Tuxtla Gutiérrez, Chis., (Notimex/El Financiero).- Desde hace 13 años, el estado de Chiapas cuenta con el Centro Estatal de Lenguas, Arte y Literatura Indígenas (CELALI), una instancia cuyo principal objetivo es el de dignificar y fortalecer los conocimientos, dejar testimonios escritos de los distintos procesos culturales y de vida, en general.
Así como sistematizar y proyectar los conocimientos de artistas, académicos y hacedores culturales indígenas mediante la publicación de sus obras.
El CELALI forma parte de la estructura del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes (Coneculta) de Chiapas, que recibe apoyo de Conaculta, y tiene como misión impulsar el reconocimiento, la valoración, el respeto y el desarrollo de las lenguas y culturas de los pueblos indígenas, fomentando su diversidad y cosmovisión, a través de elaborar programas de investigación, docencia, promoción, difusión y publicaciones.
En Chiapas, además del español se hablan 12 lenguas originarias (según datos oficiales), característica que hacen de ese estado uno de los de mayor diversidad lingüística a nivel nacional.
Sin embargo, es necesario destacar que muchas de estas lenguas enfrentan procesos de debilitamiento, lo que pone en riesgo esta característica.
En entrevista, Antonio López Hernández, director de Promoción Cultural del Coneculta, y uno de los fundadores del CELALI, explicó que este Centro tienes sus antecedentes a principios de los años 80, cuando en Chiapas cobraba fuerza un movimiento cultural impulsado por hombres y mujeres mayas y zoques conscientes de la necesidad de reivindicar y valorar su identidad e idiosincrasia.
Dicho movimiento cultural e intelectual dio origen a varias demandas, voces diversas que se propagaron en diferentes espacios.
Una de esas demandas era la creación de una instancia de atención cultural a los pueblos indios de Chiapas.
Esta justa exigencia fue expuesta y defendida por representantes mayas y zoques en los Diálogos de San Andrés Larráinzar, específicamente en la Mesa 1: Derechos y Cultura Indígena.
Así, los esfuerzos de la lucha constante obtienen su retribución el 16 de febrero de 1996, fecha en que se firman los primeros acuerdos de paz entre los representantes del EZLN y el gobierno federal y estatal.
En dicho documento, en su apartado de Acciones y medidas para Chiapas, compromisos y propuestas conjuntas de los gobiernos del estado y federal y EZLN, en la sección de Educación y Cultura se estipula: “el gobierno del estado de Chiapas creará en el corto plazo, un Centro Estatal de Lenguas, Arte y Literatura Indígenas”.
Diez meses después, el 11 de diciembre de 1996, se creó el Coneculta Chiapas y el 19 de julio de 1997, bajo la planeación y dirección de personal indígena, nació el CELALI.
Desde entonces, el CELALI sistematiza, coordina, dirige y ejecuta acciones de promoción y desarrollo cultural de los pueblos indígenas para coadyuvar en la construcción de un diálogo entre todas las culturas, dijo López Hernández.
Agregó que para ello, se han hecho diplomados en cuestión literaria; también en pintura para los jóvenes pintores indígenas del estado; cursos de aprendizaje de la lengua tzotzil y tzeltal para los no hablantes de lenguas indígenas; se ha trabajado con 18 municipios donde hay casas de la cultura, donde se realizan talleres de iniciación al dibujo, la pintura, danza tradicional y folclórica, así como música; y fomento a la lectura en lenguas indígenas, señaló.
Con el propósito de fortalecer las acciones de las Casas de Cultura, el CELALI extiende la atención cultural hacia los pueblos y comunidades, a través de la red de 18 casas de cultura ubicadas con población mayoritariamente indígena, como:
Chalchihuitán, Chanal, Chilón, Huixtán, Las Margaritas, Las Rosas, Oxchuc, Pantelhó, Sabanilla, Salto de Agua, San Juan Cancuc, San Juan Chamula, Tenejapa, Teopisca, Tumbalá, V.Carranza, Yajalón y Zinacantán; hablantes de las lenguas tsotsil, tzeltal, chol, tojolabal y castellano.
En este sentido, el CELALI mantiene una labor constante, organizando diferentes eventos donde se pueden apreciar distintas manifestaciones de los pueblos indígenas, ya sea a través de las artes o de la espontaneidad de mujeres y hombres indígenas con la convicción de conservar sus tradiciones.
Para ello, se aprovechan diferentes medios de comunicación al alcance.
“En lo que se refiere a investigación, se elaboran manuales para aprender tzotzil, tzeltal y kakchikel; desde 2009 se editaron paquetes didácticos para la enseñanza de lenguas indígenas, que contienen cuadernillo de ejercicios, otro de lectura de cuentos, así como juegos para que los niños y jóvenes aprendan con mayor fluidez”, dijo el maestro Antonio López.
Los procesos sociales, económicos, culturales, políticos y religiosos de los pueblos indígenas de Chiapas han entrado en una sinergia con la sociedad en general, misma que acelera los procesos de aculturación y transculturación.
Lo anterior demanda la urgente necesidad de entender y dar cuenta de las nuevas realidades socioculturales y sociolingüísticas que se viven en dichos pueblos, es decir, los nuevos modos de vida.
Conocer con mayor profundidad, pero sobre todo con mayor objetividad los mundos de la vida de cada uno de estos pueblos, así como los conflictos que les provocan los movimientos mundiales, permitió diseñar una política de atención y de integración bajo el principio del respeto y la tolerancia.
“El mayor logro en estos 13 años de existencia es la presencia de las culturas y las lenguas indígenas de Chiapas, pues ahora gran parte de la sociedad se siente orgullosa no sólo de tener la raíz cultural indígena, sino de que estas lenguas estén presentes en la vida actual de Chiapas, porque antes no sucedía”, comentó.
Antes se hablaba de las culturas y las lenguas indígenas que existieron, pero ahora las lenguas y las culturas indígenas forman parte integral de la sociedades Chiapas”, concluyó López Hernández.
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