México, DF., (Excélsior).- A pesar de que en los estados fronterizos del norte el desempleo es menor, respecto a todo el país, y los trabajos son mejor pagados, los niños y adolescentes que viven ahí no gozan de mejor calidad de vida.
Por el contrario, de acuerdo con los datos contenidos en el informe La Infancia Cuenta en la Frontera Norte 2008, presentado ayer por la Red por los Derechos de la Infancia en México, los infantes que viven en las entidades de esa zona sufren mayor exclusión social, pues carecen de servicios básicos y tienen mayor deserción escolar.
El mayor problema está identificado en los adolescentes. De acuerdo con Nashieli Ramírez, Presidenta del Consejo Directivo de la Red, la falta de alternativas para la juventud los orilla en ocasiones a casarse, tener hijos antes de llegar a la edad adulta y aumenta los niveles de criminalidad.
Mientras que a escala nacional 5.3% de los adolescentes de 17 años o menos tiene al menos un hijo, con excepción de Nuevo León, los otros cinco estado fronterizos están por arriba de esa cifra, y en algunos municipios llega hasta 20%. De los casi 35 mil niños de entre 12 y 14 años que no son solteros en el país, cinco mil viven en la frontera norte.
Nashieli Ramírez explicó que esta situación demuestra que los matrimonios a edades muy jóvenes no están determinados sólo por la condición de ser indígenas, pues en la frontera hay poca población de ese origen, sino a la falta de oportunidades.
Esa situación queda clara cuando se analiza el porcentaje de jóvenes de entre 16 a 19 años que no asisten a la escuela, que es el más alto de la media nacional que es de 10.7% en 35 de los 38 municipios fronterizos. En algunos de ellos, como el municipio de Sáric, Sonora, tres de cada diez adolescentes no realizan ninguna actividad.
Esto explica que haya más jóvenes involucrados en actos delictivos, por ejemplo, Baja California, en donde 32% de los delincuentes es menor de edad, es la entidad con mayor proporción de menores recluidos del país.
Gerardo Sauri, director de la Red, señaló que las cifras presentadas rompen con el estereotipo de que el norte tiene mejores condiciones que el sur.
Informe revela que los niños y adolescentes que viven en estas zonas tienen mayor deserción escolar y no cuentan con servicios básicos
A pesar de que en los estados fronterizos del norte el desempleo es menor, respecto a todo el país, y los trabajos son mejor pagados, los niños y adolescentes que viven ahí no gozan de mejor calidad de vida.
Por el contrario, de acuerdo con los datos contenidos en el informe La Infancia Cuenta en la Frontera Norte 2008, presentado ayer por la Red por los Derechos de la Infancia en México, los infantes que viven en las entidades de esa zona sufren mayor exclusión social, pues carecen de servicios básicos y tienen mayor deserción escolar.
El mayor problema está identificado en los adolescentes. De acuerdo con Nashieli Ramírez, Presidenta del Consejo Directivo de la Red, la falta de alternativas para la juventud los orilla en ocasiones a casarse, tener hijos antes de llegar a la edad adulta y aumenta los niveles de criminalidad.
Mientras que a escala nacional 5.3% de los adolescentes de 17 años o menos tiene al menos un hijo, con excepción de Nuevo León, los otros cinco estado fronterizos están por arriba de esa cifra, y en algunos municipios llega hasta 20%. De los casi 35 mil niños de entre 12 y 14 años que no son solteros en el país, cinco mil viven en la frontera norte.
Nashieli Ramírez explicó que esta situación demuestra que los matrimonios a edades muy jóvenes no están determinados sólo por la condición de ser indígenas, pues en la frontera hay poca población de ese origen, sino a la falta de oportunidades.
Esa situación queda clara cuando se analiza el porcentaje de jóvenes de entre 16 a 19 años que no asisten a la escuela, que es el más alto de la media nacional que es de 10.7% en 35 de los 38 municipios fronterizos. En algunos de ellos, como el municipio de Sáric, Sonora, tres de cada diez adolescentes no realizan ninguna actividad.
Esto explica que haya más jóvenes involucrados en actos delictivos, por ejemplo, Baja California, en donde 32% de los delincuentes es menor de edad, es la entidad con mayor proporción de menores recluidos del país.
Gerardo Sauri, director de la Red, señaló que las cifras presentadas rompen con el estereotipo de que el norte tiene mejores condiciones que el sur.
Nashieli Ramírez concluyó que los índices advierten de la importancia de dirigir las miradas hacia la frontera, pues su ritmo de crecimiento y condiciones económicas la convierten en un espejo de lo que puede suceder dentro de algunos años en otros centros urbanos del país.
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