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24 jul 2008

Amenazan desechos tóxicos salud de otomíes en Estado de México

Jilotzingo, México.- Las implicaciones del desecho de toneladas de residuos biológicos infecciosos, sin tratamiento alguno, que se recibieron en el tiradero ubicado en el pueblo de San Luis Ayucan, Jilotzingo, zona indígena Otomí, son de tal magnitud que ponen en riesgo directo a más de un millón de personas que habitan en cuatro de los municipios del Estado de México (centro de la República).

El tiradero se encuentra sobre el manto freático “Acuífero Cuautitlán-Pachuca, Estado de México-Hidalgo”, el cual a su vez, abastece de agua limpia a muchos otros municipios del Valle de México, llegando hasta la ciudad de Pachuca, Hidalgo.

Desde su instalación, el tiradero operado por la empresa Confinam, presentó una serie de irregularidades e ilegalidades desde los permisos del Uso de Suelo, inicialmente autorizados por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales para residuos no peligrosos y orgánicos con solo el 35% de humedad, y que el tiradero viola las normas 087 de residuos biológico infecciosos y la 083 de rellenos sanitarios de la Semarnat; en dichas condiciones de noviembre del 2007 al 8 de mayo de 2008, el tiradero recibió toneladas de desechos biológico infecciosos, sin tratamiento alguno, por camiones de SaniRent.

En este sitio se concentran desperdicos de hospitales, por lo que es una situaciòn de riesgo sanitario.

Luego de una inspección con especialistas se logró demostrar que en el tiradero hay bacterias altamente infecciosas que pueden generar enfermedades graves a la población. Sin embargo la empresa continúa operando.

Actualmente los lixiviados de biológico infecciosos, son bombeados, a la barranca que conduce agua a la Presa Madín, la cual abastece de agua a gran parte de los municipios de Naucalpan, Atizapán y Tlalnepantla.

Tanto las muestras analizadas como los resultados de los análisis fueron enviados a un experto Químico Forense, quién confirmó que los desechos (algunos marcados con el sello del Hospital General de México) son efectivamente “biológico infecciosos” o sea desechos peligrosos o infectocontagiosos de alto riesgo y podrían generar una epidemia de cólera, fiebres hemorrágicas causadas por virus, brucelosis, difteria, meningitis, encefalitis, fiebre q, muermo, tuberculosis activa, hepatitis vírica, tularemia, tufus abdominal, lepra, ántrax, fiebre paratifoidea a, b, y c, disentería bacteriana, rabia y sida, especialmente entre la población indígena otomí.

El Comité Técnico Ciudadano de Jilotzingo, presidido por Rubén Mayén, presentó ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, ante la Secretaría de Salud y ante la Comisión Nacional del Agua, una demanda popular donde solicita de manera urgente y determinado por la ley, aplicar como medida de seguridad la clausura total del depósito tóxico.

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