Ciudad de México, DF., (El Universal).- Se dice que México es un pueblo de maíz y de la fertilidad de su tierra broto el cacao, ambos ingredientes dieron vida al pozol, bebida tradicional del estado de Tabasco. Gracias a sus ingredientes diluidos con agua fresca, es una excelente bebida para refrescarse en estos días de calor.
La tradición en Tabasco dice que debe colarse y servirse en jícaras labradas en Jalpa de Méndez, en Centla o Zapata. Los habitantes costeros suplen las jícaras con cubiertas de los cocos en los que se sirve el pozol para mitigar la sed bajo las palmeras que danzan al silbido del viento.
El pozol, viene de la palabra náhuatl pozolli, es una bebida de origen mesoamericano que sigue siendo muy popular en el sur de México. Los estados que más disfrutan de su preparación aparte de Tabasco, es Chiapas y Oaxaca. Hay quien afirma que a los trabajadores chiapanecos que trabajan en los campos, preparan esta bebida con un doble propósito: quitar la sed y calmar el apetito.
El pozol, por tradición, suele servirse en un recipiente natural, llamado jícara que lo conserva fresco y resulta muy útil al momento de efectuar el acostumbrado movimiento elíptico que permite a la bebida revolverse con el asiento de la misma.
Las calles de Tabasco se inundan con el aroma del cacao, vainilla y otros ingredientes. Uno de los personajes más famosos de esta tierra es don Emiliano Sánchez Santos, quien prepara el pozol natural o también lo puede preparar con otros ingredientes como cacao, leche, horchata y vainilla.
En la época prehispánica, el pozol fue muy apreciado entre los antiguos habitantes de estas tierras por ser un nutriente de resistencia para los viajeros indígenas. Expertos afirman que éstos sabían de su importancia porque alimentaban, mitigaba la sed en estas zonas de mucho calor y perduraba sin echarse a perder. Su preparación requería de las virtudes culturales y de la sabiduría de las mujeres quienes elaboraban el pozol en sus piedras de moler.
En diversos escritos de la época colonial, los europeos que estuvieron en tierras, describieron al pozol como bebida agria de los indios que los hacía resistentes al calor.
En otros lugares del sureste como Chiapas y Oaxaca se apreció el valor alimenticio del pozol. Sobre los usos del cacao en Oaxaca y en referencia al pozol, por el año 1763, en su Diario del viaje a la Nueva España, Francisco de Ajofrín escribió: "En esta provincia usan los indios de una bebida que llaman pozol, compuesta de cacao y maíz con algunos otros ingredientes, de que hacen una masa blanca que beben desleída en agua fría y tiene un sabor agrio. Llevan esta masa en los caminos con algunas tortillas de maíz, que es toda su prevención de viajar".
Actualmente en las calles de Tabasco, se puede disfrutar de ver a los lugareños disfrutando de esta nutritiva y refrescante bebida.
Es por ello que la chef Martha Ortiz, comparte la receta de esta bebida tabasqueña clásica, a la que se pueden añadir flor de chorote, piste (semillas de zapote tostadas), camote, etc. Se puede beber solo o usarse para acompañar cualquier alimento.
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