Nueva York, Estados Unidos (EFE).- La ONU centró hoy la conmemoración del sexto Día Internacional de los Derechos Humanos en la lucha contra la discriminación que socava las libertades de los grupos minoritarios y les condena a una vida de pobreza.
La hostilidad y el rechazo que todavía sufren las minorías raciales, los indígenas, los inmigrantes y otros segmentos minoritarios de la sociedad prueban "la gran distancia que los toca todavía que recorrer" en el campo de los derechos humanos, observó el secretario general del organismo, Ban Ki-moon.
El máximo responsable de Naciones Unidas encabezó hoy una mesa redonda en la sede del organismo en Nueva York en la que se analizó la relación entre la raza, la pobreza y el poder.
"En nuestro mundo multicultural y multiétnico, celebramos de manera rutinaria la diversidad. Pero las cifras hablan por sí solas. En todo el mundo, en cada país, todavía se discrimina de forma generalizada", aseguró Ban, que citó el caso de las mujeres, los inmigrantes, las minorías y los discapacitados.
Señaló que, cualquiera que sea la fórmula, la discriminación tiene un "efecto corrosivo en la sociedad", que se mantiene vigente décadas después de que fuera proscrita por el derecho internacional.
"El racismo y la pobreza se alimentan la una a la otra. La discriminación puede causar y profundizar la pobreza, mientras que los pobres están entre los más vulnerables a ser discriminados", observó.
Ban advirtió que la discriminación es un obstáculo inmenso en la senda del desarrollo y el progreso social, a la vez que sirve de combustible para avivar el fuego de la violencia.
La relatora especial de la ONU derechos de las minorías, Gay McDougall, resaltó en su intervención en el foro que hay un "vínculo indiscutible entre la discriminación y la pobreza".
"Hay numerosas pruebas de que en todo el mundo, desarrollado o en desarrollo, las minorías suelen ser los más pobres de entre los pobres", apuntó la experta, que citó como ejemplo estadísticas sobre la precaria situación de los afroamericanos en Estados Unidos en comparación con sus conciudadanos blancos.
Las minorías suelen tener un acceso más reducido a la educación, a la que entran después y salen antes, al tiempo que suelen ser objeto de discriminación en el mercado laboral, observó.
Por otra parte, la responsables del secretariado del Foro Permanente de la ONU para los Asuntos Indígenas, Elsa Stamatopoulou, llamó la atención sobre las condiciones en que viven buena parte de los cerca de 370 pueblos indígenas del mundo.
Algunos de ellos afrontan la amenaza de la extinción, otros han visto como sus tierras han sido expoliadas, mientras que un buen número ha migrado a áreas urbanas, en las que conforman la capa más pobre de la sociedad, resaltó.
"Un niño indígena nacido en Australia morirá de media veinte años antes que sus compatriotas, en Guatemala catorce años antes, en Panamá diez y en México seis", agregó.
Por otra parte, la directora del Fondo de Naciones Unidas para la Población (UNFPA), Thoraya Ahmed Obiad, se mostró hoy "honrada" de haber recibido el premio a la defensa de los derechos humanos que otorga cada año la Asociación de Naciones Unidas en Washington.
En un acto paralelo, las misiones ante la ONU de Argentina, Brasil, Croacia, Francia, Holanda, Noruega y Suecia celebraron otra mesa redonda para discutir las violaciones a los derechos humanos basadas en la orientación sexual de las víctimas.
Estas violaciones incluyen ejecuciones extrajudiciales, ejecuciones arbitrarias, torturas, detenciones y otras prácticas degradantes, según los organizadores.
En ese contexto, varias organizaciones de derechos humanos convocaron hoy una conferencia de prensa cerca de la sede de Naciones Unidas en Nueva York para denunciar la discusión en el Parlamento de Uganda de una nueva ley que endurece las penas a los culpables de "prácticas homosexuales".
La legislación propuesta contempla la pena de muerte para la "homosexualidad agravada", que aplicaría a los que hayan sido previamente encontrados culpables de este delito o a los portadores de VIH que tengan relaciones con otro hombre, según ONGs como la estadounidense Human Rights Watch y la canadiense Arc International.
Por su parte, la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, reafirmó el compromiso de la administración del presidente Barack Obama de respetar los derechos humanos.
Clinton resaltó en una nota difundida el miércoles por la noche que el actual Ejecutivo estadounidense "está consagrado a defender los principios de la Declaración de los Derechos Humanos en casa y en promoverlos en el exterior".
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