Yaxchilán, Chis., (Agencia EFE).- El especialista nipón, actual director del Proyecto Yaxchilán -ciudad de las piedras verdes en lengua maya- llegó en 1979 por primara vez a este sitio enclavado en el corazón de la selva Lacandona y desde hace diez años dirige el complejo arqueológico.
"El aislamiento sano de Yaxchilán es beneficioso en todo sentido, permite mantener los edificios en un pleno contacto con la naturaleza, que a su vez queremos conservar lo más intacta posible", dijo Kaneko a Efe.
Entre los planes del arqueólogo japonés está el de crear un "museo de sitio", que permita albergar y proteger todas las piezas con valor histórico encontradas en este lugar, lo que podría elevar la afluencia de visitantes.
Yaxchilán se localiza junto al río Usumacinta, frontera natural de México y Guatemala, en medio de una tupida flora y rodeada de enormes ceibas de más de 60 metros de altura y con el fondo sonoro de la selva, principalmente por el estruendoso chillido del mono aullador centroamericano conocido como "saraguato".
Keneko explicó que los grandes palacios de Yaxchilán y los hallazgos encontrados, son un escenario estratégico para configurar la historia de la cultura maya.
Para llegar a este sitio escondido en la selva, a 130 kilómetros de Palenque, hay que recorrer dos horas y media de carretera, cruzar dos retenes militares, la llamada "frontera Corozal"(establecida por la propia comunidad local) y navegar una hora en lancha.
Los visitantes que llegan por primera vez a esta "ciudad pérdida" tienen la sensación de descubrir un secreto milenario, que estuvo limitado durante décadas a unos cuantos expertos aventureros.
Actualmente, los cincuenta edificios que hasta el momento componen la zona arqueológica están siendo restaurados por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y conservados por indígenas locales que habitan en las inmediaciones.
Los arqueólogos asumen que el nacimiento de Yaxchilán se remonta a unos dos mil años, cuando un grupo de hombres de origen desconocido establecieron una aldea que con el paso de los siglos transformaron en una de las ciudades más bellas y poderosas de la cuenca del Usumacinta, y que tuvo su máximo esplendor entre los años 550-900 de nuestra era.
Sin embargo el relativamente joven descubrimiento y las pocas certezas que se tienen sobre "la ciudad de piedras verdes", suscita más inquietudes y expectación que cualquier hallazgo desvelado hasta nuestros días.
La travesía a Yaxchilán fue parte de la jornada de clausura de la VI Mesa Redonda de Palenque en la que participaron durante esta semana expertos en la cultura maya de México, Estados Unidos, Alemania, Australia, Canadá, España, Japón, Francia y Rusia.
La civilización maya se desarrolló en el sureste de México, parte de Guatemala y Honduras, durante los siglos III y XV de nuestra era y dejaron imponentes construcciones en Chichen Itzá, Yaxchilán, Bonampak, Palenque, entre otras.
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