Ciudad de México, DF., (ID).- A pesar de la milenaria riqueza cultural con la que cuentan, las comunidades indígenas han sobrevivido con el lastre de la pobreza. La deficiencia de los programas gubernamentales puede ser una de las razones del estancamiento de esta población, que representa más del 10 por ciento del total del país, pero antes que señalar las causas, un grupo de investigadores se han empeñado en buscar las posibles soluciones, y han encontrado en la biotecnología una opción de desarrollo.
La doctora Rosa Martínez Ruiz encabeza este esfuerzo en la Universidad Autónoma Indígena de México (UAIM), en El Fuerte, Sinaloa, donde desde el 2002 se estableció la carrera de Ingeniería Forestal con especialidad en Biotecnología Forestal y Silvicultura, y hace tres años cuentan con la carrera y posgrado en Desarrollo Sustentable, que entre otros objetivos pretenden impulsar el desarrollo de las comunidades indígenas a través de la ciencia y la tecnología.
“Si bien la mejora genética, en su forma más básica, ha sido utilizada por este grupo social desde hace siglos para mejorar los cultivos o en la producción de alimentos, la biotecnología moderna dista de ser un factor de desarrollo en esta población. Los esfuerzos de la UAIM están enfocados en revertir esa situación", comentó en entrevista la investigadora.
Para ello cuentan con un par de estrategias. La primera es la inclusión de jóvenes indígenas en carreras y posgrados orientados en el aprovechamiento de los recursos con importancia económica o ambiental, del que destacan proyectos de investigación como la propagación in vitro de la orquídea conocida como “zapatilla de color dorado” (Cyperidium irapeanum), la producción de biocombustible a partir de la higuera y jatrofa, así como los protocolos de micropropagación de cedro rojo, teca, caoba y eucalipto, entre otros proyectos.
La segunda estrategia está orientada a la información de los beneficios que conlleva el empleo de la biotecnología por parte de los campesinos, pues de acuerdo con la investigadora, en ocasiones son ellos mismos los que rechazan el uso de nuevas tecnologías como parte de una deficiencia en términos informativos. De manera que se pretende involucrar a los estudiantes en la difusión de las investigaciones en su comunidad, además de acercarse a otros niveles educativos para hablar al respecto.
A decir de la doctora Martínez Ruiz, el modelo de desarrollo sustentable por medio de la biotecnología que se pretende implementar en las comunidades indígenas estará basado en investigaciones realizadas por los estudiantes de la propia población, a través de mecanismos de transferencia específicos.
Además, se realizará de tal forma que no represente amenaza para la sobrevivencia de las comunidades, salvaguarde los cultivos alimenticios que actualmente poseen y promuevan la defensa de los saberes ancestrales indígenas, la cultura popular y los derechos de los agricultores.
Finalmente, recordó que la línea de desarrollo por la que se debe optar para las comunidades indígenas de México, debe combinar el fortalecimiento cultural con estrategias modernas de crecimiento.
“La reivindicación de las etnias sobre sus territorios adquiere otro aspecto si se considera que muchos de ellos se encuentran en zonas de alta biodiversidad, por ello, es importante que los beneficios de su aprovechamiento lleguen a sus habitantes, y ese es un reto no sólo científico-tecnológico, sino legal y político”, puntualizó.
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