Oaxaca, Oax., (Oaxaca Libre/Ciudadanía Express).- Este artículo intenta ser una contribución al carácter intercultural del aprendizaje comunal en la sierra Juárez de Oaxaca. Parte de la idea de que las diferencias entre las culturas indias y las no-indias no deben seguir siendo ignoradas si se busca el diálogo, lo cual requiere estudiar los dos tipos de cultura y no sólo seguir traduciendo a lenguas originarias la cultura nacional. Las diferencias entre ambas culturas son claras y evidentes. Un ejemplo de ellas está precisamente en la geografía como comprensión del espacio en que transcurre la vida.
La mirada “científica” choca con la mirada indígena y la descalifica al considerarla irracional, es decir, al atenderla no como una forma distinta de conocimiento pretendidamente “universal”. Si hubiera formas universales de conocimiento, la evaluación sería la forma de desarrollo de todas las sociedades a partir de una cultura madre, y eso es simplemente inconcebible: las culturas orientales o las indias no son formas primitivas de la cultura occidental, ni viceversa. Por ello, el diálogo intercultural no es una plática entre dos grupos (por ejemplo, el xhidza y el oaxaqueño que pertenecen a una misma cultura (la nacional), sino una relación entre distintas sociedades que viven en un territorio (el mexicano), pero que poseen culturas diferentes.
La comunalidad es la ideología que actualmente portamos los pueblos zapotecos, la que hemos logrado exportar a las grandes ciudades, a través de la acción que realizan nuestros hermanos que han tenido la necesidad y el interés de emigrar. No es extraño que en ciudades tan grandes como la ciudad de México y Los Ángeles California, nuestra comunalidad se exprese en todo su colorido y esencia, pese a la adversidad que ofrecen los espacios urbanos. Lo interesante del cómo hemos logrado reproducir una ideología frente a un imperante ambiente de autoritarismo, se explica en razón de las características que tienen las relaciones hombre-naturaleza así como las características de nuestra orografía y la virtud de nuestra organización social.
Hoy en día estamos inmersos en la localización global, en la tecnología, con las computadoras, el Internet, ya sea como indígenas, mestizos, latinoamericanos, europeos, etc. hacemos uso de ellos. La conducción electrónica como evento político puede considerarse desde diversas perspectivas. Propondría, al comienzo de esta consulta pública, intentar una aproximación al tema desde la ecología política. Durante la última década la ecología ha adquirido un nuevo significado. Es aún el nombre de una rama de la biología profesional, pero ese término sirve cada vez más para designar a un público general amplio y políticamente organizado que analiza e influye sobre las decisiones técnicas. Pretendo concentrarme sobre los nuevos hallazgos para la gestión electrónica como sinónimo de un cambio técnico del medio ambiente humano que, para ser benigno debe permanecer bajo control político (y no sólo de los expertos).
A través de mis vivencias quiero compartirles acerca del software libre, comenzaré platicando lo que es y su filosofía, la semejanza del pensamiento y filosofía indígena con el software libre, y algunas experiencias. En el mundo de las computadoras, para que funcione, se requiere de programas o software ya sean comerciales o libres; un programa es software libre si el usuario tiene las libertades de utilizarlo, copiar, distribuir, modificar, esto significa que no tiene que pedir ni pagar licencias, porque tan es dueño del software como los demás.
En México todavía no existe una política del uso del software libre como en otros países. Hoy en día existen comunidades que fortalecen el software libre a través de la colaboración, ya sea por modificación de un código, realización de pruebas, implementaciones, su uso, etc. y también la aportación y colaboración de las compañías que ofrecen servicios en base a software libre. El software libre va más allá de ser libre, compartir conocimiento con los demás, colaborar con nuestra comunidad, intercambiar experiencias, y todo lo podemos englobar en nuestro pensamiento y nuestra cultura.
Su filosofía se asemeja a la filosofía del pensamiento indígena comunitario, Lo que en la Sierra Juárez llamamos comunalidad: es derecho propio, es cultura propia, es naturalatría, es resistencia aunque de manera permanente a la adecuación, es también comunalicracia, es tecnología propia, el sentimiento es propiedad comunal y social. No es globalización es regionalización, no es derecho ajeno, es derecho propio, no es competencia, es compartencia, no es soledad, es comunalidad, colectivismo, es ser persona en comunidad.
Tenemos la alternativa de usar y aprovechar software libre para centros digitales comunitarios indígenas, y recrear aún más nuestra forma de vida comunitaria transnacional, aunque todavía falta mucho por recorrer para que se pueda realizar el cambio, y estamos en eso. Hacer uso de él no es necesariamente cambiar de plataforma (Sistema Operativo). Sino pensar que una sociedad democrática también se refleja en medios y tecnologías que están en manos de la gente, las cuales representan una posibilidad de extender y ampliar las capacidades propias en que el usuario es capaz de emplearla conforme a sus intenciones y deseos conquistando así un mecanismo de liberación ante las imposiciones de los sistemas de poder y al mismo tiempo empleando con autonomía herramientas de esta Era para reproducir los principios de la vida comunal.
