Por Genaro Bautista / AIPIN
Cancún, Q.Roo.- Un compromiso de cooperación internacional en materia de cambio climático, y la creación del Fondo Verde son algunos de los acuerdos “significativos” de la COP – 16, que concluyó la madrugada del 11 de diciembre.
Sin embargo, se mantiene en riesgo el protocolo de Kyoto y el mecanismo REDD.
REDD+ (Reducción de Emisiones Provocadas por Deforestación y Degradación de los Bosques) apoya a países del Sur en desarrollo con ayuda financiera y tecnológica, tanto para prevenir la deforestación como para regenerar los bosques. Actualmente no es parte del Protocolo de Kyoto.
El protocolo de Kyoto, un pacto establecido en 1997 que expira en 2012, compromete a los países que lo ratificaron a disminuir sus emisiones de Gases de Efectos Invernadero (GEI). Este pacto será revisado en la siguiente Cumbre Mundial del Cambio Climático COP 17, en Durbán, Sudáfrica, en 2011.
El llamado Fondo Verde, destinado a financiar la adaptación de los países y las medidas para enfrentar el cambio climático, debe llegar a 100.000 millones de dólares anuales.
Otro de los acuerdos se refiere a un mecanismo de protección de los grandes bosques tropicales del planeta, cuya masiva deforestación provoca el 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo.
A la COP16/CMP6, 16ª edición de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, celebrada del 29 de noviembre al 11 de diciembre, en Cancún, Quintana Roo, llegaron delegaciones indígenas de todo el mundo.
Desde los inicios de los trabajos de la convención, los indígenas expresaron su indignación porque ser excluidos de las negociaciones de primer nivel.
El Foro Internacional de los Pueblos Indígenas sobre el Cambio Climático (IIPFCC por sus siglas en inglés), integrado por dirigentes de los distintos pueblos indios del planeta, acreditado en la COP 16, externó su preocupación porque sus derechos no se toman en cuenta o quedan muy reducidos en los acuerdos finales.
De manera específica, el foro advertía que la falta de acuerdos para la conservación de la naturaleza y del medio ambiente, ponen en riesgo su sobrevivencia presente y futura.
Para el conclave, la cumbre de Cancún quedó por debajo de Copenhague y será en Sudáfrica en el 2011, donde volverán a insistir en el reconocimiento de los derechos de los pueblos indios.
Cecilio Solis, co presidente del Foro Internacional de los Pueblos Indígenas sobre Cambio Climático, exigió el respeto a los derechos de los pueblos indígenas y la protección de sus tierras y territorios.
El también presidente de la Mesa Nacional Indígena sobre el Cambio Climático, enfatizó: “No es posible seguir aceptando lo que embajadores, secretarios y gobernadores del mundo quieran imponernos. Jamás vamos a aceptar que además de tener el control político, económico y social tengan el control sobre nuestras vidas”, señaló.
Tom Woodtand, líder indígena de Alaska y representante de la Red Indígena Ambiental indicó que en todo el proceso de la cumbre, se dio confusión en las negociaciones de la COP16 donde “solo se habla del dinero y el capitalismo como falsas soluciones al cambio climático”.
Woodtand demandó a los Estados el revaluar la relación con lo sagrado de la Tierra.
Los pueblos indígenas vivieron momentos de tensión, ya que en los días cruciales de la negociación, nadie les escuchaba y en un mitin realizado el 2 de diciembre, en el Moon Palace, sede del evento, alzaron su voz para ser oídos.
“Nadie nos toma en cuenta” se quejaban, ni los mismos identificados como países amigos, algunos de ellos del Alba.
Pablo Solón, embajador de Bolivia ante las Naciones Unidas, felicitó el acto y señaló que la única forma de cambiar el curso de las negociaciones en Cancún y a futuro es con la movilización activa de los pueblos del mundo.
“Si no hay una presión desde los movimientos sociales estas negociaciones van a acabar inevitablemente respondiendo a intereses empresariales de quienes quieren hacer del cambio climático un negocio antes de atender las necesidades de vida de los seres humanos y la naturaleza”, concluyó.
El IIPFCC, acusó que los pueblos indígenas están excluidos de las discusiones y en la toma de decisiones, por lo que, demandaban el respeto a la participación plena y efectiva.
