Por Bernardo Caamal Itzá
Mérida, Yuc.- Investigadores colombianos recomendaron a que consideren el conocimiento local al trabajar el tema de la restauración y el sistema silvopastoril, lo anterior fue señalado en el marco del Diplomado que se realiza para formar los recursos humanos, técnicos para el manejo de las herramientas tecnológicas de una ganadería sustentable y la compresión del agro ecosistema.
Subrayaron también en cuanto a las áreas protegidas por si solas, no conservan la biodiversidad a largo plazo, y de esto existen experiencias al respecto en Colombia.
-“Uno puede aprender algo más de la naturaleza y deja de ver las novelas y las muñecas porque eso no le da a uno nada. En cambio conocer la biología de las plantas le da a uno la oportunidad de aprender y compartir, me dijeron los niños participantes en los proyectos que realizamos en Colombia”, dijo la Dra. Zoroida Calle, experta en el tema de restauración de ecosistema y manejo participativo del Centro para la Investigación en Sistemas Sostenibles de Producción Agropecuaria de Colombia.
Esta plática formó parte del Diplomado que se imparte en estos días en el sur del Estado de Yucatán, en relación al sistema silvopastoril, en la cual participa el doctor Enrique Murgueitio Restrepo, director ejecutivo de este mismo centro de Investigación.
La Dra. Zoroida Calle, experta en el tema de restauración de ecosistema y manejo participativo del Centro para la Investigación en Sistemas Sostenibles de Producción Agropecuaria de Colombia, al abordar el tema de la restauración del ecosistema, mencionó que es una ciencia optimista y trabaja de manera integral.
Al señalar en relación a los principios fundamentales de la restauración ecológica, dijo que se rige por el principio de la autenticidad biológica -especies nativas y no sean exóticos-, y se necesita la participación de las comunidades locales.
En cuanto al tema de la globalización, la conferenciante, destacó “la gente desconoce su entorno inmediato, y eso repercute en el manejo de los recursos y en el cuidado del medio ambiente por eso hay que trabajar con las tres generaciones que están en nuestra comunidad, y tener en cuenta que las personas mayores, son los guardianes del conocimiento tradicional”.
Zoraida Calle compartió experiencias que tuvo en los Andes colombianos en dos proyectos, y resaltó el caso en donde participaron 50 personas, entre niños, adolescentes y la gente de la comunidad.
Aclaró que en sus trabajos de investigación incorpora sobre los gustos y percepciones de la gente con respecto a sus recursos. Identificó las especies con potencial para la restauración ecológica y luego propició el dialogo entre los niños y jóvenes con sus abuelos, haciendo preguntas ¿Cómo cultivarían estas plantas?
Hizo mención en referencia al uso de otras herramientas, resalto el fotocopiado a color de las hojas de las plantas y con ello hacer un herbario de referencia con la idea de favorecer el intercambio de conocimientos entre los niños y la gente.
Explicó cómo buscó el respaldo de otros profesionales para que apoyen en la formación de los participantes para que relaten sus experiencias a través del programa “ Escribir no muerde”, con la idea de perder el miedo por la escritura. De ello se obtuvo estas experiencias:
-“Me gusto por todo lo que se aprende, a pesar de que me tuve que ir a vivir al pueblo siempre estoy en contacto con las actividades de la Vereda..., y con ello salí del encierro y de la monotonía de todos los días”.
-“Yo fui a revisar arboles por amor a la Vereda, para que no se acabe el agua”. Estas experiencias plasmadas por los participantes, reflejan al final el alto compromiso que tienen los niños con sus recursos, indicó la investigadora.
Al tratar este tipo de temas con varios grupos indígenas, emano reflexiones como esta“ Es valioso ver como los niños y los jóvenes trabajan para conocer y recuperar las especies nativas del bosque que están desapareciendo”.
La profesional al referirse de las experiencias obtenidas en Colombia para controlar la erosión, señaló que en ese entonces, uso más de 200 especies de plantas. Al desarrollar proyectos similares en México, en particular con la erosión que afectan las cárcavas del altiplano de San Luis Potosí, datos indican que se pierden al año más de 80 toneladas de suelo por hectárea en una superficie de más de 90 hectáreas - de acuerdo a los datos de la SEMARNAT-, al respecto sugirió que en este tipo de casos, basta con aplicar el conocimiento ancestral de la región para lograr su control.
Con estas experiencias aplicadas en México, destacó que recurrió entonces al conocimiento que aplicó en Colombia, como la identificación de plantas locales y cómo le apostó al trabajo comunitario, en este caso habló con los ejidatarios; el resultado fue que, los lugareños le recomendaron el uso de distintas plantas como el Maguey, el Pirul, Cactus, las plantas que atraen la fauna silvestre y que tienen una alta capacidad de enraizamiento, capaz de retener el suelo y crecer en condiciones inhóspitas.
Por su parte Martha Xóchitl Flores Estrada, presidenta de la Fundación Produce Michoacán A.C., mencionó que en relación a este Diplomado inició en el mes de mayo y conlcuye en noviembre, en el cual participan más de 25 técnicos, provenientes de los estados de Michoacán, Yucatán, San Luis Potosí, Tamaulipas, Veracruz, Jalisco y Guerrero, para su organización, colaboran activamente la Universidad Autónoma de Yucatán (AUDY) las Fundaciones Produce y el CONACYT.
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