Ciudad de México, DF., (El Financiero).- La educación es la llave para que los integrantes de los pueblos indígenas hagan, conozcan y exijan sus derechos, aseguró la titular de la Dirección General de Educación Indígena de la SEP, Rosalinda Morales.
En entrevista, la funcionaria de la Secretaría de Educación Pública (SEP) resaltó que se han registrado avances en la materia para dicho grupo poblacional, aunque reconoció que aún falta mucho camino por recorrer.
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de los Derechos Humanos el 10 de diciembre, explicó que la dirección a su cargo trabaja para asegurar la instrucción para las poblaciones indígenas en sus lugares de origen.
Morales Garza añadió que también se pretende atender a los indígenas en sus tránsitos y migraciones, con el objetivo de apuntalar la continuidad educativa de los que se trasladan a las zonas urbanas.
La funcionaria comentó que se atiende el aseguramiento de condiciones, por lo que se habla de un fortalecimiento de la gestión para la calidad de la educación a la población indígena.
“Entendemos que el derecho a la educación pasa por varias situaciones”, entre ellas que el Estado lo garantice con todos los componentes, insumos y situaciones atendibles de contexto, explicó.
Para este objetivo no sólo la SEP interviene, sino también otras dependencias encargadas del desarrollo social y económico, pues “se sabe que la mayoría de los indígenas habitan en los municipios con el más bajo índice de desarrollo humano”.
Por ello, expresó, no es casual que Chiapas, Guerrero y Oaxaca produzcan el monto más pequeño del Producto Interno Bruto (PIB) y también tengan la pobreza alimentaria y patrimonial más alta.
A su vez, en esas tres entidades es donde se tiene la más alta matrícula de educación en escuelas indígenas, inicial, preescolar y primaria, comentó la funcionaria.
Puntualizó que lo que se pretende con la estrategia de fortalecimiento para la calidad de educación indígena es encabezar una movilización académica con el apoyo del profesorado, pero también se prevé poner en el centro de la política en la materia a la población indígena para que ejerza su derecho a la educación.
Además se intenta atender a la población de jornaleros migrantes y reconocer a las poblaciones indígenas en cualquier modalidad en las que sean inscritas, a fin de preservar sus derechos lingüísticos y culturales.
Por ello se tiene la obligación de producir materiales educativos que contengan niveles de significancia, con una legitimación de sus formas de ver y nombrar el mundo, según su cultura, abundó.
Morales Garza detalló que para ello se elaboró una nueva generación de materiales educativos y didácticos, editados en 55 de las 68 lenguas indígenas existentes en México.
Se pretende “hacer realidad los derechos lingüísticos y culturales de los pueblos indígenas, a fin de cumplir con la Ley General de Educación en términos de decir que las poblaciones tienen el derecho a recibir o a participar de la instrucción pública en sus lenguas originarias y obtener resultados educativos”, resaltó.
Lo anterior porque un derecho, en este caso a la educación, no puede estar desvinculado de resultados educativos que significan para las personas competencias para la vida, unirse a una posibilidad de volverse productivo y que los contenidos adquieran sentido.
Destacó que la educación no es un asunto individual, sino que es comunitario, del que debe encargarse el Estado mexicano por obligación, al tiempo que indicó que es necesario ir de la mano con los pueblos originales, por lo que se creó la Red de Profesionales de la Educación Indígena.
La funcionaria explicó que en las 23 mil escuelas indígenas que existen en el país se atiende a 1.3 millones de niñas y niños de este sector de la población, a 850 mil niños y jóvenes en educación básica en cualquier modalidad y a 65 mil jornaleros agrícolas migrantes.
Esto implica, consideró, una mirada de la educación pública específica para atender la diversidad de situaciones, contextos, circunstancias.
Además, a través del liderazgo educativo que tiene la dirección a su cargo que se haga la gestión para sumar recursos, programas y aproximar todos los recursos disponibles a las escuelas.
La directora de Educación Indígena insistió en que este tipo de escuelas tienen que ser arropadas con condiciones necesarias para que todos los infantes de ese grupo social aprovechen los beneficios esperados de la enseñanza pública.
La Dirección de Educación Indígena, expuso, aporta al Sistema Nacional de Formación Continúa hasta 13 cursos y diplomados para trabajar por la no discriminación, que es fundamental para los garantías individuales.
Mencionó que según la prueba ENLACE, en las escuelas indígenas se tiene un aumento en 2010 de 15 y 13 veces en el número de alumnos que refieren una calificación de excelente en materias como matemáticas y español, superando por mucho a los otros subsistemas educativos.
Asimismo la prueba indicó que el crecimiento de los alumnos que llegan al nivel de “bueno” fue de casi tres veces para matemáticas, es decir 300 por ciento en comparación con 2006, y de español se tuvo un resultado similar.
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