Los Angeles, Estados Unidos, (Notimex).- Una familia de indígenas oaxaqueños fue ubicada como la principal organizadora de una banda de traficantes de heroína que ganaba en el sur de California unos dos millones de dólares semanales, confirmaron hoy fuentes policiales.
Autoridades federales y locales de Estados Unidos reportaron el arresto de 48 sospechosos y entre éstos a integrantes de la familia Mendoza, que se encargaba de distribuir a la semana y con ayuda de pandillas locales unos 15 kilos de esa droga.
Muchos de ellos, según las autoridades, no hablan español o inglés y se comunicaban con el dialecto mixteco bajo.
Su operación se enfocaba en la venta de pequeñas cantidades que distribuían con revendedores en estacionamientos de negocios populares como tiendas de 99 centavos, restaurantes McDonalds, supermercados como Food 4 Less y Home Depot.
Ramon Narciso Morales Mendoza ha sido señalada por las autoridades como líder del clan. A principios de este año detectives le encontraron 10 mil 500 dólares ocultos en el compartimiento para bolsas de aire de su automóvil.
Según la investigación que se desarrolló por siete meses y en la que intervinieron diversas corporaciones, los traficantes ingresaban la droga por mar y aire desde Tijuana y los recursos los regresaban a México.
El detective Larry Zimmerman, del departamento del Sheriff de Los Angeles, indicó que conversaciones interceptadas por las autoridades se realizaban en el dialecto mixteco bajo, pero fueron traducidas por un intérprete.
El pasado martes las autoridades anunciaron un operativo que desmanteló a la banda con el arresto de 48 personas identificadas con la familia Mendoza, así como cateos en 38 residencias y negocios en el sur de California.
Los detenidos -48 de 88 señalados en la acusación formal- enfrentan cargos que va desde conspiración hasta posesión y distribución de heroína. De ser encontrados culpables podrían purgar condenas de 10 años de prision a cadena perpetua.
La banda usaba propiedades de City of Commerce y Montebello como laboratorios en los que preparaba semanalmente unas 150 mil dosis de heroína para venta y distribución a través de 11 pandillas locales.
Zimmerman explicó que la banda contrastaba con la actitud tradicional de traficantes, al llevar una vida modesta y casi humilde, usando autos compactos pero a los que se les encontraron áreas reconstruidas para ocultar la droga.
En las grabaciones miembros de la familia Mendoza se refieren a la droga con palabras como "salsa", "burrito", "taco" y "shirts" (camisa, en inglés).
Las bolsas con droga se podían adquirir en cinco dólares en Los Angeles, pero en áreas más exclusivas, como Santa Barbara, eran ofrecidas en 40 dólares.
Tom O"Brien, del Departamento de Justicia de Los Angeles, explicó que la investigación se llevó a cabo mediante vigilancia e intervención telefónica. Los agentes pudieron descifrar, indicó, el código usado por los detenidos para llevar a cabo sus ilícitos negocios.
Explicó que la banda era tan sofisticada que hasta daba "bonos de Navidad" en heroína a sus vendedores.
Tim Landrum, agente especial de la Agencia Antidrogas (DEA), dijo que en el operativo participaron más de 400 agentes de diferentes agencias, incluyendo Departamento de Policía de Montebello, Covina y El Monte; así como la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
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