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20 jun 2010

La XXV Ruta Quetzal se sumerge en Papantla en la cultura totonaca

Papantla, Ver., (Europapress).- Los expedicionarios de la XXV Ruta Quetzal BBVA se sumergieron este viernes en la cultura indígena totonaca, natural de la zona mexicana de Veracruz (sureste), mediante la participación en una serie de talleres etnográficos variados en el municipio de Papantla y mediante los cuales los jóvenes pudieron acercarse a tradiciones prehispánicas y participar en alguna de ellas de primera mano.

Pese al cansancio acumulado por las doce horas de avión y el montaje de su primer campamento en suelo mexicano, los jóvenes de entre 16 y 17 años que se han sumado este año a la aventura de la Ruta Quetzal tuvieron hoy su primer contacto con la etnografia local. Bajo un calor y una humedad sofocantes, las decenas de jóvenes escucharon, vieron e incluso tocaron de primera mano algunos de los principales ritos totonacos.

Papantla, que tiene como uno de sus cultivos históricos la vainilla - base de narraciones y mitos y sustento económico--, se ubica en una zona de profunda tradición cultural y dominada por etnias de filiación totonaca.

Internacionalmente reconocible es su palo volador, una danza aérea en la que cuatro personas, colgadas de forma invertida invocan a los cuatro elementos del universo (fuego, aire, tierra y sol), al tiempo que observan los cuatro puntos cardinales. El objetivo, según explicó Narciso Hernández, responsable del ritual, es invocar aspectos como la abundancia, la vida o el equilibrio.

Del palo original de madera, de 18 metros de altura para favorecer que cada uno de los participantes dé 13 vueltas antes de tocar el suelo --suman un total de 52 vueltas, tantas como semanas tiene el calendario maya--, se ha pasado a otro de 30 metros y más robusto, pero sin que cambie por ello el significado del rito. Así, cinco personas trepan a lo más alto y una de ellas, imitando el sonido del quetzal, pide permiso a los dioses para que, acto seguido, las cuatro restantes se vayan descolgando progresivamente mientras giran sobre un mismo eje.

Uno de los participantes en este particular vuelo, Octavio, de 17 años, dijo sentir "orgullo" por formar parte de esta espiritual ceremonia, en la que empiezan a involucrarse desde muy pequeños. "Mucha gente quiere ser volador, pero no todos lo logran", asevero Narciso Hernández, quien destacó la preparación espiritual que implica esta exhibición.

La Ceremonia Ritual de los Voladores fue declarada en el año 2009 Patrimonio Cultural Inmaterial por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la  Cultura (UNESCO), algo que, según Hernández, "abre nuevas puertas" de difusión.

Tras esta intensa ceremonia, los jóvenes, repartidos por grupos, tomaron parte en distintos talleres etnográficos como idioma tutunaca, trabajo de algodón, barro, papel picado, decoración con palmas o pinturas,entre otros. Todo con un denominador común, "el respeto a la Madre Tierra", como subrayó Beatriz Leal, responsable de una de las actividades. Según aseguró, el totonaca recupera culturas ancestrales en las que "había un diálogo cercano con la naturaleza", algo a su juicio perdido en el contexto actual.

UNA EXPERIENCIA

En la expedición toman parte 270 'ruteros' de un total de 53 países. Para llegar hasta donde ahora están, han tenido que pasar una primera criba mediante la presentación de un trabajo de temática libre, en esta ocasión relacionada con México y la cultura maya o con cualquier otro de los aspctos del extenso viaje, que vivirá etapas en España y Portugal. Asi, por ejemplo, Carlos, de Álcalá de Henares, presentó una canción original inspirada en el Grito de Dolores con el que se inicia la guerra de la Independencia de México.

El objetivo común de todos estos aventureros es vivir una experiencia única y, como reconocieron Carlos y también María, procedente de Madrid, "conocer gente". "Pasártelo bien", fue otro de los argumentos expresado por Marta, natural de Pontevedra, y a quien un diario de viaje del Camino de Santiago, lugar por el que también pasará la ruta cuando recale en España, le ha servido de billete a más de un mes de experiencias.

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