Guadalajara, Jal., (El Universal).- El presidente de Cañadas de Obregón, José de Jesús Sainz Muñoz se comprometió a que el cabildo de ese municipio no aprobará el cambio de uso de suelo para la ampliación de la cortina, de 80 a 105 metros, de la presa El Zapotillo, la cual de llegar a construirse con esa altura tres comunidades, entre ellas Temacapulín, quedarían bajo toneladas de agua.
Ante la posibilidad de la desaparición del pueblo de Temacapulín, que fue fundado en el siglo VI, casi 500 personas tendrían que ser reubicadas, sin embargo la mayoría de ellas asegura que prefieren morir ahogados antes que abandonar el lugar donde está todo su historia de vida, al igual que toda la des sus antepasados.
Debido a que las autoridades no han realizado el trámite de cambio de uso de suelo, aunque ya fue publicada la licitación en el Diario Oficial de la Federación, para el diseño y construcción de El Zapotillo, los integrantes del Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo y los hijos ausentes se reunieron con las autoridades de ese municipio.
En la reunión que tuvo lugar el día 10 de enero, dentro del marco de la celebración de la construcción de los 250 años de la Basílica de Nuestra señora de los Remedios, se le pidió al presidente, Sainz Muñoz que se comprometieran ha hacer cumplir el acuerdo de cabildo del 10 de julio de 2008, donde el Municipio fijo su postura en contra de que se afecte Temacapulín por la construcción de El Zapotillo, presa con la cual se pretende dotar de agua a 14 municipios de los Altos de Jalisco y a la ciudad de León.
El primer edil de ese municipio se comprometió a estudiar la posibilidad de promover una controversia constitucional en contra de las autoridades federales y estatales promotoras del proyecto de la presa El Zapotillo, con el fin de que se respete la autonomía municipal, y también prometió mantener los vínculos de diálogo, colaboración y comunicación con la comunidad, para que se respeten las garantías individuales de los posibles afectados por este proyecto.
Hasta el momento, ni las autoridades de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), ni las del Consejo Estatal del Agua (CEA) han presentado el manifiesto de impacto ambiental, pese a que la licitación para la construcción del embalse ya fue publicada en el 20 de noviembre pasado.
Los impulsores del proyecto tampoco cuenta con el permiso del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) requeridos, porque en ese comunidad se cuentan con construcciones y vestigios históricos de más de 100 años.
El gobierno tampoco ha informado de manera adecuada a la población y menos aún se ha llevado a cabo la consulta a las comunidades afectadas, que el Gobernador Emilio González Márquez se comprometió a realizar el 23 de mayo del 2008, por lo tanto se viola la Ley de Aguas Nacionales, la cual establece la obligación de tomar en cuenta la opinión ciudadana en los grandes proyectos de infraestructura.
Por todo lo anterior la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) ha recibido 282 quejas por parte de los habitantes de esa localidad, entre las cosa que exponen en sus quejan son las amedrentaciones por parte del personal de la CEA que ha llegado a informar a los pobladores que la presa El Zapotillo "es un hecho" y que "nadie la para" y que si no venden se quedarán sin nada pues se procederá a expropiar.
Al respecto el presidente de la CEDH de Jalisco, Felipe Álvarez Cibrián, se comprometió, la semana pasad a solicitar medidas cautelares para hacer efectiva la participación ciudadana.
Según el gobierno, El Zapotillo beneficiaría a casi 3 millones de ciudadanos, a costa de la inundación de las poblaciones de Tema
capulín, Acasico y Palmarejo; lo habitantes de esos lugares reclaman, tanto al gobierno estatal como al federal, no escuchar las alternativas para salvar a sus pueblos como serían la reubicación de la cortina o la disminución de la altura de la misma.
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