Los pueblos indígenas dieron a conocer los tres pilares fundamentales de su posicionamiento político, mismos que adujeron deben ser garantizados y aplicados en el acuerdo final de Cancún, así como en todos los procesos, acuerdos y acciones sobre cambio climático que se lleven a cabo en los distintos ámbitos.
Las bases mínimas que planteaban son el respeto pleno a sus derechos, incluyendo aquellos contenidos en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
También el derecho al Consentimiento Libre, Previo e Informado y la protección para el conocimiento tradicional de los pueblos indígenas como base para la generación de soluciones efectivas al cambio climático.
“Nuestras estrategias y soluciones locales basadas en el conocimiento tradicional pueden constituir soluciones reales al cambio climático”, enfatizaron-
Aunque pronosticaban que los textos de los países Partes incluirían referencias sobre los pueblos indígenas, insistían en que no responden suficientemente a sus demandas para el reconocimiento pleno e implementación de sus derechos conquistado en una lucha de 30 años y que ahora constituyen la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
Las dirigencias indígenas rechazan el mercado de carbono por ser una falsa solución al cambio climático.
“Nuestra Madre Tierra no es un objeto de comercialización”, indicaban.
En su alocución, exigieron a los representantes gubernamentales reconocer la gravedad de la crisis del cambio climático.
De manera especial, pedían a los países industrializados asumir sus responsabilidades para la defensa y protección de la Madre Tierra y se comprometan a tomar acciones serias, efectivas y vigentes para reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) que están amenazando la vida en todo el planeta.
“Nosotros tenemos que hablar por las plantas, los animales y las generaciones del futuro cuyas voces tampoco están incluidas aquí. Su sobrevivencia, así como la de todos nosotros, depende de conclusiones fuertes, justas y reales”, señalaban.
"Se han dado algunos pasos y en las negociaciones del clima ha habido algunas referencias a los pueblos indígenas, pero seguimos siendo excluidos de las negociaciones aunque somos los pueblos más afectados", declaró Andrea Carmen, directora del Consejo del Tratado Internacional Indígena (CITI), de los Estados unidos.
Marlon Santí, de la Confederación de Organizaciones y Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), exigió que los acuerdos de la cumbre de Cancún incluyeran los derechos de los pueblos indígenas
“Muchos países se niegan a saber sobre nuestros derechos, pretendiendo negar así que los pueblos indígenas somos los más afectados por la alteración del cambio climático. Pero, el clima de 5 años para acá, ha sufrido alteraciones severas, señaló y puso el ejemplo de la Amazonía que padece sequía durante seis meses, y esto afecta el buen vivir de los pueblos indígenas”, afirmó
Si no hay reconocimiento de derechos no puede haber acuerdos, recalcó
La coincidencia de los pueblos indígenas, es a que el Carbono sea visto como mercancía
Al final en la COP 16, los textos que se refieren a los derechos de los pueblos indígenas quedaron mencionados.
Victoria Tauli-Corpuz, de Filipinas, presidenta del Foro Permanente para Cuestiones Indígenas de la ONU, comentó que la Cumbre de Cancún hace referencia a la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y calificó de exitoso el trabajo del conclave indígena porque lograron esto.
El tema de la declaración, señala, se ve en dos momentos: en el texto de Acción Cooperativa a Largo Plazo (LCA) y en el de REDD Plus.
En este último, afirma, hay muchas referencias a los pueblos indígenas, los derechos, el conocimiento y la participación.
De manera autocrítica, Victoria Tauli, reconoce que no se consiguió un compromiso claro de los Estados para un segundo período de compromiso del Protocolo de Kyoto.
Tampoco se pudo obtener que países del Anexo 1 de la Convención se comprometan de manera jurídicamente vinculantes.
No hubo acuerdo sobre el mecanismo REDD en el acercamiento de las partes y ahora quieren imponer un texto que no incorpora plenamente los derechos indígenas en las negociaciones oficiales, advirtió el Caucus.
“No es posible que los Estados busquen consenso en cuanto a esta demanda de los pueblos indígenas, porque son los mismos Estados que ya aprobaron y adoptaron la Declaración de la ONU, un instrumento internacional que ya fue discutido durante veinte años y una vez adoptado por la Asamblea General ya es de cumplimiento obligatorio universal”, señaló Miguel Palacín Quispe, líder de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI).