Así nace la idea de traducir al zapoteco el navegador firefox como anticipo de un proyecto mas grande que contempla la creación de un sistema operativo que cumpla con las características regionales del pueblo Zapoteco. Quisiéramos decirles que no todo en el Software es programar. Una parte muy importante del proceso de desarrollo de Software Libre es la traducción de aplicaciones. En este sentido, avanzamos en la apropiación de la tecnología que muchas veces se demuestra individualizante ante lo comunitario. Estamos aprendiendo a ampliar nuestras capacidades mediante la transformación de la técnica –los instrumentos y la tecnología –a una manera social de emplearlos. Estamos adoptando frente a la tecnología una actitud pluralista radical, que reconoce hospitalariamente las diferencias y a l@s diferentes, para compartir adecuadamente los saberes. Para nosotros son tecnologías apropiadas en el doble sentido del término: nos las apropiamos, son propias por nuestra capacidad de adaptarlas a nuestros contextos y requerimientos, son nuestras en sus concepciones y aplicaciones; y son apropiadas a nuestras condiciones, a los contextos en que las empleamos.
La traducción de esta aplicación nos lleva a pensar en la autonomía en materia educativa que suele entenderse de manera práctica en la vuelta al pasado. Sin embargo nosotros pensamos que no, la vuelta al pasado significa evaluar lo logrado y así diseñar un futuro educativo más libre, más comunitario.
A partir de todo esto, consideramos que la autodeterminación en materia educativa tiene relación con el hecho de que la comunidad se encargue de manera directa del aprendizaje de sus comuneros. Esto parece fácil, para algunos, pero también muy difícil para otros. Creemos que es tiempo de entender que la comunidad debe cargar responsabilidades intelectuales, porque somos sociedades que vivimos inmersos en el presente.
El proceso ha sido complejo en las comunidades porque hemos seguido una forma horizontal de hacer las cosas. La iniciativa surge de la creación de un Centro de Medios Comunitarios, fue ahí donde nos dimos cuenta que puede haber una infinidad de aplicaciones pero si no están diseñadas a nuestra medida, escapa de nuestro horizonte de inteligibilidad. Entonces propusimos en la asamblea comunitaria la traducción de programas que nos ayuden hacer realidad el Centro de Medios y que funcionara como tal y no se convierta el fin último y represente en un peligro para vida comunitaria. A casi un año de análisis y reflexión llegamos a este lugar complejo donde todavía no sabemos las implicaciones políticas que esto puede tener en las comunidades.
Ahora tenemos una estructura lingüística ya documentada, ya que del Zapoteco se derivan otras variantes que no tenemos contemplada como beneficiarios de este proyecto, los estudios y la convivencia misma nos han comprobado que son muy distintas y eso hace difícil una estandarización, en este proceso hay que adaptar palabras, y para llegar a eso lo que hacemos es consultar con los demás hablantes, llegar a un acuerdo y así traducirlo, y la otra opción es buscar el contexto de cada palabra. Ante esta diversidad estamos pensando de no liberar el paquete como zap-MX-diiste o didza porque no podemos generalizarlo, estaríamos cometiendo un gran error a los principios comunitarios, debemos reconocer esta subjetividad radical que caracteriza a los pueblos indios.
La implementación de idiomas diferentes al castellano para el uso de las tecnologías en nuestro país constituye un paso muy importante, pero ahora viene la pregunta obligada: ¿de cuántos usuarios estamos hablando? En respuesta nuestros cálculos son bajos, pero la idea es provocar una reacción en la sociedad para regenerar nuevos ámbitos de comunidad, en los desarrolladores, en los estudiantes, en los activistas, etc.
Este proceso nos ha servido de aprendizaje, más que como algo que resuelva nuestros problemas de fondo a ejecutarse en una computadora, porque hay que aceptar el hecho de que las personas que sólo hablan un idioma americano (indígena) y viven o intentarán vivir con la tecnología todos los días son muy escasos, es entonces que estas traducciones significan que el software va liberándose un poco mas a tal manera que conquista nuevos espacios frente a un software protegido por copyright y los pueblos indígenas hacen realidad el derecho de contar con sus propios medios.
Esperamos que esta traducción sea el vierteaguas para la explosión de la variedad lingüística en el software, y no fortalecer el monopolio o la hegemonía de un solo lenguaje. Invitamos a oorganizarse y promover el conocimiento libre por distintos medios, crear proyectos colaborativos, usarlo. Para que las organizaciones y comunidades puedan ver otras alternativas a las que están acostumbradas manipular.
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