Malinaltepec, Gro., (La Jornada Guerrero).- Es el proyecto educativo más ambicioso que la administración de Zeferino Torreblanca Galindo ha ofrecido a la población indígena: la Universidad Intercultural del Estado de Guerrero (UIEG). Como ésta, en el país hay sólo ocho instituciones más y se propone formar a licenciados en desarrollo sustentable y en lengua y cultura indígena.
En La Ciénega, una localidad me’phaa de Malinaltepec, las chozas de adobe contrastan con dos enormes edificios que desde octubre de 2007 comenzaron a erigirse, tras el decreto oficial que emitió el gobierno un año antes, el 15 de diciembre, con el cual declaró la conformación del nuevo “proyecto educativo innovador” para los jóvenes nahua, me’phaa, na savi, amuzgos y mestizos de esta región.
Son las instalaciones de la universidad, una obra que costará más de 20 millones de pesos y que prevén será inaugurada tal vez en marzo, cuando esté del todo concluida. Por lo pronto, el plantel provisional son aulas de madera que se construyeron con ayuda de los lugareños.
El jueves al atardecer, un grupo de muchachos toma clase de teatro al aire libre y en un aula contigua, otros jóvenes asisten a la sesión semanal de cine. En apariencia, el clima en la escuela y en la comunidad es de tranquilidad. Pero lo cierto es que en la institución hay un problema interno que explotó el 15 de diciembre de 2008, cuando en la celebración del segundo aniversario de la promulgación del decreto oficial de la creación de la universidad, de manera espontánea, un grupo de estudiantes tomó el plantel para exigir la salida del rector Abad Carrasco Zúñiga, a quien señalan de tener “actitudes de discriminación” hacia los alumnos de etnias distintas al me’phaa y de imponer en cargos directivos a maestros allegados a él.
A dos años de su inauguración, este proyecto de universidad indígena, que surgió por gestiones de los pueblos de la zona, está inmerso en un conflicto que comenzó con una serie de diferencias entre maestros y alumnos con el rector, pero ahora se ha extendido hasta varios pueblos me’phaa de Malinaltepec, lo que ha causado división entre los vecinos de La Ciénega, y además llegó hasta las instancias judiciales.
Dos muchachos de segundo año de la licenciatura en Desarrollo Sustentable (que optaron por omitir sus nombres) afirman que por la toma de las instalaciones el 15 de diciembre, Carrasco Zúñiga los demandó junto con otros 20 compañeros y seis maestros ante el Ministerio Público con sede en Malinaltepec.
Según su versión, Carrasco los señala de haber robado dos computadoras laptop, 37 mil pesos en efectivo y un cheque de 7 mil, durante el día en que tomaron las oficinas para exigir su renuncia.
“Es falso, eso no ayuda a la reconciliación, nosotros no robamos nada, es mentira que tomamos el dinero y las computadoras”, enfatiza el muchacho nahua.
Afirma que por este problema, se ha complicado la relación entre los vecinos de La Ciénega que han tomado partido, unos apoyando al rector y otros a los que piden su renuncia, y el mismo caso ocurre entre los estudiantes, 140 en total.
“Pues ahorita la relación es que la gente está dividida, ya se dividió desde ese punto porque hay gente que ni se da cuenta de la realidad y otros que sí, la cuestión es que la gente y los alumnos ya se dividieron”, señala.
La universidad que nació dividida
El sábado 10 de enero, en un café de la ciudad de México, el lingüista Carrasco Zúñiga se reunió con el subsecretario estatal de Educación Superior y Media Superior, Eliseo Guajardo Ramos.
El funcionario lo citó para informarle de la decisión que tomó la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) en torno al conflicto en la Universidad Intercultural del estado.
Hemos visto que hay muchos problemas y la solución es que renuncies a la rectoría, le diría Guajardo al académico me’phaa.
Si yo me voy sería aceptar que soy responsable de lo que se me acusa, además a usted no le compete pedirme la renuncia, narró Carrasco Zúñiga que fue su respuesta y así concluyeron la charla.
Desde el 15 de enero, el linguista fue separado temporalmente de la UIEG mientras la Contraloría del Estado realiza una investigación del caso y emite un dictamen.
Este viernes concluyó el plazo para que la dependencia informe del resultado de la investigación.
Carrasco Zúñiga, académico me’phaa que obtuvo el Premio Nacional de Lingüística en 2008, sostiene que el problema, al margen de lo estrictamente académico, fue politizado por un grupo al interior de la universidad.
Sobre el proceso de investigación que emprendió la Contraloría del Estado sobre su desempeño como rector, afirma: “son acusaciones sin fundamento que no han sido probados legalmente. Por salud de la institución fui yo quien decidí separarme, yo fui el que pedí un proceso administrativo para que se aclare la situación”.
Carrasco señala que desde el principio, este proyecto de universidad indígena, nació dividido y politizado.
Prueba de ello, “es el hecho mismo de que en el municipio de Malinaltepec haya dos propuestas de universidad, políticamente se complicó el asunto desde el principio”, dice en referencia a la Universidad Intercultural de los Pueblos del Sur (Unisur), con sede en Santa Cruz El Rincón, una escuela que no tiene el aval de la SEG y que fue fundada por un grupo de los primeros promotores del proyecto.
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