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24 ago 2008

Incorpora rock indígena chiapaneco matices japoneses en nuevo disco

San Cristóbal de Las Casas, Chis., (Notimex).- La añeja fusión de lo europeo e indígena en este enclave cultural de Chiapas ha impulsado, desde el milenio pasado, el surgimiento de diversas manifestaciones, incluidas las musicales y no precisamente la marimba.

Aparentemente ajeno a la idiosincrasia de los pobladores de esta región de los altos de Chiapas, el rock se ha incorporado desde hace pocos años al repertorio artístico de los indígenas chiapanecos vía el grupo denominado "Sak-Tzevul" o "Sax-Ebul", como es conocido el máximo intérprete del ritmo sajón en esta zona de México.

Con relativa fama desde que Notimex los dio a conocer a inicios de 2007, los integrantes de esta agrupación han decidido conferirle a "Sak-Tzevul" (trueno del relámpago en idioma tsotsil) una nueva amalgama con la incorporación de dos músicas japonesas que con su visión particular lo enriquecen.

El líder de la banda, Damián Martínez, resume: "Como aprendimos de nuestros ancestros, a compartir, no a imponer, nuestra nueva propuesta es inclusiva".

Al respecto, resalta la inclusión de las asiáticas Rie Watanabe y Kaori Nishii, intérpretes de instrumentos de cuerda y viento, que le dan un matiz especial al rock de esta singular agrupación.

Originario del poblado tsotsil de Zinacantán, ubicado a 10 kilómetros al poniente de ésta ciudad, Martínez afirma que las nueve piezas musicales que contendrá su nuevo material discográfico son una muestra de su nueva filosofía.

Al igual que sus ancestros, este grupo tuvo una período de revisión, de redefinición, de reflexión, en el que decidieron tomar como parte de su propuesta compartir los rasgos de su cultura e incluir definitivamente a las japonesas, radicadas aquí, como integrantes.

Una muestra de la nueva propuesta de estos émulos de los Cometas de Bill Halley, The Beatles, Led Zeppelín y muchos otros, se dio el 16 de agosto pasado, en una ceremonia religiosa en esta ciudad.

Al igual que en los grandes conciertos, las luces se apagaron, pero ésta vez no para escuchar la presentaciones llenas de estruendos, hielo seco y luces, sino para escuchar la música tradicional de tambor y arpa indígena que acompañó la ceremonia.

Cuatro velas de distintos colores, rojo, amarillo, negra y blanca, se prendieron en medio de un círculo formado por flores también de cuatro colores, además de 24 veladoras, sobre las cuales se entonaron tradicionales rezos para pedir al "Tatik Dios" Padre Dios- que le vaya bien al grupo en su nueva etapa."Son los cuatro colores de la raza humana y los cuatro colores del maíz", explica al respecto, otro de los integrantes, Francisco Martínez.

La nueva producción de "Sak-Tzevul" incluye tres piezas que son la adaptación de tres cánticos indígenas que se interpretan en ceremonias religiosas tradicionales y seis composiciones propias que son fruto del ensamble de la música tradicional de los indígenas y del rock.

La agrupación no ha querido adelantar los títulos, pero si asegura que es el nuevo punto de partida de su propuesta que ahora incluye a ls japonesas Watanabe y Nishii, capaces de tocar el violín, así como el trombón.

El vocalista y requintista del grupo, el indígena Juan, explica que las letras de todas sus canciones están escritas en tsotsil y "no tenemos problema para interpretar nuestra música en nuestro propio idioma, porque es una lengua muy rica en expresiones".

Mientras luce una cachucha con la clásica imagen enigmática del "Che Guevara", no oculta su gusto y orgullo por lo que la conjugación de dos distintas visiones musicales han logrado. Las japonesas tampoco ocultan su aceptación por esta cultura y en sus presentaciones salen ataviadas con las clásicas naguas y blusas multicolores de las indígenas zinacantecas, que se caracterizan por sus vistosas flores bordadas en toda la prenda.

Así, dejan al menos temporalmente sus kimonos y yukatas en el ropero, para ponerse los atuendos de otra cultura antigua, distinta, pero rica en manifestaciones culturales y artísticas a la que con su talento han enriquecido.

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