musicales que se realizan en el Parque Takilhsukut, llamado Totonaca World, se han invertido 20 millones de pesos y se estima que la derrama económica será de 100 millones de pesos. Dijo que "30 por ciento de lo que se recaude se destinará para becar a niños de las comunidades del Totonacapan, y el resto para sostener el parque temático".
El director abundó: "Mesoamérica es hasta ahora ejemplo, a escala mundial, de la preservación y vigencia de las prácticas de vuelo, equilibrio, danza, destreza y desafío que desde hace cientos de años ejecutaban diversas etnias originarias de México, así que con la Compañía de Circo Indígena tratamos de rescatar esta tradición".
Acerca del espectáculo de luz y sonido en El Tajín, refirió: "Preferimos llamarlo recorrido nocturno que espectáculo de luz y sonido, porque se hizo con mucho amor. Se realiza desde hace una década y cada año tratamos de adaptar nueva tecnología para evitar daños a la zona arqueológica. Las instalaciones eléctricas están controladas: todos los cables corren sobre tela y madera, y las plantas están lo suficientemente alejadas para no contaminar y afectar las edificaciones".
Al preguntarle si en su opinión el espectáculo de luz y sonido en Teotihuacán se hizo con desamor, Bazbaz mencionó: “Ignoro los detalles como para saber si lo hicieron con amor; no he visitado la zona como para dar una opinión sobre el conflicto. Lo único que puedo decir es que aquí el patrimonio de la cultura viva del Totonacapan permanece inalterable. Creo que dotar de luz y sonido la zona arqueológica da una idea de la magnificencia y del esplendor de lo que fue El Tajín.
"No es una casualidad que la Pirámide de los Nichos tenga 365, no es casualidad que se haya construido aquí; tenemos varias referencias arqueológicas y astronómicas que dicen que se hicieron con conciencia. Imagínenla con todos sus colores en el crepúsculo."
Los arqueólogos Jacobo Mugarte, director de la zona arqueológica de El Tajín, y Patricia Castillo Peña, investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia en Veracruz, informaron: “La visita nocturna a esta zona no ha causado ningún trastorno. La inversión es de millón y medio de pesos, pero se consigue por medio de patrocinios, de los cuales Phillips aporta 70 por ciento entre cables, dats, lámparas y demás elementos de iluminación”.
Proyecto de investigación
Adelantaron que en tres meses se creará un equipo interdisciplinario que desarrollará un proyecto de investigación integral en la zona, con el propósito de conocer la extensión de la antigua capital totonaca, pues se estima que sólo se ha descubierto 15 por ciento. El proyecto tendrá tres directrices, apuntaladas por la protección y preservación del patrimonio cultural: antropología social, arqueología y gestión.
Según los investigadores, el proyecto incluye toda una idea de lo que fue la ciudad durante su apogeo, en la transición al posclásico, es decir, entre 800 y mil 150 años después de Cristo. Explicaron que se presume que puede haber más vestigios arqueológicos o bien "pequeñas ciudades satélites", las cuales no se observan a simple vista por la vegetación. Vislumbran que podría ser más grande que Cholula, en Puebla, y Teotihuacán, en el estado de México.
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