Tuxtla Gutiérrez, Chis., (EFE).- Veinte personas fueron liberadas hoy de una cárcel en la que cumplían condena por una matanza ocurrida en 1997 en Acteal, en el sur de México, en la que tanto los condenados como las 45 víctimas eran indígenas, después de que la Corte Suprema declarara nulo el proceso.
Los detenidos, que llevaban cerca de once años tras las rejas, salieron en plena madrugada de la prisión federal de El Amate, ubicada en la ciudad de Cintalapa, a unos 250 kilómetros de Acteal y unos 65 al oeste de Tuxtla Gutiérrez, la capital del estado de Chiapas, informaron a la prensa sus abogados.
Mujeres e hijos de algunos de los liberados les esperaron a su salida, que se produjo de forma intempestiva para evitar el acoso de los periodistas.
La excarcelación de los condenados fue anunciada por un grupo de diez abogados del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), que llevan su defensa, a las puertas del presidio.
Los letrados explicaron que tuvieron una confrontación verbal con los responsables del penal para conseguir la liberación de los condenados, pese a que su puesta en libertad debía ser inmediata, según el dictamen de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
El Supremo decidió ayer suspender las sentencias contra veinte de los más de setenta condenados por la matanza de Acteal tras encontrar irregularidades en el proceso, como la falta de la traducción al español para los inculpados.
Además, según versiones de prensa, solamente nueve de los detenidos confesaron haber participan en el crimen, entre ellos ninguno de los hoy liberados.
El 22 de diciembre de 1997 un grupo de indígenas que oraban en la comunidad de Acteal fueron atacados por presuntos paramilitares, también indígenas, que acabaron con la vida de 45 miembros de la comunidad de "Las Abejas" (21 mujeres, 4 de ellas embarazadas, 15 niños y 9 ancianos), en el contexto del conflicto zapatista que había estallado casi cuatro años antes.
La tragedia forzó la renuncia en el seno del Partido Revolucionario Institucional (PRI) del entonces secretario de Gobernación (Interior), Emilio Chuayfett, y del gobernador de Chiapas, Julio César Ruiz Ferro, a quien algunos consideran el autor intelectual de la masacre.
Nueve personas fueron arrestadas por la matanza el mismo mes de diciembre de 1997 y en junio de 1999 las autoridades informaron de que ya habían sido detenidas cien personas gracias a las órdenes de aprehensión dictadas en 1998. A día de hoy quedan 26 de esas órdenes sin ejecutar.
"Estas personas regresan con una actitud de paz, quieren ver a sus familias, quieren retomar su vida", afirmó uno de los abogados, Javier Cruz Angulo, ante las versiones de organizaciones sociales que apoyan a las 45 víctimas de la masacre sobre un posible rebrote de la violencia en Acteal.
Según Cruz Angulo, "no puede haber peligro para el tejido social, porque el tejido social fue desgarrado hace doce años, cuando se les encarceló, alejándolos de sus familias".
"Regresan para rehacer sus vidas. No llevan ánimo de revancha. Creo que no hay nada que temer", afirmó.
Los indígenas salieron a bordo de varios vehículos, no declararon nada y se espera que en las próximas horas regresen a sus comunidades.
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