En efecto, en el acercamiento de las partes no hubo acuerdo en torno al REDD y se adoptó un texto por votación, violando todos los mecanismos y normas de la ONU para la adopción de acuerdos.
Palacín explicó que el texto es económico, centrado sobre todo en el mercado de carbono y el mecanismo de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación (REDD).
El dirigente peruano destacó el éxito de la marcha indígena del 2 de diciembre en el Moon Palace, donde exigieron la incorporación de sus derechos en las negociaciones y acuerdos de la COP16.
“Protestamos porque se pretenden tomar acuerdos que vulneran todos nuestros derechos, porque los bosques y bienes naturales están en nuestros territorios de los pueblos indígenas”, reveló.
Otros representantes sudamericanos como Saúl Puerta Peña de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), sentenciaba:”Si los gobiernos no nos escuchan, los pueblos indígenas nos atrincheraremos en nuestros territorios para protegerlos y por el bien del pulmón del planeta”
La Cumbre sobre el Cambio Climático de la Organización de Naciones Unidas (COP 16) de Cancún, es vista como el preludio de la expiración del Protocolo de Kyoto, que verá su fin en 2012.
Varios países, entre los que se encuentran Japón, Estados Unidos, Nueva Zelanda y Australia, expresaron su negativa a aceptar un nuevo acuerdo vinculante sobre la mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Es pública la aceptación de que los pueblos indígenas tienen un conocimiento ancestral y mantienen un equilibrio en sus territorios y se ven directamente afectados por las iniciativas de lucha contra la deforestación, sin embargo, se niega el reconocimiento de sus derechos.
De ahí que pidan que la REDD+ incluya una salvaguarda que imponga "el consentimiento libre, previo e informado" de las comunidades indígenas a cualquier medida contra la deforestación y que incluya la Declaración de la ONU sobre los Derechos Fundamentales de los Pueblos Indígenas.
"Por lo que he entendido, los negociadores del texto de REDD+ no quieren ver absolutamente nada con relación a los pueblos indígenas", dijo Berenice Sánchez, de la Red Indígena de Turismo de México (RITA).
"No se puede discutir el clima y no incluirnos a los indígenas", denunció Andrea Carmen, estadounidense del CITI, rodeada de tambores, matracas y zampoñas de viento bolivianas que coreaban "la tierra no se vende, se ama y se defiende".
Evo Morales, presidente de Bolivia, pidió a los jefes de Estado y de gobierno que tomar decisiones que “se pongan a la altura de millones de familias víctimas del calentamiento global”, los convocó a que hagan historia y no conviertan el encuentro en un “cancunazo” y eviten un ecocidio.
Los pueblos indígenas demandaron en la COP 16, su participación plena y efectiva en todos los procesos, mecanismos y órganos relacionados con el cambio climático.
Y enumeraron que para ello debe garantizarse la participación de expertos indígenas de las Naciones Unidas.
De igual manera, plantean la creación de un órgano consultivo integrado por miembros de la IIPFCCC para brindar información coherente por los pueblos indígenas en los debates, el diálogo y el proceso de redacción en todas las negociaciones.
Además, el establecimiento de un fondo para apoyar la participación de los pueblos indígenas.
Los dirigentes están convencidos que las soluciones reales al cambio climático deben basarse en la defensa de la Madre tierra, de la integridad del medio ambiente, la equidad social, la justicia, el respeto de los derechos humanos, de conformidad con la declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas (UNDRIP).
En este contexto, insisten, el mercado del carbono, incluyendo el Mecanismo de desarrollo, desvíos de carbono y REDD / REDD +, representa una amenaza para los pueblos indígenas del mundo.
La delegación indígena rechaza esta medida que propone comercializar la naturaleza en detrimento de sus pueblos y la biodiversidad, el mundo ya sufren las graves consecuencias del cambio climático, señalan.
Los pueblos indígenas siguen siendo los más vulnerables a los impactos del cambio climático, así como medidas de mitigación, afirman.
En el proceso de negociación, resaltó el arrojó de Tarcila Rivera Zea, directora de la asociación Centro de Culturas Indígenas Chirapaq, del Perú, quien pidió al Presidente de México, Felipe Calderón, no olvidar su compromiso con los pueblos indígenas
Tarcila recordó que los pueblos indígenas siguen con la esperanza de que se mencionen sus derechos en los textos finales de la Cumbre.
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