Querétaro, Qro., (La Jornada).- Desde hace ocho días Teresa Ascencio Mateo y Jacinto Cruz Cruz, indígenas mazahuas provenientes del estado de México, no han visto a sus tres hijos (de dos, cinco y siete años de edad), debido a que la policía de la capital de Querétaro se los llevó a un albergue del sistema municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), a raíz de una denuncia anónima según la cual los menores habían sido secuestrados.
La pareja acudió la mañana de este martes a la legislatura local para solicitar a la diputada perredista Consolación González Loyola Vera que los apoye para recuperar sus hijos, pues desconocen la situación jurídica en que éstos se encuentran.
Jacinto Cruz narró que él y su esposa decidieron emigrar desde San Miguel Agua Bendita, comunidad del municipio de San José del Rincón, en el estado de México, hacia Querétaro, donde trabajan de ayudantes de albañil y de cocina, respectivamente.
La pareja dejó a los menores bajo el cuidado de una adolescente de 15 años, hija de otra indígena que estaba por mudarse de casa. La adolescente quiso ir a ver la nueva vivienda donde iba a vivir, y para no dejar solos a los menores decidió llevárselos.
Cuando la adolescente caminaba por la calle con los tres niños y una menor más, de seis años de edad, nieta de una indígena a quien sólo conoce como "Enriqueta", varios policías los interceptaron y se los llevaron.
Jacinto Cruz agregó que los agentes le preguntaron a la adolescente acerca de su domicilio, pero no supo contestar, pues no conoce los nombres de las calles de la capital queretana.
Cuando la pareja regresó no localizó a sus hijos y empezó a buscarlos en agencias del Ministerio Público.
Se enteraron de que los niños estaban en un albergue y les dijeron que había una denuncia por "secuestro o robo" de los menores.
Aseguraron que desde el 24 de febrero no han podido ver a sus hijos y personal del DIF les indicó que aún investiga si los niños fueron víctimas de maltrato.
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