Ciudad de México, DF., (DPA).- El Informe sobre Desarrollo Humano de Naciones Unidas de 2009, presentado hoy en Ciudad de México, indica que la migración tiene el potencial de mejorar el nivel de vida de millones de personas en todo el mundo, aunque las restricciones y los costos suelen limitar los posibles beneficios.
Según el coordinador residente de las Naciones Unidas y representante residente del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México, Magdy Martínez Solimán, la idea del informe titulado "Superando barreras: Movilidad y desarrollo humanos", es enterrar el estereotipo según el cual los migrantes necesariamente tienen efectos negativos sobre los trabajadores locales.
El acto de lanzamiento del informe en América Latina estuvo presidido por el presidente de México, Felipe Calderón.
"Los migrantes ni quitan empleos ni bajan los salarios. Aumentan el producto económico de la zona adonde llegan y dan más de lo que reciben. Es en tiempos de recesión cuando las reacciones se tornan más complejas. Una crisis de empleo es muy desfavorable para los migrantes, ya que su perfil es el más vulnerable a la recesión".
Asimismo, apuntó que entre América Latina y Estados Unidos se da el flujo migratorio más importante del mundo en el que la mayoría de los migrantes no fueron autorizados y que la única política razonable parece ser premiar con la regularización a los migrantes que se la ganen con su esfuerzo y buen hacer. "La migración no es un problema de seguridad que debe ser resuelto sino una política pública que debe ser pactada", añadió.
El informe indica que a diferencia de las demás regiones del mundo, en América Latina y el Caribe la mayor parte de la migración internacional no se produce en la misma región sino que casi el 70 por ciento de los migrantes internacionales se dirige a América del Norte. El 13,4 opor ciento se desplaza dentro de América Latina y el 10,3 por ciento se traslada a Europa.
En países como Costa Rica, Honduras, México, Nicaragua y Panamá la mayoría de los migrantes va a América del Norte. En el caso de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Paraguay y Uruguay, la mayoría de los migrantes se desplaza dentro de América Latina.
Por otra parte, un análisis de diez países de América Latina demostró que los migrantes internos de origen indígena siguen siendo objeto de discriminación en las zonas urbanas, aunque tienen mayor acceso a los servicios que en las zonas rurales de las que provienen.
En cuanto a las remesas, en 2007 representaron en América Latina aproximadamente el 60 por ciento del volumen de la inversión extranjera directa y la asistencia totales combinadas. Más del 80 por ciento de las remesas enviadas a América Latina se originaron en América del Norte. No obstante, la crisis económica ha causado una reducción de la corriente de remesas a países que dependen en gran medida de éstas, incluidos Ecuador, Honduras y Nicaragua.
Por último, el informe indica que la migración puede tener repercusiones importantes en la reducción de la pobreza en un país. Esto es especialmente cierto en el caso de la migración interna, pues es mucho más fácil que las personas de familias pobres se trasladen dentro de las fronteras de sus países a que las crucen. Los datos de México indican que la tasa de pobreza disminuye en los hogares en que por lo menos un integrante se ha trasladado a otra parte del país, por lo que en el informe se subraya que la migración debe tenerse en cuenta al formular estrategias de desarrollo.
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